SUMARIO
EDITORIAL: reconducir la democracia a buen puerto
1. POLÍTICA INTERNA
a. La Asamblea Nacional
b. Mwando Nsimba consulta los partidos de la oposición
c. El balance de consultas de Mwando Nsimba
d. La UDPS con dificultades
e. ¿Hacia una asamblea monolítica?
2. REGRESO A LAS ELECCIONES DE NOVIEMBRE DE 2011
a. El informe del ministerio conjunto de las Naciones Unidas sobre derechos humanos
b. El informe final de la Misión de Observación Electoral de la Unión Europea
c. El informe de la Liga de Electores
d. La petición de la coalición de la Sociedad civil congolesa
EDITORIAL: RECONDUCIR LA DEMOCRACIA A BUEN PUERTO
La Misión de observadores electorales europeos (MOE EU) y la Liga de Electores (LE) han publicado sus informes finales sobre las elecciones del 28 de noviembre. Las constataciones y los análisis ya se conocían desde que se divulgaron de forma parcial los primeros informes. Su conclusión es clara: los resultados electorales publicados por la Comisión electoral no son creíbles, debido a numerosas irregularidades y fraudes cometidos durante el transcurso del proceso electoral. Contrariamente a informes precedentes, a partir de ahora se formularán disposiciones concretas para evitar, en un futuro, los errores cometidos y para mejorar el desarrollo de las próximas elecciones. El Comité de Derechos Humanos de Naciones Unidas (CDHNU) también ha publicado un informe sobre las violaciones de los derechos humanos cometidos durante las últimas elecciones. El informador Mwando Nsimba, encargado de identificar una mayoría parlamentaria más precisa, ha concluido sus consultas con los diferentes partidos de la mayoría y de la oposición.
Al final de la misión del informador, la RDC (República Democrática del Congo) se enfrenta a tres tendencias: 1) un gobierno controlado totalmente por la mayoría presidencial, 2) un gobierno de unidad nacional dirigido por un Primer ministro proveniente de la oposición, 3) un gobierno de transición que se encargue de la organización de nuevas elecciones. A partir de dichas conclusiones, el presidente de la República debería nombrar al próximo Primer ministro o, en su defecto, un formador del próximo gobierno. Mientras tanto, la Asamblea Nacional debería proceder a la implantación de su ministerio definitivo. Tras la aprobación del art.22 del Reglamento interior, dicho ministerio definitivo estará compuesto por siete miembros, cinco de los cuales serán designados por la mayoría y dos por la oposición. A la vista de los recientes informes, se ve con claridad que la mayoría actual, alcanzada en un proceso manchado de irregularidades, fraudes electorales y actos de violencia, no goza de suficiente legitimidad y no puede permitirse el desafío de querer gobernar el país, como si las elecciones se hubieran desarrollado de forma correcta. Por consiguiente, cabe aportar un “correctivo” a la incredulidad de los resultados de las elecciones, mediante la “indemnización” de los daños ocurridos a la oposición, o de un nuevo “reparto del pastel” del poder, pero un acto de “corresponsabilidad nacional” suprema, con el fin de reconducir la democracia a buen puerto.
1. POLÍTICA INTERNA
a. La Asamblea Nacional
El 6 de marzo, la Asamblea Nacional adoptó su reglamento de orden interno, quedando 311 votos contra 18. Se abstuvieron sesenta y tres diputados. Dicho reglamento se adoptó en su globalidad, sin recabar en las más de 700 enmiendas aportadas por determinados diputados. La plenaria decidió confiar su examen a la comisión política, administrativa y jurídica (PAJ) que se implantará tras la instalación del ministerio definitivo de la Cámara baja del Parlamento.
Según expuso el diputado Delly Sessanga, miembro de la comisión encargada de la redacción del llamado reglamento interno, “incluso si el voto parece precipitado para algunos, se puede explicar si tenemos en cuenta los intereses políticos del tiempo, ya que el ministerio definitivo de la Asamblea debe implantarse lo antes posible”.
El Reglamento interno estipula, entre otros, la participación de la Oposición en el ministerio definitivo de la Cámara baja. Según este principio, la representación del ministerio definitivo podría realizarse en base al peso de cada partido, sin hacer referencia a su adhesión política.
El 29 de marzo, los diputados adoptaron el artículo 22 del reglamento interno ya que planteaba problemas. Dicho artículo estipula ahora que “el ministerio definitivo está constituido por el esfuerzo de reproducir en su seno la configuración política de la Asamblea Nacional”. Una innovación que abre el ministerio de la Asamblea a los independientes y no aliados. La nueva formulación del artículo 22 fue propuesta por el Tribunal Supremo de Justicia tras diferir de la proposición inicial realizada por los diputados. La antigua fórmula del mismo artículo decía: “El ministerio está constituido por miembros provenientes de la Mayoría y de la Oposición política de la Asamblea Nacional…”, el cual parecía excluir a los independientes y no aliados.
El 5 de abril, la MP (Mayoría Presidencial) publicó los nombres de sus candidatos para la elección de los miembros del ministerio definitivo de la Asamblea Nacional. Son los siguientes:
Presidente: Aubin Minaku del PPRD (Partido del Pueblo para la Reconstrucción y la Democracia).
Vicepresidente: el puesto regresa al Palu (Partido lumumbista unificado).
Ponente: Ezadri del MSR (Movimiento Social para la Renovación).
Administrador: Elysée Minembwe del ARC (Alianza por la Renovación del Congo).
Administrador adjunto: Kaboy del AFDC (Alianzas de federalistas demócratas del Congo).
