Congo Actualidad n. 143

INDICE :

EDITORIAL: Inseguridad, mafia y «minerales de sangre»

1. KIVU

a. Los grupos armados han retomado los ataques

b. La inseguridad

c. Nuevas operaciones contra los grupos armados

d. Interpretaciones diferentes

e. La causa de un fracaso

2. El COMERCIO FRAUDULENTO DE LOS «MINERALES DE SANGRE»

a. Un libro sobre el recorrido de la casiterita

b. Silencio. Continúa el pillaje y la matanza en el Este de la República Democrática del Congo.

c. Un decreto ministerial que pone en marcha un Mecanismo regional de certificación de los recursos naturales

d. La lista de las 85 compañías oficialmente designadas por las Naciones Unidas en el pillaje de los minerales congoleses

EDITORIAL: INSEGURIDAD, MAFIA Y «MINERALES DE SANGRE»

Estos últimos meses, grupos armados nacionales y extranjeros aún activos en el Kivu, han retomado e intensificado sus actividades militares al Este de la República Democrática del Congo (RD Congo). La población local continúa viviendo en una situación de gran inseguridad: los ataques contra los pueblos, los pillajes, las violaciones, los secuestros, los asesinatos y las detenciones arbitrarias están siempre al orden del día, tanto es así que el ejército y las fuerzas de la Misión de la Naciones Unidas en la República Democrática del Congo (MONUSCO) han emprendido recientemente nuevas operaciones militares contra estos grupos armados: «Paz Perfecta» en Kivu del Sur, “Coup de foudre” en Kivu del Norte. Otras operaciones similares habían sido emprendidas en el pasado (las operaciones Umoja Wetu, Kimia II, Amani leo), pero todas con resultados negativos. Habría que comprender por qué. Se constató que un acercamiento esencialmente militar es claramente insuficiente y provoca, en efecto, daños colaterales inaceptables.

En la raíz del conflicto hay, ciertamente, una red mafiosa que gira en torno al comercio ilegal de minerales. Está compuesta de jefes de los grupos armados, de oficiales del ejército regular, de agentes de los servicios de seguridad y de administración, de políticos, de corredores de bolsa y de agentes de las empresas mineras. Esta red mafiosa no es solo local, sino que tiene ramificaciones a nivel internacional, en particular en lo países vecinos como Ruanda, Uganda, Burundi, Tanzania y Kenia. El comercio clandestino e ilegal del Kivu se convirtió en una fuente de financiamiento de los grupos armados, de enriquecimiento ilícito de ciertas autoridades militares y políticas y un medio de hegemonía y de ocupación del territorio congolés por terceros países.

En nombre de estos intereses no se duda en formar alianzas contra natura. Hay complicidad entre los grupos armados supuestamente enemigos, entre el ejército regular y los grupos armados, entre los jefes de los grupos armados y los comerciantes, entre los oficiales del ejército y los hombres de negocios.

Lo que dificulta el desmantelamiento de esta red mafiosa es la presencia, en su seno, de importantes oficiales del ejército. Los informes de diversas organizaciones internacionales de los derechos humanos y del Grupo de expertos de las Naciones Unidas para la RDC mencionan algunos nombres, siendo el más frecuente el de Bosco Ntaganda, comandante adjunto de la operación Amani Leo del Kivu Norte, aunque él sea objeto de un pedido de arresto librado en 2006 por la Corte Penal Internacional por crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad. El problema es que, en Kivu, el ejército está esencialmente compuesto por soldados de la RCD y del CNDP, antiguos movimientos político-militares creados y apoyados por el vecino Ruanda. Por otra parte el mando de las tropas está aún en manos de oficiales surgidos de estos dos movimientos, en detrimento de otros componentes que se sienten marginados y frustrados. El jefe de estado mayor de las fuerzas terrestres en Kinshasa, el General Gabriel Amisi Kumba proviene, él también, de estos antiguos movimientos.

En este contexto, el problema de la inseguridad al Este del país debe ser abordado en el marco de la reforma del sector minero, del ejército, de los servicios de seguridad y de la justicia, por no mencionar las relaciones internacionales.

A nivel de la reforma del sector minero, el problema mayor es el de la trazabilidad de los minerales. En este sentido, el «certificado de origen» de los minerales, con etiquetado de los productos antes de la exportación, es una etapa esencial y necesaria. La reforma del ejército no solo involucra a la formación, al equipamiento y al salario de los militares, sino también a la logística y a los nombramientos en los puestos de mando. Al estar ciertos militares muy implicados en el comercio ilegal de los minerales, la reforma debería proceder a la mutación de estas tropas hacia otras provincias del país y a la nominación de otros oficiales en los puestos de mando. Ya se había procedido a una tentativa de mutación. Pero fue en vano. Las autoridades militares actuales justifican su permanencia en Kivu para combatir las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR). Mientras tanto, colaboran con ellas en la explotación ilegal de los minerales y no tienen ninguna intención de combatirlas, pues saben que después de haberlas neutralizadas, no tienen ninguna razón para permanecer en Kivu. Bajo motivaciones oficiales que, en realidad son verdaderos pretextos, han hecho saber que no están dispuestos a renunciar a las pingües ganancias, producto del comercio de los minerales. Es muy difícil realizar esta reforma, pues no solamente los militares tienen las armas en las manos sino que además tienen el apoyo del régimen ruandés que los utiliza como una fuerza de ocupación del Kivu. Una gran parte de los minerales de Kivu transita, en efecto, por Ruanda, constituyendo así una fuente de enriquecimiento para los dignatarios del régimen ruandés.

