ÍNDICE

EDITORIAL: Dos citas simultáneas

1. LOS ÚLTIMOS PREPARATIVOS ANTES DE LAS CONSULTAS NACIONALES

2. LA OPOSICIÓN IGNORA LAS CONSULTAS

3. UNA OPOSICIÓN DISPERSA Y DIVIDIDA

4. APERTURA DE LAS CONSULTAS NACIONALES

a.     El discurso de apertura del presidente congoleño Joseph Kabila

b.     Algunas reacciones

5.     TRABAJOS PRELIMINARES DE LAS CONSULTAS

EDITORIAL: DOS CITAS SIMULTÁNEAS

Las consultas nacionales en Kinshasa (República Democrática del Congo) y las negociaciones en Kampala (Uganda) entre el gobierno congoleño democrático y el Movimiento del 23 de marzo (M-23), un grupo armado apoyado por Ruanda, se llevarán a cabo en el mismo momento (o casi) y en un intervalo de tiempo que no puede sobrepasar los quince días.

En caso de tomar diferentes decisiones…

Hay que indicar que en las dos reuniones se tendrán que tomar decisiones independientes entre sí, ya que los participantes y el orden del día son diferentes. Sin embargo estas decisiones tienen un mismo campo de aplicación, que es el fin de la guerra en el este del país congoleño y el regreso de la paz. Por consiguiente, se plantea un serio problema basado en las decisiones que las dos partes tomarán. De hecho se trata de coordinar decisiones que se puedan aplicar a los problemas planteados tanto en las consultas nacionales de Kinshasa como en las negociaciones de Kampala. Pero ¿quién se atreve de entrada a afirmar que las consultas nacionales de Kinshasa y las negociaciones de Kampala llegarán necesariamente a las mismas conclusiones? ¿Qué pasaría si se diese una contradicción (siempre es posible) entre las conclusiones de las consultas nacionales y las negociaciones de Kampala? Los delegados de las dos reuniones esperan atentamente la respuesta a esta inquietante pregunta.^[1]

… ¿qué procedimiento se seguirá?

En caso de desacuerdo, lo que hay que evitar a toda costa es que las decisiones de Kampala no tengan preferencia sobre las de Kinshasa. Así que sería bueno que los trabajos de Kampala puedan terminar antes que los de Kinshasa. En esta perspectiva, un acuerdo entre la delegación del gobierno y la delegación del M-23 en Kampala debería, antes de ser firmado, ser comunicado a Kinshasa, para que los participantes en las consultas nacionales lo tengan en consideración, lo examinen, lo enmienden y lo aprueben, después será ratificado por el Parlamento y por el gobierno. Sería entonces cuando las dos partes que participaron en las negociaciones, la delegación del gobierno congoleño y la del M-23, podrían firmar el acuerdo.

Aprobado por los participantes en las consultas nacionales, el acuerdo también se convertiría así en la expresión de la voluntad popular, a la que el mismo M-23 deberá ajustarse. Así es el juego de la democracia, tiene sus propias exigencias.

1. LOS ÚLTIMOS PREPARATIVOS ANTES DE LAS CONSULTAS NACIONALES

El 20 de agosto, un grupo de profesores de la Université de Kinshasa, reunidos en el seno de la asociación de profesores de la Universidad de Kinshasa (Apukin), declararon a la prensa que «las consultas nacionales no pueden en ningún caso ser el lugar del reparto de poder». Se declaran en contra de cualquier maniobra política que pretenda hacer de esta reunión una ocasión para pensar en los intereses individuales, que no encajan con las expectativas del pueblo congoleño que no espera más que una cosa: salir de la miseria en la que lleva años inmerso. La guerra en el este, la organización de la administración pública, la reforma del ejército y el paro, entre otros, son puntos que preocupan a estos profesores que creen que la República Democrática del Congo marcha bien.^[2]

El 21 de agosto, el grupo de contacto finalizó sus trabajos preparatorios de las consultas nacionales. La cuota de participación de los grupos invitados a las consultas nacionales se conoce finalmente por lo menos de manera oficiosa: 151 asientos están reservados a instituciones nacionales y provinciales; 140 a partidos políticos de la mayoría 100 a partidos políticos de la oposición parlamentaria y extraparlamentaria 31 a personalidades históricas 50 a expertos; 29 a jefes consuetudinarios; 20 a invitados del jefe de Estado; 20 a grupos armados; 42 a grupos de contacto que visiblemente participan de manera forzosa y, finalmente, 3 plazas a invitados del Presídium, lo que hace un total de 686 participantes.^[3]

El 27 de agosto, Aubin Minaku y León Kengo wa Dondo, miembros del comité presidencial, anunciaron que las consultas nacionales comenzarán el 4 de septiembre. Por otra parte, los dos firmaron el reglamento interno de este fórum ante los miembros del comité preparatorio. Ya se han anunciado notorias ausencias en estas audiencias: la UDPS (Unión para la Democracia y el Progreso Social) de Etienne Tshisekedi, el grupo parlamentario de la UDPS y sus aliados, el grupo parlamentario UNC (Unión por la Nación Congoleña) de Vital Kamerhe y sus aliados, las FAC (Forces acquises au changement – Fuerzas partidarias del cambio), con Martin Fayulu a la cabeza y la CDR (Corriente Democrática y Reformadora) de Jean Lucien Bussa.^[4]