Según algunas fuentes, en lo que respecta al 1er vicepresidente, el Palu habría designado a Godefroid Mayobo, elegido diputado en Bandundu y secretario permanente y portavoz del partido. Pero la candidatura que habría aceptado la MP sería la de Justin Kiluba. También se habría propuesto la candidatura de Mwando Nsimba.
Al término del reglamento interno de la Cámara baja del parlamento, de los siete miembros que formarán parte del ministerio, cinco provendrán de la Mayoría Presidencial y dos de la Oposición.
El 6 de abril, el diputado Serge Mayamba de la UDPS declaró que sus candidatos de la oposición para la elección de los miembros del ministerio definitivo de la Asamblea Nacional son Sami Badibanga, de la Unión para la Democracia y el Progreso Social (UDPS) y Angélique Milemba Bukasa del Movimiento de Liberación del Congo (MLC). El candidato de la UDPS será designado para ocupar el puesto de segundo vicepresidente de la Asamblea Nacional y el del MLC ocupará el de ponente adjunto.
b. Mwando Nsimba consulta los partidos de la oposición
El 19 de marzo, Mwando Simba, el informador designado por el presidente Joseph Kabila para liberalizar la coalición mayoritaria en la Asamblea Nacional con vistas a la formación del gobierno, recibió a los representantes de la oposición.
Al final de la entrevista que tuvo con Charles Mwando Nsimba, Vital Kamerhe, presidente de la Unión por la Nación del Congo (UNC), declaró: “Estamos buscando soluciones a los problemas de nuestro país. No hemos ido a ver al informador con la intención de buscar puestos… no nos encontramos ante una gestión de reparto de puestos”. Situado en la tercera posición de la presidencia, Vital Kamerhe remarcó que “El presidente de la República está buscando una nueva mayoría parlamentaria. Lo que nos muestra claramente que no ha reconocido la mayoría tal y como fue proclamada por la Ceni” y afirmó que el reencuentro de los oponentes con el informador pretendía transmitir un mensaje al presidente Kabila para salir de la “crisis política” nacida de las elecciones presidenciales y legislativas, discutidas a causa de las irregularidades que las distinguían. Con el fin de resolver lo que considera como una crisis de legitimidad consecutiva a dichas elecciones, pide al presidente Kabila “invitar a todo el mundo para conversar, que cada uno muestre su punto de vista de la situación y la vía de salida a la crisis. El diálogo debe desembocar en unas instituciones con una legitimidad reforzada, reencontrada, la cohesión nacional restablecida, pero también con unos indicadores de buen gobierno y un calendario bien definido para el resto del proceso electoral”.
Vital Kamerhe preconiza de igual modo un nuevo gobierno de coalición.
Léon Kengo wa Dondo, líder de la Unión de Fuerzas para el Cambio (UFC), pidió a Mwando Nsimba ir más allá de la Mayoría electoral, más allá de las divisiones Este-Oeste, más allá del tándem Mayoría-Oposición, con tal de crear una nueva Mayoría que se preocupe de realizar un amplio acuerdo en torno a un programa común y concertado de gobierno. Dicha Mayoría debería, concretamente, reflejarse en la configuración de todas las otras instituciones de la República. Se ganaría en términos de competencias provenientes de todos los horizontes, para construir el país, gracias a la colaboración de todos y en un estado de paz y reconciliación. Es cierto que esta proposición no gusta a todo el mundo. Sobre todo porque es susceptible de transformar el Orden político resultante de las elecciones del 28 de noviembre de 2011.
Mbusa Nyamwisi, presidente del RCD/KML (Katanga Mining Limited), declaró que su partido podrá participar en un gobierno que tenga en cuenta la justicia social que ha faltado durante la primera legislatura.
José Makila, antiguo ejecutivo del MLC de Jean-Pierre Bemba y actual presidente de la Alianza de Trabajadores Demócratas (ATD), su propio partido, está preparado para aportar la primera piedra del edificio de la nación formando parte de la nueva mayoría parlamentaria. Pero con la condición de un gobierno de apertura y de amplia unión nacional.
Según Thomas Luhaka, secretario general del Movimiento de Liberación del Congo (MLC), su partido también está preparado para “contribuir a la mejora de la calidad del proceso electoral”.
También se reunió con Mwando Nsimba el secretario general de la Democracia Creyente (Démocratie Chrétienne). “Nosotros fuimos a su casa a petición suya. Nosotros no hemos hecho nada más que presentarle un memorándum en el que renovamos nuestra posición, a saber que nosotros no reconocemos las instituciones actuales y que quién ha sido elegido como Presidente de la República ha sido Étienne Tshisekedi. Nosotros le hemos propuesto dialogar”, declaró. Días anteriores, el presidente del partido Eugène Diomi Ndongala, había afirmado que no cabía hablar de su asistencia a la cita con Mwando.
La Unión para la Democracia y el Progreso Social (UDPS), de Étienne Tshisekedi, se negó a reunirse con el informador. Albert Moleka, director del gabinete de Étienne Tshisekedi y portavoz de la UDPS, en las antenas de Radio lisanga TV (RLTV), retomó la posición de su partido y subrayó que “Tras haber sido manchadas de muchas irregularidades las elecciones del 28 de noviembre de 2011, el presidente nacional Etienne Tshisekedi decidió anularlas. Por consiguiente, la UDPS desconsidera todas las estructuras, instituciones y personas resultantes de dicho proceso electoral. Causa de ello es la declinación por parte del partido a la invitación relacionada con las consultas. De no actuar así, se contradeciría con ella misma”.