El sistema judicial también debería ser fuerte e independiente, para estar en condiciones de perseguir a los individuos y a las empresas que están implicadas en el comercio ilegal de los recursos naturales o que son responsables de crímenes de guerra y de crímenes contra la humanidad. Recientemente, la CPI ha renovado en el gobierno congolés una investigación para el arresto y la entrega de Bosco Ntaganda. Pero el gobierno respondió que no puede liberarlo pues él «ha jugado un papel muy importante para traer la paz al País». De hecho no podemos descartar que, consciente de la fragilidad de su ejército, el gobierno tema el nacimiento de una nueva rebelión en el Este, fomentada por el régimen ruandés como las precedentes (la AFDL, el RCD y el CNDP). Se sabe que Ntaganda no es más que un peón al servicio de Paul Kagame, actual presidente de Ruanda. Si la CPI quisiera poner mano sobre Bosco Ntaganda, ella no haría otra cosa que otorgar un pedido de arresto internacional contra el mismo Paul Kagame. ¡No sería nada difícil encontrar a los jefes responsables de acusación! Bastaría con examinar el Informe Mapping sobre los crímenes de guerra y contra la humanidad cometidos en la República Democrática del Congo desde 1993 a 2003, publicado por la Comisión de la Naciones Unidas para los derechos del hombre. Y si ella no pudiera hacerlo en razón de la inmunidad presidencial con la cual se beneficia Kagame, la ONU, la Unión Africana, la Unión Europea y la comunidad internacional en su totalidad tendrían el deber de ejercer todo tipo de presión sobre él, ¡para que abandone el poder!

1. KIVU

El 3 de marzo, la representante especial adjunta del secretario general de la ONU en la RDC a cargo de las cuestiones de los derechos humanos, Leila Zerrougui, al término de una misión efectuada en los territorios de Kaniro, Masisi et Walikale (Kivu Norte) dijo estar preocupada por la resurgencia del activismo de los grupos armados, tanto extranjeros como locales y por el desplazamiento de las poblaciones que ello ocasionaba.

En efecto, estos grupos armados habían permanecido relativamente tranquilos durante el largo proceso electoral congolés de fines del 2011 Pero ni bien hubieron terminado las elecciones, estos retomaron los ataques.

Entre los grupos extranjeros se puede citar a las Fuerzas Democráticas por la Liberación de Ruanda (FDLR), el Ejército de Resistencia del Señor (LRA) y la Alianza de las Fuerzas Democráticas (ADF) provenientes de Uganda. Entre los grupos armados nacionales, podemos citar, entre otros a la Alianza de los Patriotas por un Congo Libre y Soberano (APCLS), a los Mai Mai Yakutumba (Fuerza Armada Allelujah), a los Nduma Defensa del Congo (Mai Mai Sheka), a los Maï-Maï Raïa Mutomboki, los Maï-Maï «Guías», la Fuerza de la Defensa Congoleña (FDC).

a. Los grupos armados retomaron los ataques

El 25 de diciembre de 2011, los Maï-Maï «Guías», una nueva milicia congolesa que opera en el Este de la RDC, se enfrentaron con los rebeldes de las Fuerzas Democráticas por la Liberación de Ruanda (FDLR) en Ntoto, una localidad situada a más de 100 km al noroeste de Goma, en el agrupamiento Waloa Uroba, al este del territorio de Walikale en Kivu Norte. Cuatro elementos de las FDLR, tres civiles y un soldado Maï-Maï del grupo Guías encontraron la muerte en el curso de estos enfrentamientos.

El 30 de diciembre, cinco personas murieron durante los ataques de tres aldeas (Ngenge, Kanyati, Buhimba) del grupo Waloa Yungi, en el territorio de Walikale (Kivu Norte), por integrantes de las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR). Según algunos miembros de la sociedad civil local, estos rebeldes ruandeses vinieron a desalojar a las fuerzas de autodefensa llamadas Guías quienes habían tomado el control de estas localidades.

En las noches del 1º al 2 de enero y del 3 al 4 de enero en el territorio de Shabunda, en la provincia del Kivu del Sur, las Fuerzas Democráticas de Liberación de Ruanda (FDLR) lanzaron dos ataques, en el curso de los cuales por lo menos 26 personas fueron asesinadas y otras 13 heridas. « El primer ataque fue dirigido al centro militar de Luyuyu, el cual causó la muerte de 18 civiles y seis casas fueron incendiadas. El segundo ataque, en la localidad de Ngolombe, ocasionó ocho muertes, declaró el coronel Sylvain Ekenge, portavoz de las operaciones militares Amani Leo para los Kivu Norte y Sur. Según las asociaciones de los derechos humanos citadas por la radio Okapi, apadrinada por la ONU, el balance se eleva a unas cuarenta muertes.

Estas asociaciones de los derechos humanos informan que en Luyuyu los asaltantes mataron a treinta personas entre las cuales una mujer embarazada que fue destripada y cuyo bebé fue eliminado. Otras ocho personas habrían sido asesinadas en Ngolombe. El jefe de la aldea de Kishenya fue decapitado. Los asaltantes habrían además pillado víveres y medicamentos en un depósito de la Asociación « Acción Solidaridad ». Los asaltantes también habrían declarado que estas matanzas son represalias contra las poblaciones civiles que éstos acusan de colaborar con las fuerzas de autodefensa local llamadas «Raia Mutomboki», jóvenes del territorio de Shabunda que se organizaron en grupo de autodefensa para combatir a las FDLR que ellos consideran como extranjeros que están ocupando su territorio.

El 6 de enero, los intercambios de tiroteos entre las Fuerzas armadas de la RDC y los soldados Maï-Maï Guías provocaron 10 muertes en Ufamandu 1ero, a 42 Km al noreste de la ciudad de Minova, en Kivu Norte. Entre los muertos, 6 son militares FARDC y 4 de los Maï-Maï.

