SUMARIO:
EDITORIAL Necesidad de un diálogo paritario
1_UN DÍA MUY AGITADO
a. El comunicado conjunto de los ministros congoleños y ruandés de asuntos exteriores.
b. Las declaraciones del presidente ruandés Paul Kagane.
c. La carta del ministro congoleño de asuntos exteriores al presidente del Consejo de Seguridad
2_LOS ESTADOS UNIDOS BLOQUEAN UN INFORME DE LA ONU SOBRE EL APOYO DE RUANDA A LOS REBELDES DE BOSCO NTSAGANDO
3_LAS REVELACIONES QUE CONTIENE EL INFORME DE LA ONU
4_LA PUBLICACIÓN DEL INFORME DE LA ONU
5_LAS DECLARACIONES A NIVEL NACIONAL
EDITORIAL. NECESIDAD DE UN DIÁLOGO PARITARIO.
Analizando el comunicado final de la reunión del 19 de junio entre los ministros congoleño y ruandés de asuntos exteriores y la carta del ministro congoleño de asuntos exteriores, enviada el mismo día al presidente del Consejo de Seguridad de la ONU, las dos concerniendo la situación que hay en Kivu, al este de la República Democrática del Congo (RDC) se puede remarcar inmediatamente una gran diferencia entre los dos documentos, en la forma y en el contenido.
El primero, por ejemplo, pone el acento en la necesidad de proseguir la lucha contra las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR) y los otros grupos armados. La segunda, sin embargo, da prioridad a la necesidad de erradicar, en un breve período, la nueva rebelión del Movimiento del 23 de Marzo (M23). Esto sugiere que, durante las reuniones bilaterales entre la (RDCongo) y Ruanda la parte ruandesa es siempre la que impone las reglas del juego y no es nunca la parte congolesa que debe, sin embargo, continuar aceptando los dictados que son impuestos por su “partenaire”. Sin embargo, parece que, últimamente, la ONU y la comunidad internacional están siendo más conscientes de que esta injusta pretensión de hegemonía y de dominación sobre la RDCongo, que lleva a cabo el régimen ruandés.
Esto parece ser confirmado por la falta de información acerca del último informe del grupo de expertos de las Naciones Unidas sobre la actual situación de Kivu, en el este del país. El informe presenta los orígenes, la composición y el dinamismo de un nuevo grupo armado, el Movimiento del 23 de marzo (M23), compuesto por militares que han desertado de las filas del ejército nacional para alistarse al general Bosco Ntaganda. El grupo de expertos afirma tener pruebas de que este grupo está sostenido militar, logística y financieramente por el régimen ruandés. Eminentes personalidades de la política y de la armada ruandesa estarían implicadas en el apoyo aportado por Ruanda al M23. Lo que, al principio se ha interpretado como un simple motín en el seno de la armada congoleña se manifiesta ahora como una agresión por Ruanda.
Este informe ha sido hecho público por el Consejo de Seguridad el 21 de junio de 2012, pero sin los anexos que conciernen la implicación de Ruanda, a causa de las presiones ejercidas por el régimen ruandés sobre los Estados Unidos, miembro permanente del Consejo.
Sin embargo, como indica el periódico de Kinshasa La Prospérité, del 26 de junio, según la opinión del pueblo congoleño “los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU deberían dar su máximo apoyo para que el informe de las Naciones Unidas sobre las alegaciones del apoyo extranjero al M23 sea publicado y que una vez que las responsabilidades de ciertos países se establezcan, que las sanciones se lleven a cabo. Los congoleños no pueden contentarse con “condenas” superficiales, “coloreadas” con lenguaje diplomático, esto no disuade a ciertos cómplices. Conviene acordarse de que esto ha costado miles de vidas a los congoleños del este, sin dar a los supervivientes otra posibilidad que errar continuamente por la selva y vivir como refugiados en los países vecinos y como desplazados internos en su propio país. Esto es demasiado”. Frente a una nueva tentativa de tapar la verdad, el gobierno congoleño debería, en un sano espíritu de nacionalismo, levantar la voz para reivindicar, dentro de la comunidad internacional, el respeto de su soberanía nacional por el régimen ruandés. Tiene que deshacerse del yugo de la sumisión al poder de Kigali, bajo pena de ser acusado de complicidad y traición a la patria. Es necesario un diálogo paritario.
El gobierno congoleño debería exigir del Consejo de Seguridad y de la comunidad internacional:
–Publicar en su integridad el informe de los expertos de la ONU sobre los grupos armados que operan en el este del país.