Clément Kanku, presidente del Movimiento para la Renovación (MR) y coordinador de la Unión para la Nación (UN), declaró que las consultas realizadas por el informador son un medio para “excluir” a algunos miembros de la oposición con vistas a la formación del gobierno. Según él, “deben realizarse concertaciones serias, no un cazatalentos que busque a gente para rellenar su gobierno”. Así pues, desea un diálogo previo entre Kabila y Tshisekedi, entre la mayoría y la oposición.
La mayoría de los partidos políticos miembros de la Dinámica Tshisekedi Presidente (DTP) han pisado los talones a la UDPS. Por esa razón, el Ecidé de Martin Fayulu, el PT (Partido Trabajador) de Steve Mbikayi y el SET (Apoyo a Étienne Tshisekedi) de Roger Lumbala, se negaron rotundamente a escuchar al informador.
c. El balance de las consultas de Mwando Nsimba
El 28 de marzo, durante la presentación a la prensa del balance de sus consultas con las formaciones políticas para identificar una coalición mayoritaria en la Asamblea Nacional con vistas a la formación del gobierno, el informador Charles Mwando Nsimba declaró que las proposiciones formuladas por los partidos políticos de la oposición se pueden agrupar en tres tendencias:
– La primera tendencia está a favor del compromiso entre las formaciones políticas de la oposición y de aquellas de la mayoría para la elaboración del programa del futuro gobierno. Este primer grupo se muestra a favor del espíritu de apertura promulgado por el Jefe de Estado y sugiere un acuerdo en torno al programa gubernamental.
– La segunda tendencia está a favor de la organización de concertaciones para implantar un gobierno de unión nacional dirigido por un Primer ministro proveniente de la oposición. En este caso, el informador ha rechazado enseguida la idea, tras afirmar que no puede ser factible nombrar un Primer ministro que forme parte de la oposición, ya que “esto renegaría la existencia de la mayoría”. Tal esquema, ha añadido el informador, no corresponde con el principio constitucional según el cual el Presidente de la República elige su Primer Ministro en el seno de la mayoría parlamentaria. Tampoco corresponde con la visión de apertura promulgada por el Jefe de Estado, quien excluye una coexistencia eventual, pues sin lugar a dudas existe una mayoría a su favor.
– El último grupo de partidos de la oposición está a favor de un diálogo en el seno de la clase política que neutralice la actual crisis e implante nuevas instituciones que se encarguen de la reorganización de las elecciones.
Por otro lado, Charles Mwando Nsimba afirmó que algunas agrupaciones políticas de la oposición, sin citarlas, habían decidido firmar de manera oficial un acta de adhesión “a la mayoría parlamentaria que se consolida en la Asamblea Nacional”. “La mayoría parlamentaria no debe confundirse con la mayoría presidencial”, precisó Charles Mwando, quien subrayó que los nuevos miembros podrían colaborar con la MP a la manera del Palu de Antoine Gizenga desde 2006.
Añadió que la mayoría presidencial, plataforma política cercana al jefe de Estado, así como sus aliados, quienes se muestran a favor de gobernar solos y quitar la representación del papel de control y contrapeso a la oposición. No obstante, la MP deja la posibilidad de decidir al presidente de la República sobre la apertura o no de su gobierno en la oposición.
Tras haber finalizado sus consultas, el informador Mwando Nsimba presentó una categorización de los partidos de la Oposición según tres tendencias. Se trata de aquellos que respondieron de manera favorable a la llamada “a la apertura” del presidente de la República para formar parte de la nueva mayoría con un mínimo compromiso sobre el programa de Gobierno (el caso de la UFC de Kengo, el ADT de Makila y el RDC-KML de Mbusa Nyamwisi entre otros), de aquellos que piden una concertación para un Gobierno de coalición (UNC, MLC, DTP) y de otros que no están a favor de la apertura y que promulgan un diálogo para implantar nuevas instituciones. De hecho, en la primera categoría, encontramos unos partidos que por lo que parece, simplemente han aceptado adherirse al Movimiento presidencial. En la segunda categoría, encontramos a aquellos que, aunque reconocen las instituciones implantadas, ponen como condición la apertura promulgada por Joseph Kabila, un diálogo republicano con vistas a un acuerdo. En la tercera categoría, encontramos unos partidos políticos que no reconocen en absoluto las instituciones de la República, que apoyan la tabla rasa y para quienes el diálogo debe más bien generar nuevas instituciones. Se trata del bando de la UDPS y sus aliados.
La primera categoría de la oposición designada por Mwando Nsimba, que cambió de bando y respondió a la llamada de Joseph Kabila mediante su unión a la mayoría no forma parte pues, parte de la oposición.
Al terminar la misión, el informador observa que la RCD tiende hacia tres posturas: 1º) un gobierno controlado completamente por la Mayoría Presidencial; 2º) un gobierno de unión nacional dirigido por un Primer ministro de la Oposición; 3º) un gobierno de transición encargado de la organización de nuevas elecciones.
En el primer caso, la Mayoría Presidencial como goza de un gran apoyo, implanta un ejecutivo compuesto por una mayoría aplastante de sus afiliados y de una ínfima minoría de oponentes dispuestos a dirigir sin condiciones las carteras ministeriales.
En el segundo, la mayoría y la oposición se reparten de forma equitativa las carteras ministeriales, bajo la dirección de un Primer ministro proveniente de los rangos de la Oposición. Sería necesario un acondicionamiento extra constitucional para llevar a cabo la disposición constitucional que obliga al Jefe de Estado elegido a conducir al Jefe del Gobierno en el seno de la mayoría parlamentaria.