Entre el 1 y el 4 de marzo, treinta y seis personas fueron asesinadas durante un ataque atribuido a la milicia Raïa Mutomboki, en tres aldeas cerca de Ekingi, en el territorio de Kalehe (Kivu Sur). Según un comunicado del comandante de la operación Amani Leo, treinta y un ruandeses dependientes de las Fuerzas Democráticas por la Liberación de Ruanda (FDLR), dos civiles congoleños y tres integrantes de los Raïa Mutomboki fueron víctimas de esta masacre.

El comunicado del comandante de la operación Amani Leo precisa que los elementos de Maï-Maï Raïa Mutomboki venidos desde Kalonge han matado a golpes de machete y a balazos a personas civiles desarmadas en las localidades de Ngunda, Muhinga et Muhombe.

En Muhombe, el jefe de la localidad fue asesinado junto a doce dependientes de las FDLR que él había alojado en su casa. Todos eran candidatos voluntarios para la repatriación.

En Muhinga, mataron a 11 dependientes de las FDLR y a una congoleña casada con un FDLR. En Ngunda, mataron a otros ocho dependientes de las FDLR. En represalia, las FDLR mataron a tres integrantes Raia Mutomboki que huían hacia Kalonge después de estas masacres. Los soldados de «Raia Mutomboki», organizados en grupo de autodefensa, efectúan regularmente razias contra los rebeldes de las FDLR, consideradas como una fuerza de ocupación extranjera.

b. La inseguridad

El 1º de marzo, nueve representantes de organizaciones de defensa de los derechos humanos han denunciado que no menos de 30 personas fueron asesinadas en el curso de los últimos doce meses en la provincia de Kivu Sur (Este), un promedio de 25 por mes. Es el director de la Caritas de Bukavu quien personalmente ha llevado la queja de las organizaciones al ministro del Interior, Etienne Babunga, quien asume actualmente las funciones de gobernador del Kivu Sur, en espera de las elecciones locales.

El deterioro de la seguridad se inscribe en el marco de la toma de acciones de « fuerzas negativas » extranjeras y locales y de ciertos militares indisciplinados de las FARDC. Las organizaciones de defensa de los derechos humanos y los movimientos de la sociedad civil apelan a las autoridades nacionales y locales para abrir una investigación sobre las violencias que afectan al Kivu Sur.

« Estamos consternados por la impunidad, la violencia contra los civiles inocentes y la ausencia total de valores. Estamos sorprendidos por las enormes sumas de dinero volcadas a las operaciones militares para reforzar la seguridad mientras que los homicidios, las violaciones, los secuestros, los robos y las riñas son constatados todos los días »., tales son los dichos de un líder insurgente de la sociedad civil en el pasado enero.

La inseguridad también eligió domicilio en Beni y Lubero, en la provincia de Kivu Norte. Consecuencia: los habitantes de estos parajes ya no osan más interrumpir sus ocupaciones principales, es decir sus actividades campestres. Los campos son invadidos esencialmente por militares surgidos del ex-componente rebelde, el Congreso nacional por la defensa del pueblo (CNDP) que los autóctonos identifican como Ruandeses. Estos cometen toda clase de exacciones en la más completa impunidad. Se sirven a voluntad en los campos, violan, matan y secuestran. Y esto a sabiendas de las autoridades civiles y militares. Los cultivadores se ven privados de los productos de la tierra y no se animan a ir a cosecharlos por miedo a caer en la emboscada de estos militares.

En el territorio conquistado se comportan como verdaderos hombres fuera de la ley. No solo se apoderan de los campos, sino que hacen lo mismo con las habitaciones: se llevan cabras, gallinas, dinero y objetos de valor. No sin antes disfrutar de la violación de las mujeres. No dudan tampoco en proceder a ejecutar a los hombres que osan protestar. Estos militares les pegan entonces la etiqueta de rebeldes ugandeses de la ADF/Nalu, los secuestran o los liquidan lisa y llanamente.

En las localidades situadas lejos de las ciudades, estos fuera de la ley toman por asalto a las escuelas desde que cae la noche para hacerse de un refugio. Lugar que dejan antes de que lleguen los alumnos. Uno se puede preguntar en qué estado dejan a estos establecimientos escolares. Sobre todo, cuando se sabe que no se trata de monaguillos.

 

c. Nuevas operaciones contra los grupos armados

El 15 de febrero, una operación conjunta Fuerzas armadas de la RDC/Monusco, bautizada «Amani Kamilifu» (Paz perfecta) y llevada adelante para acorralar a los rebeldes hutus de la Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR), se inició en los territorios de Shabunda, Mwenga, Kalehe et Kabare (Kivu Sur). Esta operación tiene por objetivo obligar a los rebeldes ruandeses a consentir una repatriación a su país de origen. Según fuentes cercanas de las FARDC, «Amani Kamilifu» constituye una repuesta a diversos ataques recientes de estos combatientes contra las poblaciones locales que se desplazan en masa, huyendo de la inseguridad. La operación comenzó con misiones de vigilancia y de reconocimiento aéreo de las zonas donde operan las FDLR para recabar información. Se enviaron mensajes sobre todo a los medios de prensa para pedir a las FDLR que participen en los procesos de repatriación voluntarios. Según el acuerdo realizado con las FARDC y la Monusco, la misión de la ONU dará su apoyo a los militares congoleses quienes llevarán adelante sus acciones. Componentes civiles de la Monusco así como las secciones de los derechos humanos, de la protección de la infancia y de asuntos civiles también participarán en la operación Amani Kamilifu.

Estos componentes trabajan juntos durante estas operaciones para minimizar las consecuencias que surgirán de los enfrentamientos y alertar a los humanitarios para una eventual asistencia.