El 2 de septiembre, fuentes cercanas al presídium nos informaron de que las consultas ya no se realizarán a partir del 4 de septiembre. La nueva fecha que se baraja es el 7 de septiembre. La principal razón del aplazamiento es la celebración de la Conferencia internacional sobre la región de los Grandes Lagos el próximo 5 de septiembre que tendrá lugar en Kampala y en la que participará el presidente congoleño Joseph Kabila junto con el ministro de Defensa, Alexandre Luba Ntambo, y con el ministro de Asuntos exteriores, Raymond Tchibanda. Sin embargo, todo lleva a creer que entre las causas del aplazamiento también figuran la absoluta falta de preparación y la mala organización de estas consultas nacionales. Ya que en efecto, todavía no se conocía la configuración de los asientos, el número de participantes, los temas que se discutirán ni los medios logísticos puestos a disposición de los participantes hasta 48 horas antes de la apertura de este fórum. En esta cacofonía que se muestra, por lo demás, como un dato revelador de la clase política congoleña: cada bando político, cada participante mantiene en secreto su agenda. Unos acuden a estas consultas nacionales para rehacer una nueva carrera política ocupando nuevos puestos en las diferentes instituciones de la República. Otros acuden para percibir retribuciones que hacen ir a un gran número de gente a este fórum. También hay una última categoría, minoritaria, que incluye a aquellos congoleños conscientes y preocupados por el progreso del país y cuya presencia en este fórum viene dada por la única preocupación de servir al país y contribuir a la cohesión nacional.

La otra causa del aplazamiento de las consultas nacionales sería la ausencia en el fórum de los grandes partidos políticos de la oposición, sobre todo de grupos parlamentarios de la UDPS, de la UNC, del MLC (Movimiento de Liberación del Congo). Además, en el seno de partidos políticos como la UDPS y el MLC, se han creado dos bandos. El primer bando es el de los partidarios de la participación en las consultas políticas y el segundo bando, compuesto por el ala más intransigente que es favorable a la política de la silla vacía.^[5]

2. LA OPOSICIÓN IGNORA LAS CONSULTAS

El 27 de agosto, el portavoz de la Unión por la Nación Congoleña (UNC), Jean Baudouin Mayo Mambeke, explica por qué su partido no participará en las consultas nacionales. En primer lugar recuerda que tras las elecciones mal organizadas de noviembre de 2011 con resultados poco creíbles, la UNC y otras fuerzas de la oposición así como la sociedad civil habían reclamado que se mantuviese un diálogo político nacional para resolver la cuestión de ilegitimidad que nació tras estas elecciones. Como consecuencia, la UNC continúa pidiendo un diálogo político que respete la Constitución de la República Democrática del Congo y las leyes del país. Según él, el Presidente de la República debería reconsiderar su ordenanza en el contexto de los acuerdos de Addis Abeba que le solicitan organizar la reconciliación de los congoleños y de la resolución 2098 para lo que indicó el medio: un «diálogo político transparente y sin privilegios entre todas las partes que forman el pueblo congoleño democrático» bajo el deber del Representante especial del Secretario general de la ONU en la República Democrática del Congo, en colaboración con el enviado especial de la ONU en la región de los Grandes Lagos.

Según Jean Baudouin Mayo, no es cierta la afirmación de que se hayan aceptado las condiciones planteadas por la oposición congoleña. De hecho, no ha habido ninguna liberación de prisioneros políticos y de opinión, amnistía, apertura de los medios de la oposición, representación igualitaria de los componentes, modificación de la ordenanza presidencial, ni garantía del Jefe de Estado congoleño de que se respetará la Constitución de la República en su espíritu y su literalidad, sobre todo en lo que se refiere al fin de su mandato en 2016. Por todas estas razones y por otras que hay que hacer valer, la UNC cree que no se han alcanzado las condiciones para su participación.

Respecto a un gobierno eventual de unión nacional, salido de una nueva mayoría (mayoría actual, oposición y sociedad civil), Baudouin Mayo declara que el problema del Congo es diferente al del Gobierno, que tiene otro. La cohesión nacional no pasa necesariamente por un gobierno de unión nacional. Tal gobierno obedecería a un esquema anticonstitucional, cuya finalidad es la prolongación del mandato del Presidente de la República, con o sin modificación de la Constitución. La opinión debe saber que esto es la contrapartida del gobierno de unión nacional. Así que la UNC no puede adaptarse a este esquema. Es inadmisible. Ha llegado el momento de aprender a buscar el poder junto al pueblo soberano por medio de las urnas que pueden permitir una alternancia. Por lo tanto, la UNC espera a 2016. Para eso, estamos dispuestos a todo. El mandato del presidente Kabila va a terminar el 19 de diciembre de 2016. Y el 20 de diciembre de ese mismo año, tendremos otro presidente. Le agradeceremos al presidente Kabila su labor, y vivirá en paz en este país como senador vitalicio con la inmunidad de antiguo presidente.

Respecto a los verdaderos objetivos del diálogo, según Baudouin Mayo hay dos: la evaluación de las elecciones de noviembre de 2011 y los correctivos que aportar así como la guerra en el este del Congo. El resto solo surge como consecuencia de estas cuestiones. En relación con la primera cuestión, es necesario que adquiramos un compromiso firme a favor de elecciones justas y transparentes con los mecanismos de un recurso contencioso equitativo, mientras que para la segunda preocupación, tras el análisis de esta recurrente guerra, debemos encontrar soluciones, sin que sea necesaria una prima cualquiera a los criminales de guerra. Nuestra aliada debe ser la justicia justa y equitativa.^[6]

El 28 de agosto, la UDEMO (Unión Democrática Mobutista), el PUNA (Partido de Unión Nacional) y la CRP (Convención para el Renacimiento y el Progreso), tres partidos miembros del grupo parlamentario MLC y aliados, confirmaron su rechazo a las consultas nacionales. Como condiciones previas a su participación en este fórum plantean su celebración bajo la protección de la Naciones Unidas y la ayuda del presidente Denis Sassou Nguesso del Congo Brazzaville, el cambio de denominación (diálogo nacional y no consultas nacionales), la representación paritaria de los participantes (mayoría presidencial, oposición, sociedad civil) y de las provincias así como el respeto de la cuota del 30% para las mujeres. Sin embargo, estos partidos subrayan que seguirán siendo miembros de pleno derecho del grupo parlamentario MLC y Aliados en la Asamblea Nacional.^[7]