La tercera hipótesis consistiría en el replanteamiento del orden institucional que se está estableciendo en base a los resultados de las elecciones presidenciales y legislativas del 28 de noviembre de 2011, para una nueva ronda electoral que negociar entre las partes tomadoras de la crisis de legitimidad postelectoral.
El 28 de marzo, en un comunicado de prensa que hablaba en nombre de la oposición, Vital Kamerhe, de la UNC, hizo una evaluación de la situación postelectoral. En él hace referencia en varias ocasiones a la palabra “diálogo” que encontramos en adelante en la boca de todos los políticos congoleses, tanto de la mayoría como de la oposición. Para Vital Kamerhe, este diálogo franco, inmediato e inclusivo no pretende obtener parte del pastel, sino más bien la cohesión nacional y el interés de la población congolesa. En especial, afirmó que “Todos los responsables políticos deben sentarse de forma conjunta y audaz, dentro de un marco institucional, con el fin de balizar el porvenir y conseguir reestructurar la CENI, fijar un calendario realista para que se lleven a cabo las elecciones provinciales y locales, y adoptar determinadas modalidades para la aplicación de la ley que habla del estatuto de la oposición, implantar un tribunal constitucional, reformar el CSAC y crear una política social que sea capaz de enfrentarse a la miseria que corroe al pueblo congolés”.
El presidente de la UNC compartió la conferencia de prensa con el secretario general del MLC, Thomas Luhaka, así como con el presidente nacional del Partido laborista Steve Mbikayi. En la reunión participaron más de 30 diputados miembros de la oposición, quienes reiteraron su pensamiento de “solucionar la crisis congolesa mediante el diálogo y el acuerdo republicano en torno a cuestiones de gran importancia, de manera que el pueblo congolés sea el principal beneficiario”. Cabe añadir que la oposición se reunirá para llegar a una decisión en común sobre aquellos que les representarán en dicho diálogo.
A pesar de una campaña en la que se había implicado totalmente, Kabila salió debilitado, fuertemente debilitado a causa de los fraudes sustanciales que mancharon el escrutinio del pasado 28 de noviembre. Llegados a este punto, su legitimidad es tan débil que cada miembro de su familia política, sabiéndolo bien (aunque simulen no saberlo) quieren sacar el máximo de concesiones en cuanto a puestos se refiere. Los principales estados dan lustre sus armas para atribuirse el jugoso puesto de Primer ministro o de Presidente de la Asamblea Nacional.
Joseph Kabila, tras recibir las conclusiones del informador Charles Mwando Nsimba, se dio cuenta de los apetitos insaciables de su propio partido, el PPRD, que únicamente apoya al tándem Evariste Boshab – Aubin Minaku para los puestos de Primer Ministro y de Presidente de la Asamblea Nacional. Bajo el falaz pretexto de la coherencia democrática, los bonzos del PPRD repiten continuamente que para una democracia es saludable que los puestos más importantes recaigan en el partido mayoritario, en este caso el PPRD y sus partidos satélites (con cerca de 150 escaños en el Hemiciclo). Sin embargo, el partido presidencial olvida una cosa, que las elecciones generales de 2011 no son creíbles ni ante los ojos de la comunidad nacional ni ante los ojos de la comunidad internacional, según muestran diferentes informes que se han publicado.
El primero en oponerse a esta glotonería política del PPRD fue el Palu, quien tomó parte moralmente de la mayoría presidencial porque pretendía ocupar el pedestal de la Asamblea Nacional a cambio de la administración dependiente del Primer ministro.
A Kabila no le preocupa la guerra Palu-PPRD. En emboscada, los concentrados de última hora y los falsos oponentes agrupados mayormente bajo el estandarte de Léon Kengo, también reúnen entre sus pretensiones la de ocupar el puesto de Primer Ministro. En este lote se encuentra José Makila Sumanda, antiguo gobernador del Ecuador, Busa Nyamwisi, antiguo ministro de Kabila y presidente del RCD-KML, Delly Sesanga, etc. Frente a este grupo, el PPRD y sus aliados se interponen en su camino al argumentar que en la Rd-Congo no hay una crisis política que justifique dicha apertura política. En varias ocasiones, los ejecutivos de la mayoría presidencial demostraron la inoportunidad de un gobierno de unión nacional.
Mientras tanto el ARC de Olivier Kamitatu y el MSR de Pierre Lumbi, dos partidos importantes de la Mayoría Presidencial no se quedan cortos con sus ambiciones. Éstos quieren representar un papel más importante en esta candidatura que en la precedente.
Las elecciones complicaron la situación a causa de los fraudes y de las irregularidades. Joseph Kabila debe intentar mantener la cohesión en el seno de su familia política pero también en el seno de la nación congolesa, sin dejar de preservar la eficacia gubernamental.
d. La UDPS con dificultades
El 22 de marzo, en un comunicado de prensa dirigido a los miembros de la UDPS declarados “elegidos diputados nacionales” por la CENI, la presidencia del partido invita a cada uno de ellos a notificarle, por escrito y dentro de un plazo de 72 horas, su decisión personal en cuanto a su participación o no en el fórum llamado abusivamente “Asamblea Nacional”. La presidencia del partido precisa de que a falta de recibir acuse de recibo de la carta de dimisión a esta famosa “Asamblea Nacional”, se verá obligada a valorarlo como opción de participación a dicho fórum por lo que considerará las consecuencias políticas que se impongan. El comunicado hace caso omiso de Timothée Kombo, actual presidente del ministerio provisional de la Asamblea Nacional, considerado desde entonces “excluido del fichero de miembros de la UDPS”.