El 21 de marzo, el portavoz militar de la Monusco, el teniente-coronel Félix Prosper Basse, durante un encuentro con la prensa de Kinshasa, anunció que la Fuerza de la Monusco y las FARDC lanzaron, últimamente, una operación llamada «coup de foudre» («Radi Strike»), en Kivu del Norte. Objetivo: combatir la inseguridad provocada por las fuerzas negativas, las FDLR en particular, aún activas en esta provincia del Este de la RDC.

d. Interpretaciones diferentes

La agencia Fides del Vaticano denuncia abiertamente la voluntad de vaciar la población de los dos Kivu con campañas militares de fachada que golpean más a las poblaciones locales que las pretendidas fuerzas negativas. « no se sabe prácticamente nada de la operación « Paz Perfecta » lanzada hace algunas semanas en Kivu Sur y desde entonces extendida al Kivu Norte, indica a la Agencia Fides una fuente de la Iglesia local del este de Bukavu, capital del Kivu del Sur. Los dos Kivu son provincias orientales de la República Democrática del Congo, situadas en la frontera con Burundi, Ruanda y Uganda sobre el territorio de las cuales, desde hace por lo menos 20 años, operan con crueldad diferentes grupos armados, algunos locales y otros de origen extranjero. Entre estos se encuentran las FDLR (Fuerzas Democráticas de Liberación de Ruanda), los Mai-Mai y el Ejército de Resistencia del Señor (LRA) de Joseph Kony.

Periódicamente, las fuerzas armadas congoleñas (FARDC) lanzan ofensivas militares cuyo objetivo oficial es darle caza a estos grupos, reunidos bajo el nombre de «fuerzas negativas». Les FARDC se benefician con el apoyo de los Cascos azules de la Misión de la ONU en RDC (MONUSCO) y de las fuerza armadas de países vecinos. En el caso de la operación «Paz Perfecta», parece que las FARDC operan solas, con el apoyo logístico de las tropas de la ONU. Ningún periodista sigue directamente estas ofensivas militares que son periódicas. «En ausencia de noticias independientes, las autoridades congolesas y la ONU nos cuentan lo que quieren» afirma la fuente del Fides. «no se tienen noticias de los enfrentamientos entre las fuerzas congolesas y las rebeldes pero es cierto que estas operaciones militares vacían a estas zonas de su población, probablemente para instalar otra en su lugar». Según lo que indica una corresponsal del cotidiano británico « The Guardian», la operación «Paz Perfecta» obligó a alrededor de 100.000 civiles a evacuar sus aldeas. Una cifra que nuestra fuente considera como creíble. «El ejército congolés hace su teatro con la complicidad de la MONUSCO bajo pretexto de reprimir a los grupos rebeldes tales como las FDLR mientras se está poniendo en marcha un proyecto estratégico que pretende vaciar a los dos Kivu de su población para poner otra en su lugar», concluye la fuente del Fides.

Después de más de dos meses, hay enfrentamientos entre las FARDC y los rebeldes Hutu ruandeses en varias aldeas de Walikale, Masisi et Rutshuru con efectos colaterales en las poblaciones civiles. Desgraciadamente, estas operaciones apuntan seriamente a provocar una catástrofe humanitaria, puesto que las medidas de acompañamiento y de asistencia a estas poblaciones desplazadas no son tomadas a tiempo.

Según un artículo de Marcellin Solé, consultor de la Oficina de Estudios y del Desarrollo (BED), es difícil pensar en desestabilizar a los grupos armados extranjeros, las FDLR ruandesas y la ADF ugandesa, a través de las operaciones conjuntas Fardc-Monusco, tanto más teniendo en cuenta que ciertos soldados congoleños, mal pagados y mal equipados, a menudo han colaborado con ellos.

Por consiguiente, los servicios americanos han puesto a punto una serie de medidas técnicas capaces de erradicar el peligro en las fronteras respectivas de sus aliados de la región, Ruanda y Uganda. Para esto, se ha previsto iniciar operaciones de infiltraciones y acciones clandestinas con el fin de:

– Promover la búsqueda de información y su coordinación a fin de llegar a un conocimiento muy preciso de los elementos del terreno

– Dar prioridad a la eliminación de la subversión político-militar (liquidación de los supuestos jefes de estas milicias y rebeliones)

– No iniciar una campaña militar sino sobre bases e informaciones sólidas

Estas operaciones deberían, en principio, ser llevadas a cabo por soldados gubernamentales.

Desgraciadamente la inexistencia de un ejército republicano en RD Congo permitió a los países vecinos, sobre todo Ruanda y Uganda, la posibilidad de organizar ellos mismos acciones puntuales sobre suelo congoleño, en vistas de neutralizar el peligro cerca de sus fronteras con la RD Congo.

Teniendo en cuenta la urgencia y sobre todo esta situación inquietante de no-Estado que prevalece actualmente en RD Congo, los vecinos del Este han decidido tomar la sartén por el mango, poniendo en marcha operaciones puntuales, gracias a las fuerzas de choque móviles capaces de alcanzar objetivos precisos. Se trataría de acciones de información en la profundidad de las líneas enemigas con miras a efectuar golpes precisos, limitados en el tiempo, sobre los puntos neurálgicos del adversario. Lo cual implica equipos reducidos, capaces de usar gradualmente la violencia directa o a través de colaboradores manipulados, recurriendo sistemáticamente a la astucia y al secreto.

Hace algún tiempo, las poblaciones del Kivu Norte hablaban de infiltraciones nocturnas de soldados del ejército ruandés sin que se supiera exactamente su objetivo ni el tiempo que pasarían en suelo congolés. Se trataba en efecto de acciones sorpresivas llevadas a cabo por fuerzas especiales ruandesas contra los jefes rebeldes de las FDDLR.