El 31 de agosto, los grupos parlamentarios de la oposición congoleña en la Asamblea nacional UDPS, UNC, MLC y sus aliados han reafirmado, en una declaración política, su boicot a las consultas nacionales. Según esta declaración política hecha en el Palacio del Pueblo congoleño por el presidente del grupo parlamentario UDPS y aliados, Samy Badibanga, «el presidente Joseph Kabila debería publicar una nueva ordenanza que complete y modifique la del 26 de junio y que establezca un diálogo político conforme al espíritu del acuerdo base de Addis Abeba y de la resolución 2098 del Consejo de Seguridad de la ONU». Según la declaración, «los prescritos en el artículo 5 de la resolución 2098 piden al representante especial del Secretario general de las Naciones Unidas en el República Democrática del Congo, en colaboración con el enviado especial en la región de los Grandes Lagos, mantener, coordinar y evaluar la aplicación en el Congo, los compromisos nacionales pactados en el acuerdo de Addis Abeba y recordados en su anexo B. En relación a la reconciliación nacional, si se produce una fractura política en el país, será consecuencia de las caóticas elecciones presidenciales y legislativas de 2011, en las que uno de los principales actores es el ex presidente Etienne Tshisekedi. Así que la cohesión nacional no es posible sin distensión política ni inclusividad. Más allá de interferencias exteriores, en lo que se refiere a la crisis de seguridad que hace estragos en el este del Congo, esta plantea el problema de la reforma del ejército, de la organización y del funcionamiento de los servicios de seguridad, tanto civiles como militares, tema que no figura, por lo demás, en las temáticas aceptadas. Ahora bien, parece que no todos los grupos armados están invitados. Por otro lado, los firmantes de la declaración rechazan cualquier pretexto de utilizar las consultas nacionales para modificar la Constitución de la República congoleña y denuncian la voluntad de colocar a un gobierno de unión nacional o de transición contrario al espíritu y a la literalidad de la Constitución en vigor. Tomando como base todos estos elementos, los grupos parlamentarios y partidos políticos de la oposición representados en la Asamblea Nacional ejercen la opción de no participar en las consultas nacionales convocadas y organizadas para ese día».^[8]

El 1 de septiembre, el RCD (Rassemblement Congolais pour la Démocratie, en francés – Unión Congoleña para la Democracia)/KML (Kisangani Mouvement de Liberation, en francés -Movimiento de Liberación de Kisangani) de Mbusa Nyamwisi, antiguo candidato a la presidencia de 2011, rechazó las consultas nacionales tal y como estaban organizadas en ese momento, estimando que no garantizan ni la inclusividad, ni la reconciliación y cohesión nacionales. El RDC/KML acusa a la mayoría de querer «legitimizarse» a través de las consultas y exige un nuevo enfoque de este fórum hecho por la comunidad internacional. Según este partido, «el reparto desequilibrado de los participantes a favor de la mayoría presidencial, que alinea por lo menos al 75% de participantes, consagra la idea de que se trata de un verdadero congreso de la mayoría presidencial» y el poder vigente no se preocupa por la «facilitación internacional tal como se debía por el acuerdo base de Addis Abeba y la resolución 2098» del Consejo de seguridad de Naciones Unidas.^[9]

En resumen, los partidos de la oposición denuncian el hecho de que la convocatoria de estas consultas nacionales se aleja del espíritu y de la literalidad del acuerdo base de Addis Abeba (24 de febrero de 2011) y de la Resolución 2098 del Consejo de seguridad de Naciones Unidas. Para ellos, la reconciliación nacional pasa ineluctablemente por la resolución de la crisis de legitimidad nacida de las polémicas elecciones del 28 de noviembre de 2011. Así que exigen un verdadero diálogo bajo la égida de la comunidad internacional, que implicaría al presidente nacional de la UDPS, Etienne Tshisekedi, uno de los principales actores de la crisis actual y los grupos armados que se basan en la inseguridad recurrente en el este del país. Estos querrían que las consultas nacionales fuesen el lugar donde se pueda debatir sobre la legitimidad de las instituciones, la formación de un ejército republicano y moderno, el saqueo y la venta barata de los recursos naturales, la corrupción, las violaciones masivas de derechos humanos y el reclutamiento de niños soldado. Entre otras peticiones: la recusación del presidente de la Comisión electoral nacional independiente (CENI), el abad Appolinaire Malu-Malu, considerado cercano a Kabila y sospechoso de querer modificar el artículo 220 de la Constitución congoleña, para permitir al presidente solicitar un tercer quinquenio.^[10]

3. UNA OPOSICIÓN DISPERSA Y DIVIDIDA

El 1 de septiembre, contrariamente a la mayoría de los partidos de la oposición, el secretario general del Movimiento de Liberación del Congo (MLC), Thomas Luhaka, declaró que su partido participará en las consultas nacionales.^[11]

El 3 de septiembre, una delegación de siete diputados de la UDPS, conducida por Serge Mayamba, se reunió con Léon Kengo Wa Dondo, presidente del Senado congoleño y co-presidente del presídium de las consultas nacionales, con el fin de obtener información fiable referente a la organización de este fórum político, ya que su partido no participó en los trabajos del grupo de contacto que era preparatorio. Para ellos, esta información es necesaria y esencial para permitirles pronunciarse definitivamente en cuanto a su participación en esta asamblea. Según los miembros de esta delegación, cualquier declaración hecha en el sentido de afirmar la no participación de este partido líder de la oposición solo es individual, ya que solo se comprometería su autor, puesto que durante el voto interno, la mayoría votó a favor de la participación activa en este fórum nacional, lamentando el gesto por el que uno de ellos comprometió al grupo sin consultar a sus votantes. La delegación presentó en la oficina de Kengo wa Dondo una lista de 20 diputados de la UDPS que quieren participar en las consultas, precisando que hará otras.^[12]

Conforme se acerca la apertura de las «consultas nacionales», la oposición política congoleña todavía no consigue ponerse de acuerdo sobre si participará o no en las consultas y parece más dispersa y dividida que nunca. Después de algunas dudas, ciertos partidos decidieron participar mientras que otros todavía apoyan el boicot a riesgo de crear escisiones internas en su familia política.