“No podemos reunirnos en el Palacio del Pueblo en el mismo momento en que se reconoce la victoria al líder de la UDPS en las últimas elecciones presidenciales”, observó Valentin Mubake, consejero político de Étienne Tshisekedi. Según él, resulta inadmisible que los diputados elegidos bajo la etiqueta UDPS ocupen el Hemiciclo mientras que su líder continua recusando los resultados de las elecciones legislativas que él mismo ha declarado nulas.
El 6 de abril, el presidente del RCD/N (Nacional) y presidente de la plataforma Soutien à Etienne Tshisekedi (SET), Roger Lumbala, decidió finalmente tomar parte en las plenarias de la Asamblea Nacional. Elegido diputado de la circunscripción de Mbuji-Mayi (Kasaï-Oriental) explica que se opone a la política de la silla vacía y que la gran mayoría de la oposición en la RDC está a favor de ocupar un puesto.
En Limete, en la residencia de Étienne Tshisekedi, se anunció una lista de actores políticos de la oposición, miembros de la plataforma «Forces acquises au changement», a los cuales no les estaba permitido acercarse al líder de la UDPS. A dichos actores políticos, que sin embargo habían defendido fuertemente a la candidatura de Étienne Tshisekedi durante la última presidencial, la dirección de la UDPS reprocha la participación de sus diputados nacionales elegidos para trabajar para la Asamblea Nacional. En la lista de oponentes que llevan el sello distintivo de persona non grata, figuran los nombres de Roger Lumbala (SET), Steve Mbikayi (Partido Trabajador-PT), Martin Fayulu (Ecidé), Franck Diongo (Movimiento Lumumbista Progresista-MLP), Lisanga Bonganga (Moderador de la oposición pro-Tshisekedi), Olongo, llamado Ndeko Basile (SET). La lista no es exhaustiva. Diomi Ndongala, quien a pesar de su elección en la circunscripción de la Funa, en Kinshasa, se negó a ocupar un puesto en el Palacio del Pueblo, es el único que tiene acceso a casa de Tshisekedi.
Después del ultimátum de 72 horas dirigido a los diputados elegidos de la UDPS para hacer su elección entre ocupar un escaño en la Asamblea Nacional u observar la palabra de orden de Étienne Tshisekedi, el partido, según Kahungu, su secretario general adjunto, tomó la decisión de excluir de sus rangos a todos los recalcitrantes.
Pero no es el único, además de Timothée Kombo, quien fue excluido de la UDPS por haber ocupado y aceptado el puesto de presidente del ministerio provisional de la Asamblea Nacional; otros dos ejecutivos del partido acaban de sufrir la misma suerte. Se trata de los diputados Remy Massamba y Samy Badibanga. Ambos fueron enviados a Limete por haberse reunido con Didier Reynders, el vice primer ministro y ministro belga de Asuntos Exteriores, quien pasó una temporada en la RDC. Hoy, los diputados incriminados se defienden tras afirmar que “no se ha recibido nada a cambio en la política de la silla vacía”, y al argumentar que su “participación en la Asamblea Nacional sólo pretende restablecer la verdad de las urnas, garantizar el buen desarrollo de la continuación del proceso electoral y obtener la dimisión sin condiciones del ministerio de la Comisión Electoral Nacional Independiente, así como su profunda restructuración”. Según varias fuentes, de los 42 diputados elegidos en la lista de la UDPS, 40 se reúnen en el Palacio del Pueblo. A excepción del hijo del líder de la UDPS y de la hermana de Étienne Tshisekedi respectivamente, quienes, aunque sus mandatos hayan sido validados, fueron los únicos en boicotear los proyectos de la Asamblea Nacional.
El primero de los partidos de la oposición en la RDC, la Unión para la Democracia y el Progreso Social (UDPS), expuso el gran día sus divisiones entre sus “participacionistas” decididos a reunirse a pesar de todo en el seno de la Asamblea Nacional y su “oposición”, limitada a los cercanos al presidente del partido, Etienne Tshisekedi, autoproclamado presidente de la República, sin tener en cuenta los resultados electorales oficiales.
En el seno del partido, son precisamente los más intransigentes los que no han sido elegidos y por lo tanto, no tienen nada que perder, así como los miembros de la próxima familia del antiguo líder que cada vez se encuentra más solo para combatir su última batalla.
e. ¿Hacia una Asamblea monolítica?
Sabíamos que había una mayoría conocida en términos de las legislativas del 28 de noviembre de 2011. Pero tras las consultas de Mwando Nsimba y sin decirlo abiertamente, ahora hay una “nueva mayoría parlamentaria”.
Aunque es cierto que los partidos de la Oposición son libres de adherirse a la Nueva mayoría parlamentaria, el despido de los oponentes asesta un duro golpe al Parlamento. Corremos el riesgo de tener una cámara monolítica, que no será una caja de resonancia de la familia política en el poder. El peligro reside en que nos arriesgamos a encontrarnos frente a una Asamblea Nacional monocolor, dominada de arriba abajo por unos partidos que reclaman la mayoría. Si algunos partidos, hasta ahora identificados como partícipes de la Oposición, se unieran a los rangos de la Mayoría parlamentaria, la Asamblea Nacional apuntaría a ser monolítica. Así pues, dará lugar finalmente a una Asamblea Nacional que no hablará con una sola voz en la que resida una única ideología política, la de la mayoría.