También en el Noreste de la RD Congo, los servicios americanos están abocados a recoger el máximo de información sobre los movimientos y las capacidades militares de los LRA, con miras a coordinar operaciones a llevar adelante por equipos móviles del ejército ugandés.

e. La causa de un fracaso

Hace más de 15 años que los rebeldes Hutu ruandeses han elegido domicilio en las provincias de Kivu y allí dictan la ley desde que colaboraron con los regímenes kabilistas. Allí se incrustaron socialmente y de forma duradera casándose con congoleñas con las cuales tuvieron muchos niños. Bien estructurados, supieron explotar las riquezas de la región para proveerse de armas y municiones y pusieron en marcha una organización para brindar seguridad y administrar las poblaciones.

En ausencia de un poder político suficientemente fuerte se comportaron como conquistadores, aliándose a ciertos grupos armados locales para ganarse la simpatía de los autóctonos. Con el tiempo, el Este del país se convirtió entonces en un bastión de milicias y rebeldes, extranjeros y nacionales, apoyados por redes internacionales de compra y venta de los minerales congoleses.

Muchos son los que se preguntan cómo un grupo armado, las FDLR, presente en el territorio congoleño desde 1949 y golpeado desde larga data por un embargo de armas y municiones, pudo llegar a renovar su arsenal de combate. A la luz del último informe de las Naciones Unidas, no existe la más mínima duda que este grupo armado ruandés se beneficia con paraguas protectores, tanto en Kinshasa, Kampala, Kigali, Bujumbura como fuera del continente africano. La parte Este de la República Democrática del Congo se encuentra manifiestamente bajo la cúpula de una vasta red mafiosa. Todas las operaciones militares llevadas a cabo contra este movimiento rebelde, con el propósito de decapitarlo, han sido vanas. La razón es muy simple: las FDLR sirven de pantalla para el tráfico ilícito de minerales y armas, para el lavado de dinero, para el enriquecimiento no justificado de ciertos responsables tanto civiles como militares en RDC, Uganda, Ruanda o Burundi.

En el entorno actual donde las FDLR se benefician con los diversos apoyos de los círculos de decisión políticos y militares en Kinshasa, Kampala, Kigali y Bujumbura, sería ilusorio hablar de su desmantelamiento o de su repatriación. La sobrevida o la eliminación de la rebelión ruandesa en tierras congoleñas depende pues de la voluntad de sus diversos «padrinos» En cuanto a los ejércitos ruandeses y ugandeses, asociados más de una vez al ejército congolés en operaciones mixtas de acorralamiento de estos rebeldes ruandeses, sería demasiado pedirles que llevaran adelante una empresa destinada a liquidar su propio «comercio» y el de algunos de sus dirigentes políticos.

En este marco, se puede también sospechar de las tropas de la ONU de la Monusco que cierran los ojos sobre las operaciones mafiosas del pillaje de los recursos naturales de la RD Congo.

Según ciertas informaciones provenientes del Este de la RD Congo, el movimiento rebelde de las Fuerzas Democráticas por la Liberación de Ruanda (FDLR) hoy está controlado esencialmente por los Tutsi ruandeses. Serían ellos los autores de las masacres perpetradas contra las poblaciones congolesas del Este, particularmente en Kivu Sur y Norte. El objetivo al que apuntan los Tutsi sería el de retomar las tierras a las poblaciones congolesas.

Se le planteó una pregunta al portavoz militar de la Monusco para confirmar la información según la cual los Tutsi serían hoy los amos del movimiento rebelde llamado FDLR. El teniente-coronel Félix- Prosper Basse indicó que «se habían relevado de tanto en tanto entendimientos entre los Hutu ruandeses y congoleses. Pero él no sabría responder con precisión si son los Tutsi los que hoy constituyen los elementos de las FDLR» .

2. EL COMERCIO FRAUDULEENTO DE LOS «MINERALES DE SANGRE»

El 2 de enero, la policía de frontera incautó 600 kilos de casiterita en el puesto fronterizo de Goma (Kivu Norte), conocido como «la gran barrera» que separa a Ruanda de la República Democrática del Congo (RDC). Fuentes cercanas a la Dirección General de Aduanas e Impuestos (DGDA) afirmaron que los servicios de la Agencia Nacional de Información (ANR), de Detección militar de las actividades anti-patria (Demiap) y de la policía de frontera estaban implicados en el fraude minero de esta provincia.

250 kilos de casiterita habían sido incautados en el mes de agosto en la misma frontera por la policía. El propietario de estos minerales intentaba hacerlos pasar fraudulentamente por Ruanda a bordo de un jeep. En el mes de noviembre 2011, Ruanda había entregado a la RDC 81 365 Kg de minerales de casiterita, de coltan y de wolframita. Estos minerales, provenientes de Kivu Norte, fueron introducidos en Ruanda mediante fraude después que fueran incautados por los servicios de seguridad de este país un mes antes.

Según un informe presentado por la ONG belga IPIS en ocasión de la última cumbre del CIRGL, 2 toneladas de oro, es decir el 80% de la cantidad producida en RDC, son exportados mediante fraude. Lo que se traduce en una pérdida anual de aproximadamente 122 millones de dólares para el gobierno.

a. Un libro sobre el camino de la casiterita

En su obra de 344 páginas, Christophe Boltanski, gran reportero del «Nouvel Observateur», hizo sus averiguaciones sobre el camino de la Casiterita, principal componente del estaño, uno de los minerales más disputados a causa de los teléfonos móviles, los MP3, los escáneres, las impresoras, los ordenadores …

Así es que, en este libro cautivante y denso publicado por ediciones Grasset, el autor muestra que esta guerra que desde hace quince años sacude a la región de los Grandes Lagos del Este de la RD Congo, en particular, y que parece tan lejana a los ojos de un occidental está, en realidad, ligada a su confort tecnológico y a su matrimonio con la modernidad.