-Ejercer una fuerte presión sobre el régimen ruandés, para que acepte la puesta en marcha de un diálogo interruandés inclusivo (gobierno, oposición interna y oposición externa) que pueda contribuir a la democratización del país y a un proceso de reconciliación nacional más auténtico. Las conclusiones del diálogo interruandés podrían facilitar la vuelta de los refugiados ruandeses y la mayoría de los miembros de las FDLR todavía presentes en la RDC.
-Aplicar al régimen ruandés las sanciones previstas por el Consejo de Seguridad por la violación del embargo sobre las armas suministradas a los grupos armados activos en RDCongo.
-Exigir de Ruanda la retirada inmediata y sin condiciones de lo todos sus compatriotas que podían camuflarse en el seno del M23
-Vigilar más estrechamente los circuitos ruandeses de exportación de minerales, entre los cuales se encuentran minerales de origen congoleño, en particular la casiterita y el coltán, importados sin un certificado de origen seguro y exportados sucesivamente por Ruanda como producción ruandesa. Si Ruanda desea intervenir en la explotación minera en Kivu, puede hacerlo a través de acuerdos bilaterales con el gobierno de Kinshasa, de acuerdo con las normas comerciales e internacionales respetando la soberanía nacional e integridad territorial de la RDCongo.
-Reducir de forma significativa, o incluso suspender, por un tiempo indefinido, la contribución internacional al presupuesto del estado ruandés, que depende en gran medida de la ayuda exterior.
1. UN DÍA MUY AGITADO
a. El comunicado conjunto de los ministerios congoleño y ruandés de asuntos exteriores
El día 19 de junio, de visita en Kinshasa, la ministra ruandesa de asuntos exteriores Louise Mushikiwabo se ha entrevistado con su homólogo congoleño Raymond Tshibanda antes de ser recibida por el jefe del estado Joseph Kabila. La reunión ha reagrupado a los ministros de asuntos exteriores, los jefes del estado mayor de la armada y los servicios de seguridad de estos dos países.
Según un comunicado conjunto:
“Las dos delegaciones han intercambiado informaciones sobre los problemas de seguridad de la región y han examinado las preocupaciones presentadas por cada parte en relación a la situación que hay en el este de la RDC”.
Después de una discusión franca y enriquecedora, las dos delegaciones han reafirmado la voluntad de continuar trabajando juntos por la paz, la estabilidad y el desarrollo en la región. Se comprometen a que sus territorios respectivos no sirvan de base de desestabilización, ni uno ni otro.
También han decidido activar la Comisión Conjunta de Verificación, encargada sobre todo de investigar sobre las sospechas del apoyo exterior a los motines y otros elementos oportunistas.
En la misma idea, las dos partes han reafirmado la posibilidad de buscar soluciones duraderas a los problemas de fondo del origen de la inseguridad que prevalece actualmente.
También han renovado su empeño en continuar con los esfuerzos hasta la erradicación total del grupo terrorista FDLR y de todos los otros grupos armados de la región.
Está previsto una reunión de concertación y de evaluación para este fin el 28 de junio en Goma entre los ministros de defensa de los dos países, que serían acompañados pos los jefes de estado mayor general de las FARDC y de RDF.
Además, las dos partes han expresado su deseo de seguir e intensificar la colaboración actual, volviendo a dinamizar los mecanismos bilaterales de concentración existente1
Después de la audiencia con Joseph Kabila, la ministra ruandesa de asuntos exteriores, Louise Mushiwabo ha afirmado a la prensa que ella está “oficialmente en RDC para una reunión de las instituciones diplomáticas y de seguridad para el apoyo de Ruanda en la resolución de la crisis en el este”. Con respecto a este tema, ha deseado que la opinión pública diferencie entre los rumores y la realidad:
“Durante las últimas semanas, ha habido rumores sin fin. Estamos aquí para aportar nuestro apoyo como país vecino a los esfuerzos de paz y de pacificación del este de la región de la RDC” ha asegurado. Louise Mushiwabo ha dejado entender que su estancia en Kinshasa tenía como fin el proponer el apoyo a Ruanda a la resolución a la crisis del este, gracias a una mediación entre el gobierno congoleño y los amotinados.
Sin querer pronunciarse sobre las acusaciones de Kinshasa sobre el apoyo del país vecino a los motines de Kivu, Louise Mushiwabo ha indicado que “la opinión debe ser educada y comprender que Ruanda ha trabajado mucho tiempo para la pacificación de la región de los Grandes Lagos.”