Y, éste es el gran peligro que acecha a la joven democracia congolesa. Sería toda la democracia la que sufriría el shock. Y el pueblo con ella. De este modo, se dispondría de una oposición debilitada, cabizbaja, incapaz de representar el contra-peso, el contrapoder. A partir de este instante, no se producirían debates contradictorios, nada sería eficaz. A menos que surgiera un sobresalto de orgullo excepcional en alguno de ellos, lo cual no es evidente en absoluto. Comprobada la situación, ya podemos hacernos una idea de cómo sería la continuación del proceso político.
El mismo peligro puede afectar a la composición del equipo del ejecutivo nacional propiamente dicho. En efecto, en la MP se habla de un gobierno de apertura (y no de unión nacional), lo cual admitiría en su seno algunos elementos de la oposición escogidos con cuidado y a título completamente individual. Según varias informaciones, se distribuirán algunos miserables ministerios a las referidas personalidades de la oposición para dar una cierta imagen frente a la opinión tanto nacional como internacional, antes de exigir su dimisión o su revocación tras obtener tales malos resultados en relación con su objeto social. Para Jean-Claude Vuemba, diputado elegido de Kasangulu, un Gobierno inclusivo preconizado por la clase política, “es una trampa tendida por Joseph Kabila a la oposición”.
2. REGRESO A LAS ELECCIONES DE NOVIEMBRE DE 2011
El 20 de marzo, el ministerio conjunto de las Naciones Unidas sobre derechos humanos (BCNUDH) publicó un informe, según el cual, al menos treinta y tres personas han sido asesinadas, 22 de ellas por balas, ochenta y tres heridos, 61 de ellos por balas y dieciséis desaparecidos durante el período electoral que se extendió entre el 26 de noviembre y el 25 de diciembre de 2011. Este informe muestra que los autores de dichas violaciones de derechos humanos forman parte de la Guardia Republicana (GR), de la Agencia Nacional de Información (ANR), de la Policía Nacional Congolesa (PNC) y de sus unidades especializadas, tales como la Legión Nacional de Intervención (LENI), la brigada de investigaciones criminales et le Grupo móvil de intervención (GMI). La ONU también lamenta las violaciones cometidas, “en menor medida” por “militares de las Fuerzas Armadas de la República Democrática del Congo (FARDC).
Por otro lado, los investigadores de la ONU han documentado el arresto de al menos 265 civiles, “cuya mayoría habría sido mantenida en retención ilegal y/o arbitraria debido a su adhesión, real o presunta, a un partido de la oposición o por su pertenencia a la provincia de origen del candidato Étienne Tshisekedi, o a una de las provincias en las que se beneficia de un apoyo importante”.
La Monusco y el organismo conjunto de las Naciones Unidas sobre derechos humanos recomiendan a las autoridades congoleas una investigación judicial y están dispuestos a aportar su apoyo para traducir con justicia las personas implicadas en dichas violaciones.
El gobierno discute las cifras nombradas anteriormente por falta de pruebas y califica el informe de “incoherente, gratuito, exagerado y partidista”. El ministro de justicia, Luzolo Bambi, indicó que la la Policía Nacional Congolesa (PNC) “había registrado 20 muertos” y pidió al BCNUDH que justificase con elementos creíbles y concordantes la diferencia” entre los dos informes.
El 29 de marzo, la Misión de Observación Electoral de la Unión Europea (MOE-UE) hizo público su informe definitivo sobre las elecciones presidenciales y legislativas del 29 de noviembre. La misión “considera que los resultados publicados por la Comisión electoral nacional independiente (Ceni) no son creíbles a la vista de las numerosas irregularidades y fraudes constatados durante el proceso electoral”.
La Misión de Observación de la UE evoca especialmente la ausencia de control del fichero electoral, la “falta de transparencia” durante la limpieza del fichero, el voto con la simple presentación de la tarjeta de elector de 3,2 millones de electores (un 17% de los votantes), los “múltiples casos de fraude y de introducción de votos falsos en las urnas”, la falta de transparencia en los procedimientos de compilación de resultados, o incluso una publicación de resultados “caracterizada por una gran falta de transparencia”.
La Misión lamenta que “el marco jurídico electoral no haya sido respetado en su conjunto”, debido al incumplimiento de los plazos legales para publicar las listas de electores y su fijación por colegio electoral, la prohibición de propaganda en los edificios públicos, la participación de los funcionarios en la campaña y la utilización de las fuentes del Estado para dicha campaña.
La Misión “recalca que ni la Ceni, ni el ministerio fiscal, han realizado diligencias para impedir dichas violaciones de la ley”, aún siendo este último punto castigado con la expulsión de la candidatura del responsable.
También hizo mención de las numerosas dificultades debido a la insuficiencia de infraestructuras y de un calendario demasiado apretado. Eso explica la comunicación tardía a los partidos políticos de la cartografía electoral, así como la lista detallada de los colegios electorales.
Un capítulo del informe está dedicado al análisis de los resultados de la presidencial en Katanga (sud-este), feudo de Kabila donde obtuvo cerca del 90% de los sufragios, y en Bandundu (oeste) donde saltó de un 39,4% en 2006 a un 73,4% en 2011, ya que se trataba de progresiones fulgurantes, las cuales resultaban muy difíciles de poder explicar.