La guerra no es evidentemente un azar. Es motivada por la explotación de los recursos del sub-suelo congolés. Desde el siglo XIX, el Congo y sus inmensas riquezas suscitan todas las envidias. Siempre fue considerado como una tierra de riqueza que hay que pillar. Sí, la casiterita, el metal preferido de la industria de punta, es a la vez el motor y la apuesta de esta guerra. Hoy día, este principal componente del estaño es el carburante de esta guerra.

Y el estaño, fácil de manipular y de soldar, excelente conductor, se convirtió en un metal indispensable para la composición de numerosos objetos electrónicos cuyos circuitos impresos hacen nuestra vida cotidiana tan confortable : PC, MP3, móviles, aviones, coches, PlayStation, hi-fi, radios, televisiones, decodificadores, escáneres, impresoras… todo lo que es electrónico, toda nuestra modernidad contiene una traza de él.

Por lo tanto, el occidente es, más que nunca, dependiente de estas materias primas.

He seguido pacientemente las ramificaciones. El mineral primeramente es conducido en bicicleta, o cargado a espaldas de un hombre, en sacos de 50 o 60 kg, hasta una pequeña localidad, Walikale, de donde es conducido, por avión, a Goma, la capital de Kivu Norte. Molido y pulverizado, el mineral marcha luego hacia Ruanda. De Kigali, parte en camiones hacia Dar-es-Salaam. Luego es exportado a Malasia, a la fundición de Butterworth, donde se refina un octavo de la producción mundial, allí se transforma el polvo de estaño en deslumbrantes lingotes plateados, puro en más del 99%. Sus mayores clientes: los fabricantes de hilos de soldar entre los cuales el grupo alemán Henkel, célebre gigante del detergente. Los excavadores trabajan en condiciones muy difíciles: bajo un calor alucinante, deben recorrer túneles siempre más largos, con sacos de 50 kg sobre sus espaldas. Los riesgos que deben tomar para ganar algunos francos congoleses son insensatos. A veces, no ganan nada cuando su explotación es pillada por los hombres armados o cuando deben andar sin descanso gratuitamente por las nuevas vetas, todavía poco rentables. Casi todos los excavadores están endeudados. Verdaderamente es una forma de esclavitud.

Es difícil decir quién es el responsable de esta nueva esclavitud, pues cada actor puede fácilmente liberarse de sus responsabilidades. Ahora bien, todo está prefinanciado. Los negociantes compran los minerales con el dinero de las factorías, que ellos mismos reciben del principal intermediario, Minerals Supply Africa, quien a su vez se hace prefinanciar por la fundición Malaysia Smelting Corporation. Entonces, contrariamente a lo que ellos dicen, saben muy bien de dónde viene el mineral.

Es necesario que la gente tome conciencia que los productos electrónicos que compra tienen un costo humano muy alto. Se necesita una presión por parte de los consumidores. Debemos luchar para que haya una verdadera trazabilidad de las materias primas.

b. Silencio. Se continúa el pillaje y la matanza en el Este de la República Democrática del Congo.

Cada día que pasa aporta su lote de exacciones: robos, pillajes, violaciones, torturas extorsiones, maltrato, asesinatos, masacres, y más particularmente en los dos Kivu. Esta zona de inseguridad escapa cada vez más al Estado congolés. Se estableció allí una vasta red de mafiosos que controlan las concesiones mineras. Se trata de una red compuesta por jefes de grupos armados (extranjeros y nacionales), oficiales de las FARDC, autoridades políticas y administrativas, intermediarios, comerciantes y hombres de negocios que actúan en colaboración con cómplices que tienen sus bases en los países vecinos (Ruanda. Uganda, Burundi, Tanzania, Kenia). He aquí por qué la solución tarda en llegar. Lo cual explica también que el Kivu se haya convertido en un “El dorado”, un no man’s land.

En estas provincias, el costo de la producción y de la compra de minerales es menor. Se recurre a excavadores artesanales que trabajan para grupos armados y ciertos oficiales del ejército regular, que compran a precios irrisorios. Se alienta esta explotación artesanal mantenida por grupos armados para evitar la vía mecánica que necesita grandes inversiones. Por el contrario, se vende a precios de bolsa, obteniendo así pingües ganancias. Esto es lo que explica el caos congolés, pues es en el desorden que se organizan las grandes ganancias. La existencia de redes mafiosas está establecida. Nadie tiene dudas de la colusión de las fuerzas regulares congoleñas con las fuerzas negativas, sin olvidar la de los países vecinos. El problema ya no es más congolés. Se vuelve regional e internacional.

«Todo el mundo gana, menos el pueblo», se resignan a decir todos aquellos que denuncian la impunidad de la cual parecen gozar en Kinshasa todos los que están implicados en la persecución de los conflictos armados en la Provincia Oriental así como en el Kivu Norte y Sur.

El rechazo de los jefes militares de la antigua rama armada del CNDP (Consejo Nacional para la Defensa del Pueblo) de ser separados de sus bases del Kivu y la nominación de algunos de ellos en altos puestos de responsabilidad en el seno de las FARDC no son nada tranquilizadoras. Todo sucede como si el CNDP encontrara su cuenta. En efecto, su actitud podría justificarse por las abundantes ganancias que sacan de la explotación de las zonas mineras, con las complicidades que el Estado congolés debe identificar y sancionar. Razón por la cual en las propuestas de las grandes reformas del Estado, se pide que los «militares abandonen las concesiones mineras».