“Se trata, ha dicho de una situación sin duda difícil, pero ha sido bien llevada por los presidentes Joseph Kabila y Paul Kagame”. Para la ministra ruandesa no hay hoy en día un problema imposible de solucionar, después de los esfuerzos que han realizado los dos países. La ministra ruandesa ha afirmado, además, que los presidentes de los dos países están en contacto habitual sobre la situación de la seguridad en la región de los Grandes Lagos. Ha afirmado que la parte ruandesa está comprometida a ayudar lo más posible a la parte congoleña en sus esfuerzos de estabilización de la parte este.
Para el ministro congoleño de asuntos exteriores, Raymond Tshibanda, lo importante era dialogar sobre el tema.”Lo más importante para la parte congoleña era que el gobierno ruandés pudiera saber lo que, desde nuestro punto de vista es preocupante” ha declarado.
Más allá de abrazos diplomáticos, Kinshasa no puede dejarse distraer por este ritual protocolario y hablar esta vez, una voz fuerte, contra su desestabilización y exigir que el apoyo que le proporciona Ruanda, consista en nombrar los elementos que operan en el seno del M23 y en reprochar los motines. Kinshasa debe aprovechar esta ocasión para pedir que después de la salida de las tropas ruandesas del norte de Kivu, los congoleños puedan al fin solucionar los problemas entre ellos, sin interferencias extranjeras2
b. Las declaraciones del presidente ruandés Paul Kagame.
El 19 de junio, durante una reunión de prensa en Kigali, el presidente ruandés Paul Kagame ha afirmado la neutralidad de Ruanda en la crisis del norte de Kivu y ha acusado a la “comunidad internacional” de haber buscado quitar el poder al presidente congoleño, Joseph Kabila.
Con cólera o con ironía Paul Kagame ha repetido con todos sus tonos: “Ruanda no es la causa de los problemas del Congo”, antes de añadir “los problemas congoleños deben ser gestionados por los congoleños”. El problema de Ruanda son los RDLR (Fuerzas Democráticas de Liberación de Ruanda) que viven el este de la RDC” y ha reconocido que “si no quieren que seamos parte de la solución, ha concluido, que nos olviden”. Manifiestamente exasperado por las acusaciones indirectas de Kinshasa y de la misión de la ONU en RDC, el jefe del estado ha negado varias veces el apoyo a los motines de la RDC.
Varias veces, el presidente ruandés ha reafirmado que los motines que hay en el norte de Kivu, región fronteriza de Ruanda, no tienen nada que ver con su país. Tampoco el arresto de Jean Bosco Ntaganda, general y antiguo jefe rebelde congoleño buscado por la Corte Penal Internacional (CPI), él no ha querido que se la atribuyan estos hechos.
El presidente ruandés ha hablado de la Monusco (Misión de la ONU para la estabilización de RDC) calificada de “onerosa e inútil”, así como la “llamada comunidad internacional” acusada de hipocresía hacia el presidente congoleño Joseph Kabila
Antes de la elección presidencial congoleña del último noviembre la comunidad internacional “buscando una manera de deshacerse de él, bien mediante un proceso electoral, o bien por otros modos” ha afirmado, dejando entender que había sido preguntado sobre el tema. “Finalmente ha sido elegido, cuales quieran que hayan sido las condiciones de esta elección y se dieron cuenta de que tenían que hacerle frente”.
“Seguidamente, ellos [la comunidad internacional, NDLR] vinieron a verme para decir que querían detener a Ntaganda pero que no podían hacerlo sin el consentimiento de Ruanda […] ¡Ahora nos dicen que somos responsables de esa situación!”. Preguntado sobre la identidad de los actores de la “comunidad internacional”,se ha negado a precisar sus actuaciones. “No puedo decir más”,ha indicado simplemente3.
c. La carta del ministro congoleño de asuntos exteriores al presidente del Consejo de Seguridad.
El 19 de junio, el gobierno congoleño ha intervenido en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para denunciar claramente la implicación de Kigali en la inestabilidad del norte de Kivu. En la correspondencia del 14 de junio enviada al señor Li Baodong, presidente del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, el ministro de asuntos exteriores de la RDC, Raymmond Tshibanda, revela que “la información procedente de diversas fuentes, habla de apoyos de los que se benefician los amotinados del M23 desde Ruanda y de la existencia de una filial de reclutamiento de combatientes en este país vecino”.
Según el ministro Raymond Tshibanda, las conclusiones de las investigaciones permiten afirmar lo siguiente:
“1.entre los amotinados se han encontrado de 200 a 300 personas reclutadas en el territorio de Ruanda por un grupo activo de ese país.