Si se ha presentado la desunión de la oposición como una explicación de la pérdida oficial de Tshisekedi, “se constata con claridad que la suma de los puntos atribuidos por la Ceni a los tres candidatos principales de la oposición (32,3%+7,7%+4,9%, en total un 44,9%) no permite deducir tal conclusión”.
La MOE-UE recomienda:
A la Presidencia de la República:
– La publicación de la ley orgánica que trata sobre la organización y el funcionamiento del Tribunal Constitucional.
– La implantación de un Tribunal Constitucional independiente, encargado de la resolución de los contenciosos electorales y de proclamar los resultados definitivos de las elecciones. Actualmente, su papel corresponde por derecho al Tribunal Supremo de Justicia (CSJ, Cour Suprême de Justice), cuya independencia se ha planteado a menudo.
A la Ceni:
– El control del fichero electoral por una estructura independiente, con el fin de garantizar la transparencia y la credibilidad.
– La revisión del fichero electoral, con vistas a su corrección (supresión de copias duplicadas) y su actualización.
– La implantación de una estructura que opere de manera contínua a nivel local para garantizar el rigor de un registro electoral permanente.
– El respeto de los plazos de publicación y de fijación de listas electorales y de la cartografía de los centros/colegios electorales durante los próximos plazos electorales, con el fin de evitar protestas.
– La simplificación del boletín de voto para las legislativas y la abolición de las listas de omitidos.
– La fijación de los resultados a nivel de los colegios electorales. Y la entrega de copias a los delegados de los partidos, a los candidatos y a los observadores nacionales.
– La puesta en línea sistemática de copias numeradas de los PV (puntos de votos) de los resultados de cada colegio electoral, con vistas a garantizar la transparencia del escrutinio.
Al Parlamento:
– La restructuración de la CENI, con el fin de garantizar que sea verdaderamente paritaria, asegurar una buena representación de la Sociedad Civil, tomar en consideración la nueva realidad política y contribuir a “su transparencia, independencia y fiabilidad”.
– La adopción de una ley orgánica que reparta de forma clara las competencias entre el Ministère de la Communication y el Conseil Supérieur de l’Audiovisuel et de la Communication (CSAC).
– La puesta en aplicación de una ley sobre financiación de los partidos y la adopción de una ley que recoja los gastos de campaña.
– El refuerzo de la libertad de manifestación pública.
– El refuerzo de los poderes de sanción contra los actos de campaña fuera del plazo legal, la utilización de las fuentes del Estado, los ataques a las libertades públicas durante la campaña electoral y cualquier otra irregularidad que se produzca en las operaciones de voto y de compilación de resultados.
– La introducción, en la ley electoral, de determinadas disposiciones según las cuales la CENI debería anunciar únicamente resultados parciales si éstos fueran resultado de una compilación provisional de resultados de los PV (puntos de votos) de los CLCR (Centros Locales de Recopilación de Resultados) publicados con anterioridad conforme a la ley.
Al poder judicial:
– La persecución de los responsables de las violaciones de derechos humanos, cometidas durante la campaña electoral, durante y después de los escrutinios, especialmente por las fuerzas del orden público, con el fin de avanzar en la política de tolerancia cero y reforzar la lucha contra la impunidad.
“Desafortunadamente, a las autoridades congolesas y a la sociedad civil les espera un importante trabajo, con la fin de mejorar el desarrollo de las elecciones y garantizar la transparencia y la fiabilidad de la democracia congolesa”, declaró el diputado búlgaro Mariya Nedelcheva, jefe de la MOE-UE, durante la presentación del informe.
El 30 de marzo, la Liga de Electores (LE) publicó, junto con el apoyo de la Federación Internacional de ligas de derechos humanos (FIDH), un informe que vuelve al tema del desarrollo de las elecciones presidenciales y legislativas del 28 de noviembre de 2011.
Sylvain Lumu Mbaya, Secretario ejecutivo de la LE, declaró que “el proceso electoral del 28 de noviembre se caracterizó por violencias, inseguridades, ataques a la libertad de expresión y de reunión, fraudes, introducción de papeletas falsas en las urnas, engaños, falsificaciones de los procesos verbales, compra de consciencias, intimidaciones, y tantas violaciones que han conseguido alterar la libre elección de los electores e impedido cualquier otra validación creíble de los resultados”.
Por otro lado, este informe formula una cuarentena de recomendaciones que la LE desea que sean puestas en práctica para la organización de las próximas elecciones y especialmente en los escrutinios provinciales y locales cuya fecha todavía no ha sido fijada.
La Liga de Electores recomienda:
Al Gobierno de la República:
Garantizar la seguridad de los individuos y la protección de los defensores de los derechos humanos.
Tomar las medidas necesarias para que los actores de violencias durante el proceso electoral sean perseguidos y juzgados.
Respetar estrictamente las libertades de reunión, de expresión y de manifestación.
Exigir al jefe de Estado que promulgue la ley relativa al establecimiento del Tribunal Constitucional.
Organizar un censo general de la población antes de la persecución de las operaciones de voto previstas.
Incluir la financiación de las elecciones en el presupuesto del Estado y mostrar de forma efectiva los fondos necesarios desde el primer año de la legislatura.
Al Parlamento:
Tomar la iniciativa de una revisión constitucional con vistas especialmente a volver a la elección del presidente de la República, a la mayoría absoluta de los sufragios exprimidos por segunda vez, en caso de no reunirse dicha mayoría.
Iniciar la revisión de la Ley Electoral, especialmente con vistas a ofrecer a los electores la representación de un papel en la impugnación de las candidaturas y/o de los resultados antes o después de la proclamación de éstos.