En la Unión para la Democracia y el Progreso Social (UDPS) por ejemplo, la prioridad se resume en boicotear las instituciones salidas de las polémicas elecciones de 2011. «Ni hablar de participar en un fórum que no es otra cosa que una misa para legitimizar el poder de Joseph Kabila», vocifera un consejero de Etienne Tshisekedi, que rechaza participar en la vida institucional del país. Pero la UDPS cuenta con diputados que se reúnen en el hemiciclo en contra de la opinión de su formación política. Y algunos de ellos, una veintena, o sea los dos tercios del grupo, anunciaron el 3 de septiembre su intención de participar en las consultas nacionales. Es una «impostura», increpa Samy Badibanga, el presidente del grupo parlamentario UDPS/Aliados, que encuentra estas reuniones contraproducentes, no conformes a las recomendaciones de la ONU, recordando que la opción recogida era «no participar».

El mismo enredo se observa en el lado de las FAC (Forces acquises au changement, en francés – Fuerzas partidarias del cambio). El reagrupamiento político de la oposición está dividido entre el ala de Silanga Bangaña que participó en los trabajos preparatorios de las consultas nacionales y el ala de Martin Fayulu, más bien hostil.

Más flexible, el Movimiento de Liberación del Congo (MLC), formación política de Jean-Pierre Bemba, estará presente. «Para nosotros, estas consultas solo constituyen un marco donde cada uno puede venir a expresarse sobre la situación del país», explica Thomas Luhaka, el secretario general del partido. El MLC dice haber exigido y obtenido la ampliación del orden del día en las cuestiones que afectan sobre todo a la gobernanza y a la reforma del ejército, de la policía y de los servicios de seguridad. Otra garantía concedida es el desarrollo de un mecanismo de facilitación. «En caso de bloqueo en las conversaciones se llamará a Denis Sassoicu Nguesso, el presidente del Congo Brazzaville, para que ayude. Y para esquivar la sobrerrepresentación de la mayoría en el poder en estas reuniones, hemos exigido y obtenido que todas las decisiones se tomen por consenso», afirma Thomas Luhaka. Por otra parte, «no consideramos que sea cuestión de desarrollar un nuevo orden político: Joseph Kabila ha sido elegido por cinco años, debemos dejarle terminar su último mandato», subraya Thomas Luhaka. Y precisa: «Cual sea el caso, el fórum no tiene ninguna competencia para revisar la Constitución congoleña».

No es suficiente para tranquilizar a Vital Kamerhe. El líder de la Unión por la Nación Congoleña (UNC) reprocha al presidente Joseph Kabila haber violado incluso el espíritu de los textos internacionales que han citado en este fórum nacional. «La resolución 2098 del Consejo de seguridad previó un diálogo inclusivo y bajo el deber del representante especial del secretario general de la ONU (Martin Kobler, ndlr) y de su enviado especial para los Grandes Lagos (Mary Robinson, ndlr)», recalca, cuestionando la dirección de las «consultas nacionales» confiada a Aubin Minalu y a Léon Kengo wa Dondo, presidentes de las dos cámaras del parlamento congoleño.^[13]

El 6 de septiembre, las FAC/oposición decidieron participar en las consultas nacionales. Por otra parte, Jean Pierre Lisanga Bonganga hizo saber que esta decisión se debe a la preocupación de garantizar el sosiego del clima político. Lisanga recordó que además de la crisis de seguridad casi permanente que sufre el este de la República Democrática del Congo desde hace dos décadas, la caótica organización de las elecciones de noviembre de 2011 ha llevado al país a una crisis de legitimidad de las instituciones. Frente a esta situación, las FAC/oposición dicen apoyar la organización y la realización de las consultas nacionales como vía idónea para salir de la crisis.^[14]

Finalmente, los diputados salidos de la Unión por la Democracia y el Progreso Social (UDPS) también decidieron participar en las consultas, pero su ex partido recuerda que se excluyó a la mayoría. «Quienquiera que pretenda que la UDPS participe en este diálogo se convierte en culpable de abuso moral», declaró en RFI (Radio Francia Internacional) el director del gabinete de Etienne Tshisékédi, que lamenta que la cuestión de la legitimidad de las instituciones, entre otras, no figure entre los temas abordados. Es necesario señalar que la Unión por la Nación Congoleña (UNC) de Vital Kamerhe también rechaza participar en las consultas, considerándolas «una vasta broma que solo tiene como objetivo prolongar el mandato del presidente Kabila».^[15]

El 6 de septiembre, en la sede de su partido y en presencia de algunos ejecutivos y militantes, el secretario general del Movimiento de Liberación del Congo (MLC), Thomas Luhaka, leyó un mensaje del presidente Jean-Pierre Bemba Gombo dirigido a los delegados del partido en las consultas nacionales. Según el mensaje, «las consultas nacionales son una ocasión para el MLC de decirles a los moderadores de las instituciones públicas toda la verdad a la cara». De hecho, según Jean-Pierre Bemba es necesario decir al poder vigente que respecto al plan de seguridad todas las políticas de reforma del ejército y de los servicios de seguridad han fracasado. Como consecuencia peligra la formación de un ejército republicano, fuerte y disuasivo. Los oficiales superiores, añade, deben detener la práctica de venta de armas y munición, que debilita la eficacia de las tropas combatientes. Se debe perseguir y condenar de manera severa a los autores de estas prácticas, recomendó.