Poner fin a los pillajes y a las matanzas en el Este de la RDC, es comprometerse decididamente a desmantelar las redes mafiosas, restablecer la autoridad del Estado sobre todo el territorio, controlar el circuito de comercialización responsable de los minerales. Con el objetivo de permitir al pueblo congoleño ser el primer beneficiario de sus riquezas naturales.

Del país «potencialmente» más rico del mundo, la República Democrática del Congo (RDC) se convirtió en uno de los países más pobres del planeta que vive hoy de la asistencia y ayuda humanitarias.

Según diferentes informes del Banco Mundial y del PNUD, el fraude, la permeabilidad de las fronteras, la corrupción generalizada a todos los niveles, la dilapidación del activo, el fraude fiscal, el no respeto de las sanciones, el desvío de los dineros públicos, la extorsión, la política de amiguismos, no han hecho más que mermar los recursos de la RDC.

Los minerales congoleses (casiterita, coltan, oro) pueden ser exportados y vendidos con un embalaje extranjero. Es lo que precisamente está ocurriendo ahora. Los minerales provenientes de la RDC se encuentran en Burundi, Ruanda, Uganda y en Tanzania y es a partir de estos países vecinos del Congo que son exportados hacia Europa, China, Asia y los Países Árabes. Últimamente es la sociedad china especializada en el estaño, T.T.T. Mining, la que compra y exporta la mayoría de la casiterita congoleña negociada en Bukavu y Goma.

El ejército congolés está profundamente implicado, mientras que ciertos países vecinos están poco dispuestos a abandonar la RDC y a reducir su influencia en el comercio de minerales por razones de «seguridad».

Los actos ilegales contra las riquezas naturales son una manifestación de la incapacidad del Estado para establecer su autoridad en todo el territorio. Los recursos que no están bajo el control del Estado están pues sujetos al pillaje. En consecuencia, la protección de los minerales contra el pillaje es ante todo una cuestión nacional. El pillaje no cesará hasta que estos recursos estén bajo la protección del Estado congoleño.

Lo que sucede en el Este del Congo es el síntoma de un malestar muy grande que golpea a la RDC, la ausencia de una real autoridad estatal. La RDC es un Estado disfuncional por excelencia. Realmente es el estereotipo de un estado africano rico en recursos pero cuyo gobierno deja mucho que desear. Esto parece indicar varios problemas, siendo esencial el concepto de poder y de organización de la sociedad. El gobierno del presidente Kabila no ha sido capaz de reorganizar ni el ejército nacional, ni los servicios de seguridad, ni la administración, con vistas a proteger y reglamentar el comercio de los minerales estratégicos del país. Por consiguiente, toda iniciativa debe concentrarse en la reconstrucción del Estado congoleño, ya que un estado fuerte y competente es la única solución a largo plazo para los «minerales de sangre». Ninguna legislación extranjera pondrá término al comercio de estos minerales de sangre en ausencia de un estado congoleño funcional. El Congo necesita una autoridad ética creíble.

Según diversos informes, algunos oficiales de las FARDC se libran a este comercio ilegal de minerales. Ya sea en complicidad con sus homólogos ruandeses o con los rebeldes ruandeses, particularmente las FDLR. Esta lucha contra el tráfico ilícito de minerales de sangre solo puede fructificar si, en el plano interno, las autoridades congoleñas toman todas las medidas que se imponen y sancionan severamente a todos aquellos que son reconocidos culpables de este comercio ilegal. Kinshasa tiene pues la obligación moral, política y judicial de actuar eficientemente cuando se sabe que son estos minerales los que son el motor de la guerra y de la inseguridad en la zona este de la RDC, precisamente en los dos Kivu. Pero también en la región del África de los Grandes Lagos. Razón por la cual la Conferencia internacional sobre la región de los Grandes Lagos, CIRGL, decidió la «certificación de los minerales de la región». El expediente evoluciona positivamente. Pero la RDC debe acelerar la puesta en marcha de este proceso.

c. Un decreto ministerial que promueve el Mecanismo regional de certificación de los recursos naturales

El 29 de febrero, la RD Congo promulgó un decreto ministerial que promueve un mecanismo regional de certificación de los recursos naturales aprobado por los jefes de estado y de gobierno, miembros de la Conferencia internacional sobre la región de los Grandes Lagos, CIRGL, en ocasión de la cumbre especial sobre los recursos naturales que tuvo lugar en Lusaka, Zambia en diciembre 2010. Esta herramienta, instrumento de base de la Iniciativa regional sobre los recursos naturales (IRRN) permitirá establecer normas apropiadas relativas a la cadena de aprovisionamiento de los minerales, incluidas las disposiciones sobre la certificación del origen, tales como el etiquetamiento, el seguimiento, la supervisión y la verificación de los productos, así como la puesta en marcha y el reforzamiento de las capacidades de los actores directamente implicados en el proceso, garantizando así que los minerales a exportar no provienen de las zonas en conflicto, o no alimentan a grupos armados. Este mecanismo determinante para el futuro de las poblaciones de la región permitirá luchar contra la explotación ilegal de los recursos mineros y el comercio ilícito de estos minerales que constituyen una de las causas de los conflictos que paralizan a la región de los Grandes Lagos y más particularmente la RDC.

Este esfuerzo de la RDC también debería marcar una real toma de conciencia de esta explotación ilícita de los «minerales de sangre». Igualmente se inscribe en esta lucha destinada a neutralizar las fuerzas negativas que generan tanta rabia en la región y que, gracias a esta comercialización, disponen de una «economía de guerra» lo cual les permite desestabilizar el país.