Entablar sin demora los debates sobre la próxima configuración de la CENI tras ver la evolución del espacio político y los fallos del actual organismo, con lo que se desea también la implicación de la Sociedad civil independiente en su composición, con vistas a un equilibrio real de los informes de fuerza y la conciliación de las divergencias Mayoría-Oposición.
Adoptar la ley sobre el reparto de los puestos únicamente después de asegurarse que se ha realizado la pequeña reforma del fichero electoral.
A la Comisión Electoral Nacional Independiente:
Aprender la lección sobre las grandes irregularidades constatadas durante la preparación, la organización y el desarrollo de los escrutinios del 28 de noviembre de 2011 y dimitir.
Al futuro poder organizador de las elecciones:
Aceptar el acceso al servidor central, así como el control del fichero electoral como acciones previas a la continuación del proceso.
Iniciar la revisión de los artículos 10 y 12 de la Ley Orgánica n°10/013 de 28 de julio de 2011 que trata sobre la organización y el funcionamiento de la CENI.
Hacer respectar y observar los prescritos de la ley electoral en todas las fases de las operaciones electorales.
Posibilitar los kits electorales y asegurar su mantenimiento, con el fin de evitar averías repetitivas durante las operaciones de voto.
Revisar de forma ordinaria y permanente el fichero electoral.
Proponer una nueva cartografía de los centros de inscripción de electores, de los centros y colegios electorales de manera que se reduzcan las distancias.
“Este informe es al mismo tiempo una constatación y una hoja de ruta que debe permitir dejar a un lado los actos de las elecciones pasadas y hacer de los próximos escrutinios un éxito para que en las elecciones de RDC no vuelvan a vivirse momentos de tensión, sino una oportunidad para construir la democracia, el Estado de derecho y el respeto de los derechos humanos en RDC”, declaró Souhayr Belhassen, presidente de la FIDH.
Las organizaciones miembros de la coalición de la Sociedad civil congolesa, se muestran preocupados por el papel deficitario representado por el liderazgo del organismo de la CENI en la organización de las elecciones del 28 de noviembre de 2022, manchadas de varias irregularidades, tales como:
– Las falsificaciones de las listas electorales;
– La falta de transparencia en la compilación de los resultados;
– El rechazo al control del servidor central;
– La ausencia de procesos verbales contradictorias en la mayoría de colegios electorales;
– La deslocalización intencionada de algunos colegios electorales;
– La pérdida de los materiales electorales sensibles sin explicación (boletines de voto y PV), etc.
Por consiguiente, exigen sin ninguna condición:
1. La dimisión inmediata del bureau de la CENI;
2. El control de la CENI por un órgano externo;
3. La revisión de la ley que trata de la organización y el funcionamiento de la CENI;
4. La restructuración de su bureau y la integración imperativa de la Sociedad civil a éste último.
Todos los informes de las misiones de observación electoral desembocan finalmente en las mismas conclusiones: las elecciones presidenciales del 28/11/11, organizadas en unas condiciones inverosímiles, han dado unos resultados que, en realidad, todavía no se conocen. Y es cierto que los fraudes más importantes han tenido lugar a nivel de los centros de compilación. Sin embargo, hubiéramos podido acercarnos a la “verdad de las urnas” si nos hubiéramos referido a los PV de los colegios electorales, que fue la última operación publicada y verificada/comprobada por testigos.
Pero las cifras publicadas por la CENI no se correspondían con dichos PV, por lo que su credibilidad es nula. Las cifras publicadas por la UDPS no se correspondían con dichos PV, por lo que su credibilidad también es nula. Y los resultados constatados por la iglesia no se publicaron porque eran parciales.
Las legislativas se desarrollaron en las mismas condiciones de la presidencial, o incluso peores.
Sin embargo, la CSJ ha ratificado los resultados de la presidencia y está haciendo lo mismo con los contenciosos de las legislativas. Su credibilidad es nula.
El tiempo se ha agotado, la lluvia tropical ha caído sobre los boletines abandonados al aire libre y se ha producido un incendio en la CENI. Lo único que podemos decir es que los resultados de las elecciones permanecerán por siempre desconocidos. Toda presumida autoridad no impone otra cosa que no sea la fuerza, la intimidación… De hecho, es resultado de un golpe de Estado… civil.
Podemos remarcar la gran sobriedad de medios del “golpe de Estado” civil en comparación con su equivalente militar. No han sido necesarios regimientos enteros. Sólo ha hecho falta hacerse con el control de un grupo reducido, formado por unas treinta personas: la CENI y la CSJ. Controlar a la CSJ no ha sido más que un juego de niños, ya que el Presidente es quien nombra sus miembros.
En lo que respecta a la CENI, la astucia ha consistido en politizarla de arriba abajo en su composición, siendo 3 miembros designados por la oposición y 4 por la mayoría. De este modo, ésta no podría ser dominada por el campo presidencial, el mayoritario.
El voto en único turno también fue aprobado sin problemas por una dócil mayoría parlamentaria.
Con un garantizado desorden tras el voto, sólo necesitaba utilizar los dos pequeños órganos de la CENI y de la CSJ para “recortar” en unos resultados desconocidos una presumida “victoria” sobre medida. El negocio estaba en el bolsillo. Cuando quisieron llegar los refuerzos para el “mantenimiento del orden”, el golpe de Estado ya se había producido.
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Traducido al españo l para el proyecto PerMondo (traducción gratuita de documentos y páginas web para ONGs). Dirigido por la agencia de traducción Mondo Agit . Traductora: Pilar Navarro Verdú
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