Sobre el plan de la gobernanza, el líder del MLC exige el cese del enriquecimiento ilícito y sin causa, desterrando valientemente la impunidad crónica que lo caracteriza. Para él es necesario fijar mecanismos susceptibles de acabar con las injusticias en la distribución de la riqueza nacional, la corrupción y la fuga de las finanzas del Estado.

Respecto al proceso electoral, es necesario consolidar imperativamente el ciclo electoral, pues la incapacidad de los gobernantes actuales de rematar los procesos de 2006 y de 2011 plantea un serio problema de desequilibrio de los mandatos, e in fine de legitimidad de algunas instituciones que han perdido la unción popular. En el mismo registro, Bemba pide a los representantes del MLC defender la limpieza del registro electoral, su accesibilidad al público y la explotabilidad de la cartografía de los colegios electorales, con el fin de garantizar la credibilidad y la transparencia de los próximos escrutinios. Por último, según Bemba, es inadmisible que hoy en día el Tribunal Constitucional congoleño responsable del contencioso electoral no esté instituido, mientras que el Parlamento adoptó hace tiempo la ley orgánica que se ocupa de su organización y su funcionamiento.^[16]

El 6 de septiembre, las organizaciones de la sociedad civil presentaron su pliego de cargos con vistas a las consultas nacionales. «Basándonos en cinco temáticas propuestas por la Ordenanza presidencial, hemos despejado los mayores desafíos originalmente de confusión nacional y proponemos soluciones endosadas a los participantes en las consultas nacionales», subrayó el delegado de la emisora congoleña Codhod, Longendja.

Partidarios de un estricto respeto al ciclo electoral, las organizaciones incitaron a las instituciones nacionales a organizar de manera efectiva las elecciones provinciales, locales, municipales y urbanas. «Pedimos a la CENI (Comisión Electoral Nacional Independiente) que permita la participación en las votaciones de los congoleños que viven en el extranjero, que inicie una auditoría del registro electoral y que se publique en la página web de la CENI.», indicó el portavoz circunstancial, Longedja.

En lo referente a la buena gobernanza, la sociedad civil animó a todos los participantes en las consultas a perseguir los procesos de reforma en los sectores estratégicos tales como las minas, bosques e hidrocarburos, etc. Recomendó excluir de los debates cualquier cuestión que pretenda cuestionar la inviolabilidad del artículo 220 de la Constitución congoleña.

En el gobierno, las organizaciones de la sociedad civil solicitaron la elaboración de un calendario realista y a corto plazo de repatriación voluntaria, por defecto forzada, de los grupos armados extranjeros, en colaboración con los organismos habilitados y los estados vecinos (Ruanda, Uganda y Burundi). Otra petición es la aceleración del proceso de reforma del ejército nacional creando un Comité de suivi de la Reforme de l’Armée (CSRA, o sea, un Comité de seguimiento de la reforma del ejército). Según la sociedad civil, también conviene evaluar, reactivar y recalificar el proceso DDRR otorgando una especial atención a las cuestiones relacionadas con aspectos económico-sociales de los desmovilizados. ^[17]

4. APERTURA DE LAS CONSULTAS NACIONALES

a. El discurso de apertura del presidente congoleño Joseph Kabila

El 7 de septiembre, el jefe de Estado congoleño Joseph Kabila inició los trabajos de las consultas nacionales en el Palacio del Pueblo en Kinshasa. Comenzó su discurso de apertura afirmando que «en la historia de los estados y de los pueblos, hay momentos únicos que más allá de todas las jerarquizaciones prueban la solidez del querer vivir colectivo, que reclaman conciencia, y exigen la movilización de energía e inteligencia. Se trata de la amenaza que, desde hace varios años, pesa sobre la existencia misma de nuestro país como nación, deseada como una e indivisible, y como estado soberano en las fronteras intangibles, heredadas de la colonización. A no ser que traicionemos la memoria de los mártires de nuestra independencia y de todos los que, de generación en generación, dieron su vida para mantener encendida para siempre la llama de la libertad, todos debemos sentirnos reclamados por esta amenaza y movilizarnos, para plantarle cara como un solo hombre». El jefe de Estado precisó que «estas consultas nacionales se llevan a cabo mientras que nuestro país es agredido una vez más por aquellos que buscan desestabilizarlo por todos los medios. La guerra que, actualmente tiene como escenario principal los territorios de Rutshuru y Nyragongo, pretende crear las condiciones objetivas para desmembrar el gran Congo. Una condición para la victoria es tomar conciencia de la verdadera naturaleza y de los riesgos de esta guerra».

Después recordó que «el objetivo que persiguen las presentes reuniones es despejar las vías y medios susceptibles de restablecer y consolidar la cohesión interna para asegurar la victoria sobre todas las fuerzas de agresión, reforzar la autoridad del Estado en el conjunto del territorio nacional, poner fin al infernal ciclo de la violencia sin cese, principalmente en Kivu del Norte y del Sur así como en Ituri, conjurar cualquier veleidad de asociarse a las tentativas exógenas de desestabilización del país y planificar de manera conjunta su desarrollo socio­económico en la paz y la concordia».