Es cierto que en el plano internacional, es válido señalar la existencia de esta ley americana DODD-Franck que se inscribe en el mismo contexto. De esta manera, las compañías americanas tienen la obligación de mencionar, de precisar el origen de sus minerales y no comprar más que aquellos minerales certificados. Una ley que ya ha obligado a algunos negociantes a rever sus cálculos para evitar caer en las redes de la ley americana.

Si bien es correcto tomar una decisión, es necesario también aplicarla sin tergiversaciones. Pues tanto los grupos armados como las fuerzas negativas continúan beneficiándose de ciertas complicidades, a nivel nacional, regional e internacional, la paz en la región de los Grandes Lagos será siempre solo un voto piadoso.

d. La lista de las 85 compañías oficialmente designadas por las Naciones Unidas en el pillaje de los minerales congoleses

1. AFRICAN TRADING CORPORATION Sarl, SOUTH AFRICA

2. AFRIMEX, United Kingdom

3. AHMAD DIAMOND CORPORATION, BELGIUM

4. A.H. PONG & Sons, SOUTH AFRICA

5. A. KNIGHT INTERNATIONAL Ltd, United Kingdom

6. A & M MINERALS and METALS Ltd, United Kingdom

7. ALEX STEWART Ltd (Assayers), United Kingdom

8. AMALGAMATED METAL CORPORATION Plc, United Kingdom

9. AMERICA MINERAL FIELDS (AMFI), USA

10. ANGLO AMERICAN Plc, United Kingdom

11. ANGLOVAAL MINING Ltd, SOUTH AFRICA

12. ARCTIC INVESTMENT, United Kingdom

13. ASA DIAM, BELGIUM

14. ASA INTERNATIONAL, BELGIUM

15. ASHANTI GOLDFIELDS, GHANA

16. AVIENT AIR, ZIMBABWE

17. BANRO CORPORATION, SOUTH AFRICA

18. BARCLAYS BANK, United Kingdom

19. BAYER A.G., GERMANY

20. B.B.L. Banking, BELGIUM

21. BELGOLAISE, BELGIUM

22. CABOT CORPORATION, USA

23. CARSON PRODUCTS, SOUTH AFRICA

24. CHEMIE PHARMACIE NETHERLANDS, HOLLAND

25. COGECOM, BELGIUM

26. C. STEINWEG NV, BELGIUM

27. DARA FOREST, THAILAND

28. DAS AIR, United Kingdom

29. DE BEERS, United Kingdom

30. DIAGEM BVBA, BELGIUM

31. EAGLE WINGS RESOURCES INTERNATIONAL, USA

32. ECHOGEM, BELGIUM

33. EGIMEX, BELGIUM

34. ENTREPRISE GENERALE MALTA FORREST, DRC

35. EUROMET, UK

36. FINCONCORD SA, SWITZERLAND

37. FINMINING, SAINT KITTS

38. FIRST QUANTUM MINERALS, CANADA

39. FLASHES OF COLOR, USA

40. FORTIS, BELGIUM

41. GEORGE FORREST INTERNATIONAL AFRIQUE, DRC

42. HARAMBEE MINING CORPORATION, CANADA

43. H.C. STARCK GmbH & Co KG, GERMANY

44. IBRYV AND ASSOCIATES LLC, SWITZERLAND

45. INTERNATIONAL PANORAMA RESOURCES Corp, Canada

46. ISCOR, South Africa

47. JEWEL IMPEX Bvba, Belgium

48. KABABANKOLA MINING COMPANY, Zimbabwe

49. KEMET ELECTRONICS CORPORATION, USA

50. KHA International AG, Germany

51. KINROSS GOLD CORPORATION, USA

52. K & N, Belgium

53. KOMAL GEMS NV, Belgium

54. LUNDIN GROUP, Bermuda

55. MALAYSIAN SMELTING CORPORATION, Malaysia

56. MASINGIRO GmbH, Germany

57. MELKIOR RESOURCES Inc, Canada

58. MERCANTILLE CC, South Africa

59. MINERAL AFRIKA Limited, United Kingdom

60. NAC KAZATOMPROM, Kazakhstan

61. NAMI GEMS, Belgium

62. NINGXIA NON-FERROUS METALS SMELTER, China

63. OM GROUP Inc, USA

64. OPERATION SOVEREIGN LEGITIMACY (OSLEG) Pvt Ltd, Zimbabwe

65. ORION MINING Inc., South Africa

66. PACIFIC ORES METALS AND CHEMICALS Ltd, Hong Kong

67. RAREMET Ltd, Saint Kitts

68. SARACEN, South Africa

69, SDV TRANSINTRA, France

70. SIERRA GEM DIAMONDS, Belgium

71. SLC GERMANY GmbH, Germany

72. SOGEM, Belgium

73. SPECIALITY METALS COMPANY SA, Belgium

74. STANDARD CHARTERED BANK, U.A.E.

75. SWANEPOEL, South Africa

76. TENKE MINING CORPORATION, Canada

77. THORNTREE INDUSTRIES (Pvt) Ltd, Zimbabwe

78. TRACK STAR TRADING 151 (Pty) Ltd, South Africa

79. TRADEMET SA, Belgium

80. TREMALT Ltd, Belgium

81. TRINITECH INTERNATIONAL Inc, USA

82. TRIPLE A DIAMONDS, Belgium

83. UMICORE, Belgium

84. VISHAY SPRAGUE, USA and Israel

85. ZINCOR, South Africa.

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La agencia de traducción Mondo Agit y el traductor voluntario Mario Darino Fernández han hecho posible esta traducción del francés al español para la iniciativa PerMondo (traducciones gratuitas de páginas web y documentos para asociaciones benéficas).

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