Respecto a la situación humanitaria y de seguridad en la provincia de Kivu del Norte, recordó la última cumbre de jefes de Estado de la CIRGL (Conferencia Internacional sobre la Región de los Grandes lagos) en Kampala, subrayando que en esta ocasión, «se ha dado una conminación a las fuerzas negativas para parar todas sus actividades militares y de guerra así como sus amenazas de desestabilización de la República Democrática del Congo. No se ahorrará ningún esfuerzo para que las reuniones de Kampala consigan restaurar la paz y la autoridad del estado en toda la extensión del territorio nacional, a falta de que nuestras fuerzas armadas asuman este deber».

Rindiendo un homenaje a las fuerzas armadas de la RDC (Fardc – Fuerzas Armadas de la República Democrática del Congo) y a las fuerzas de seguridad por su valentía, el presidente de la República expresó su compasión y su solidaridad con las poblaciones afectadas de Kivu, víctimas de la injusta guerra impuesta a la RDC. «Reitero mi voluntad de protegerlos y poner fin a su sufrimiento», subrayó el jefe de Estado, invitando a guardar un momento de silencio por las víctimas de esta guerra.

El jefe de Estado califica su conducta como «ciudadana y no politizada». Según él, las consultas nacionales son «un marco de trabajo tranquilizador, transparente y sin ningún objetivo oculto, un marco de reflexión objetivo fuera de cualquier agitación y mercantilismo político, una manifestación elocuente de nuestra capacidad para hablar y decidir en toda libertad sin injerencias exteriores y respetando la constitución, leyes e instituciones de la República».

Recordando la Ordenanza que convoca estas reuniones, evocó los diferentes temas mencionados en el programa en vista de las prioridades del momento. Se trata, dijo, de la reforma de las instituciones, de la economía, de los conflictos comunitarios, de la paz y de la reconstrucción nacional, de la descentralización y del refuerzo de las entidades territoriales.

Respecto al rigor de los trabajos propiamente dichos, el jefe de Estado indicó que se reconocía a los participantes de las consultas nacionales «la inmunidad de palabra bajo reserva, bien entendido, del respecto de leyes, del orden público así como consagrado en la constitución».

Sin embargo, subrayó que «los participantes en las consultas nacionales no tienen vocación de sustituir al soberano primario, menos aún de cuestionar las decisiones que dependen del poder exclusivo de este último», e insiste en el hecho de que «a través una reflexión serena y responsable tienen la posibilidad de ayudar a concebir las reformas necesarias para asegurar mejor la integridad del territorio y la soberanía del Estado, garantizar la seguridad de las personas y bienes, profundizar y consolidar la democracia, mejorar la gobernanza política y social, y hacer más fuerte el crecimiento económico, sostenible y socialmente benéfico para nuestra población».

Por otra parte, haciendo alusión a los opositores que boicotearon estos trabajos, el presidente congoleño «invitó a los que todavía dudan, a venir a participar en este fórum y a aportar su contribución».

Evocando la situación relativa a la seguridad en el este de la RDC, Joseph Kabila acogió la acción de la comunidad internacional (la SADC, la CIRGL; la Unión Africana; Ban-Ki-Moon, Secretario General de las Naciones Unidas; Mary Robinson, su enviada especial en la región de los Grandes Lagos; Martin KOBLER, su representante especial en la RD Congo; los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU y la Unión Europea) para encontrar una solución en esta región donde se enfrentan los militares congoleños y los rebeldes del M-23 desde mayo de 2012.

Joseph Kabila anunció, sin más detalles, que «con motivo de la celebración de estas consultas nacionales y para permitir una distensión de la situación, se van a efectuar puestas en libertad condicional de algunos prisioneros». Igualmente anunció, sin especificar los beneficiarios, que se está estudiando una gracia presidencial, esperando el voto por el Parlamento de una ley de amnistía.^[18]

b. Algunas reacciones

Entre las reacciones en caliente registradas después del discurso de orientación pronunciado por el jefe de Estado, Joseph Kabila, con ocasión de la apertura de las consultas nacionales, una cierta opinión se pregunta particularmente por qué razón el jefe de Estado no animó a los participantes a abordar algunas cuestiones, aunque estas molestasen. Se trata sobre todo de la revisión constitucional que provoca diferentes opiniones, de la cuestión de legitimidad en relación a las elecciones de 2011, de la formación del gobierno de unión nacional anunciado con pompas por un miembro del presídium. Inscribiendo estos temas en el debate, los contornos de los intercambios serían más completos.^[19]

El gobernador de Kivu del Norte, Julien Paluku Kahongya llamó a los participantes en las consultas nacionales a apropiarse de los sufrimientos de la población de Kivu del Norte. «Creo que cuando el conjunto del pueblo congoleño haga suya la situación por la que atravesamos en el este, será el principio del fin de esta crisis que ha agitado durante mucho tiempo la RDC», indicó el gobernador de Kivu del Norte, aclamando la idea del jefe de Estado que llama a los congoleños a recuperarse para plantar cara a los que amenazan la paz y la seguridad en el este del país.^[20]

El 8 de septiembre, en una declaración leída por el moderador Lisanga Bonganga, FAC/oposición afirmaron que «este discurso no está a la altura de las apuestas políticas en el contexto de crisis que mina nuestro país». Según la declaración, «el presidente Kabila no ha hecho ninguna alusión sobre el destino de reservar en las instituciones Senado, Asambleas y Ejecutivas provinciales cuyos mandatos se sobrepasan largamente así como sobre aquellos de la territorial pequeña cuya gestión permanece hasta propiedad//exclusividad de su sola familia política que se sustituye así al soberano primario».

El respeto del soberano primario debería ser escrupulosamente observado por el presidente Kabila y su esfera de influencia política que se emplea por desgracia para imponer en el pueblo soberano un presidente de la República Democrática del Congo y diputados nacionales mal elegidos al término de las caóticas elecciones de noviembre de 2011. En definitiva, es Kabila y su esfera de influencia política quien remplaza al soberano primario y no a las FAC/oposición ni al conjunto de la oposición congoleña que acude a este diálogo/consultas para defender justamente la voluntad del soberano primario.

Finalmente, las FAC/oposición reafirman que «el diálogo/consultas nacionales constituyen un marco adecuado de negociaciones políticas entre todas las fuerzas vivas de la nación y no un consejo consultivo y todavía menos una caja de resonancia de instituciones que sufren la decadencia de legitimidad».^[21]

El 9 de septiembre, durante la rueda de prensa en la sede de su partido en Kinshasa, Jean­Claude Vuemba, presidente del Movimiento del Pueblo Congoleño por la República (MPCR), afirmó que «la única solución de la crisis política en RDC pasa por un cara a cara entre Joseph Kabila y Etienne Tshisekedi así como por una gracia presidencial para con los detenidos políticos». El MPCR considera que «hay una crisis política importante entre Kabila y Etienne Tshisekedi», desde el escrutinio del 28 de noviembre de 2011, que consagró la reelección del presidente Joseph Kabila. El líder de la Unión por la Democracia y el Progreso Social (UDPS) Etienne Tshisekedi, que siempre discutió esta reelección, se autoproclamó presidente de la República.

Jean-Claude Mvuemba insistió en la necesidad de que estas dos personas se reúnan: «Ellos (Tshisekedi y Kabila) deben encontrar un acuerdo para que el país pueda seguir adelante. Creo que es la única solución en relación a la crisis social y política del país». Igualmente justificó que la gracia presidencial se acuerde para los prisioneros políticos con el fin de reforzar la cohesión nacional. Según él, la RDC no debería solamente contar con el apoyo de la MONUSCO (Misión de estabilización de las Naciones Unidas en la República Democrática del Congo), sino que debería formar su ejército. «Lo que pedimos desde hace mucho tiempo es que se pueda forman en el Congo un verdadero ejército republicano. Hasta hoy, no lo tenemos», lamentó. Por otra parte, el diputado Mvuemba llamó a una ruptura diplomática entre Kinshasa y Kigali, acusado de apoyar a los rebeldes del M23 que combaten desde mayo de 2012 contra las FARDC en Kivu del Norte.^[22]

5. TRABAJOS PRELIMINARES DE LAS CONSULTAS

El 8 de septiembre, el presídium anunció que el plenario de las consultas nacionales, previstas inicialmente este día, se ha aplazado al lunes 9 de septiembre. Según el Presídium, este plenario debería dedicarse a la presentación del reglamento interno. Pero la cuestión de la validación de las listas de delegados, sobre todo los de la sociedad civil, no permitió celebrar esta sesión.^[23]

El 9 de septiembre, los participantes se reunieron en la primera asamblea plenaria para adoptar el Reglamento interior. Después, siguió la inscripción de los delegados en las listas de los temas en cuestión. Según fuentes próximas al Palacio congoleño del pueblo, el presídium ha votado un presupuesto especial para llevar a cabo estas reuniones. Aunque no se conozcan cifras exactas, parece que este presupuesto se hace cargo del desplazamiento de los delegados, particularmente de los del interior del país y de la diáspora, la restauración, el alojamiento y una colación bien entendida, o mejor, una retribución. Hablaríamos de 400 $ por día o más. Según otras fuentes, la retribución se habría reducido a 50 $ americanos por día.^[24]

El 10 de septiembre, las FONUS/oposición (Forces Novatrices pour ¡’Union et la Solidarité -Fuerzas innovadoras para la unión y la solidaridad en la RD del Congo) fustigaron la adopción del Reglamento interno de las consultas nacionales sin debate en pleno. El Secretario general del partido, el diputado nacional Emery Okundji Ndjovu, afirmó que «aunque fruto de un consenso en el seno del grupo de contacto establecido de la manera que conocemos y de la que no hemos dudado en denunciar las prácticas, tal documento de alto alcance jurídico debería precisar las opiniones contradictorias de todos los que participan en el pleno si es que constituye una brújula sensata para garantizar la libertad de expresión y de opinión y conformarse al artículo de la ordenanza que convoca dichas reuniones». Los FONUS lamentaron también la modificación de la cuota y de las listas así como la desorganización que permitió que la lista de participantes pasase de 700 a más de 1000.^[25]

Efectivamente las listas de los delegados de la sociedad civil y de la oposición todavía plantean problemas. Para esto el presídium creó una comisión encargada de verificar las listas de todos los componentes. Se corrigieron y se pusieron al día listas de delegados de más, listas parciales y listas que contienen los nombres de delegados ficticios. Mientras tanto los delegados solos de las instituciones de la República Democrática Congoleña se pusieron a trabajar, por la simple razón de que la comisión ad hoc validó sus listas sin dificultad. Se trata sobre todo de las listas de delegados de la Presidencia de la República, del Gobierno, del Parlamento (Asamblea nacional y Senado), de las Cortes y tribunales así como de las instituciones provinciales. A estos se añaden los invitados del jefe de Estado cuya lista también fue validada.^[26]

El 10 de septiembre, el Movimiento por la Renovación (MR), partido de la oposición, anunció que ya no va a participar en las consultas nacionales. Su presidente, Clément Kanku, explicó que no se han tenido en cuenta las reivindicaciones de la oposición ni en el reglamento interno de las consultas ni en el discurso inaugural del jefe de Estado Joseph Kabila. Clément Kanku había participado activamente en los trabajos del Comité preparatorio de las consultas nacionales para favorecer, dice, un verdadero diálogo inclusivo y sincero entre todos los partidos. Después del análisis de las declaraciones del presidente Kabila, el MR denuncia el escamoteo de algunas cuestiones fundamentales que en su opinión habrían podido calmar realmente la atmósfera y favorecer así la verdadera cohesión nacional.

Respecto a la inclusividad, el MR insistió en la necesidad indudable de que el presidente Kabila y Etienne Tshisekedi se reúnan, con el fin de agotar la cuestión relativa a la legitimidad, lo que sería una garantía de una mayor inclusividad y representatividad de la población.

Respecto a la facilitación, más allá de los agradecimientos de carácter protocolario, no escuchamos en ninguna parte del discurso del presidente elementos precisos que demuestren la efectividad de una mediación exterior; la ausencia del presidente Sassou o de su representante en esta reunión.

En lo que concierne a la inmunidad de los participantes antes, durante y después de las reuniones, se constata que ningún acto tuvo para la protección de los combatientes de la diáspora y de los miembros de algunos movimientos armados nacionales.

Respecto a la liberación de los oponentes políticos, el Presidente de la República habló, de manera concisa, de una cierta liberación condicional y de la gracia presidencial que se estudia en su despacho, esperando la ley de amnistía en el Parlamento, mientras que la población esperaba actos concretos, tales como la liberación del pastor Kuthino, del honorable Chalupa, del honorable Eugène Diomi, del honorable Mohindo y del honorable Onusumba, entre otros.

En relación al solemne compromiso del jefe de Estado de garantizar la aplicación de las resoluciones de las consultas y sus oponibilidades en las Instituciones de la República con el fin de que las resoluciones de estas reuniones no se conviertan en papel mojado, el presidente de la República no se ha comprometido en ese sentido. Por otra parte, el artículo 6 del reglamento interno de las consultas indica que el presídium entregará al presidente de la República las conclusiones y recomendaciones de la asamblea plenaria bajo la forma de un informe general de trabajos. El mismo artículo solicita al jefe de Estado, a los presidentes del Senado y de la Asamblea nacional así como al gobierno preocuparse, según el caso, por la ejecución o la aplicación de dichas recomendaciones de las consultas.

En lo que se refiere a la revisión de la Constitución, no escuchamos al jefe de Estado adquirir el compromiso, en términos claros y sin ambigüedad, de no permitir esa revisión y no pretender un tercer mandato en 2016.

Sobre la cuestión de un gobierno de unión nacional, el MR exhorta a sus colegas de la oposición a dejar a la mayoría en el poder asumir y consumir «solo» su fracaso hasta 2016, para que la oposición pueda ofrecer una verdadera alternancia y no ofrecer la ocasión a esta mayoría de operar cualquier prolongación de este mandato por subterfugios u otras maniobras políticas.

A propósito de la reanudación de las negociaciones de Kampala, podemos plantearnos legítimamente la cuestión del valor de las resoluciones que obtendremos a través de las consultas nacionales, en relación a las de Kampala. Es necesario que el gobierno fije la opinión sobre esta cuestión que deteriora nuestra soberanía, sean cuales sean las obligaciones internacionales y diplomáticas.^[27]

El 10 de septiembre, se distribuyeron los documentos de trabajo a los participantes, lo que permitió conocer, a pesar del retraso, el contenido detallado de los temas que se debatirán.

Se constituyeron los grupos temáticos (estados generales) de las consultas nacionales según las cinco temáticas fijadas en la ordenanza presidencial que instituye estas reuniones.

El primer grupo temático (156 miembros) sobre Gobernanza, democracia y reformas institucionales va a hablar sobre todo de las cuestiones relativas al régimen político. Va a evaluar el sistema electoral y el proyecto de hoja de ruta del ciclo electoral 2013-2016. Igualmente será cuestión de las reformas de los servicios públicos, sobre todo los referentes a justicia, defensa y seguridad.

El segundo grupo temático (172 miembros) sobre Economía, sector productivo y finanzas públicas abordará la cuestión de las políticas económicas en RDC, la reforma de las finanzas públicas, la evaluación de la reforma de la cartera del Estado y las perspectivas de privatización de las empresas públicas.

El tercer grupo temático (171 miembros) sobre Desarme, desmovilización, reinserción social o repatriación tratará las causas de la guerra en el este de la RDC. Deberá establecerse igualmente una cartografía de los grupos armados que operan en esta parte del país al este de la RDC. Los participantes también van a trabajar sobre las estrategias de encuadre así como las vías y medios de erradicación de los grupos armados.

El cuarto grupo temático (153 miembros) sobre Conflicto comunitario, paz y reconciliación abordará la cuestión de los conflictos comunitarios. Los participantes en estos trabajos igualmente reflexionarán sobre la restauración de la autoridad del Estado, la paz, la seguridad y la cohesión nacional.

El quinto grupo temático (148 miembros) que se apoya en la Descentralización y el refuerzo de la autoridad del Estado abordará la problemática del recorte territorial frente a la cohesión nacional.^[28]

El 11 de septiembre, durante el plenario, los participantes pusieron en marcha las oficinas de los grupos temáticos. Cada oficina incluye cinco miembros, donde hay dos co-moderadores, un ponente titular y dos ponentes adjuntos. Cada grupo temático está compuesto por delegados salidos de las instituciones de la República, de la mayoría que forma el poder, de la oposición y de la sociedad civil. Estos grupos de trabajo se constituyen según las cinco temáticas fijadas por la ordenanza presidencial del 26 de junio. En el marco del examen de las cuestiones a las que se someten, los miembros de cada grupo temático hacen un diagnóstico y desarrollo, un análisis prospectivo de la situación del país en el sector examinado y formulan recomendaciones. Las decisiones de los estados generales se toman por el consenso de sus componentes. En caso de no haber consenso, la cuestión se deja pendiente para ser sometida al presídium o a la asamblea plenaria.^[29]