2. varios combatientes así reclutados son ruandeses, infiltrados en la RDC. Han sido sometidos a un entrenamiento antes de ser desplegados en el frente contra las FARC;
3. hay menores de edad y jóvenes entre ellos;
4. durante su huida, los amotinados abandonaron todo su armamento, 38 toneladas, recuperadas por las FARDC, se ha notado una multiplicación de su potencia de fuego desde su llegada al triangulo Runyonyi-Tshianzu-Mbuzi, acotado a la línea fronteriza entre la RDC y Ruanda
5. se han establecido alianzas contra natura. Por ejemplo, algunos FDLR, que habían sido repatriados a Ruanda por MONUSCO han vuelto a las filas de los amotinados, como testigos de su captura en el frente.
De lo precedente, se concluye que el territorio ruandés ha servido como preparación y para llevar a cabo la conspiración que, después de haber comenzado como un simple motín, evoluciona peligrosamente hacia una ruptura de la paz entre los dos países de la región de los Grandes Lagos, poniendo en peligro los programas conseguidos en este dominio desde 2009”.
También el gobierno de RDG pide instantáneamente al Consejo de Seguridad:
<<1) Condenar la nueva tentativa de rebelión llevada a cabo por los antiguos elementos del CNDR rebautizado M23.
2) reafirmar la intangibilidad de la soberanía, la integridad territorial y la independencia de la RDC.
3) condenar los impuestos y las violaciones de los derechos humanos y el derecho humanitario internacional, incluidos los desplazamientos de personas de los cuales son víctimas las poblaciones congoleñas de las provincias de Kivu y hacer responsables a los integrantes del M23.
4) condenar el apoyo exterior del cual se beneficia el M23 y aprovechar el que le aportan solidariamente los que reprenden los actos de este movimiento.
5) recordar a Ruanda sus obligaciones internacionales y exigir la retirada inmediata y sin condiciones de los miembros de sus fuerzas armadas que se diseminan en las filas de la rebelión;
6) acatar las responsabilidades de acuerdo con las disposiciones permanentes de la Carta de las Naciones Unidas y las resoluciones del Consejo de Seguridad, para terminar con el apoyo exterior a los motines;
7) llevar a cabo todas las medidas idóneas para terminar con la actividad de todas las fuerzas negativas, incluidas los FDLR, el CNDP y el M234
El 21 de junio, interrogado por lo que ha impulsado al gobierno congoleño a preguntar al Consejo de Seguridad sobre la pregunta del apoyo ruandés recibido por la nueva rebelión del M23, cuando se había firmado, en Kinshasa el mismo día, un comunicado conjunto con la ministra de asuntos extranjeros de Ruanda, Lambert Mende, el representante del gobierno congoleño ha respondido: “ Durante la rueda de prensa de Kigali, del 19 de junio, del presidente ruandés Paul Kagame, se han dicho cosas que no concordaban con las conclusiones de la visita de su ministro de asuntos exteriores a Kinshasa, lo que ha contribuido a que estemos extrañados lo que justifica que el consejo de seguridad estuviera sorprendido que justifica que el Consejo de Seguridad sea controlado por el gobierno congoleño que busca restablecer la paz y seguridad en esta parte del país.
En la misma ocasión, Lambert Mende ha confirmado la existencia de, “filiares de reclutamiento de fuerzas negativas que aumentan la inseguridad de los Kivus por parte de Ruanda” y ha repetido que “Ruanda debe ser el responsable de estas filiares de reclutamiento en su territorio5”.
El 22 de junio, durante una conferencia de prensa en Kinshasa, la sociedad civil del norte de Kivu pide al gobierno que vele por la unidad nacional y evite, por todos los medios, la balcanización de la RDC. Esta institución ciudadana también ha pedido a la comunidad internacional que “suspenda toda ayuda a Ruanda para obligarles a contribuir a la estabilización de la región y optar por una política de buenos vecinos”
La sociedad civil del norte de Kivu recomienda al gobierno evitar trivializar el conflicto armado actual de esta provincia, cuyas “causas son ruandesas”, según ella. Recomienda al mismo tiempo a la RDC al búsqueda y el mantenimiento de buenas relaciones a “través de una diplomacia activa” con Ruanda.
Una de las recomendaciones se destina a los diputados nacionales, llamados a interpelar constantemente al gobierno con relación a la seguridad de Kivu. La sociedad civil pide también al estado congoleño que asegure que se hagan cargo de los militares alistados en el frente y a acelerar la reforma de la armada, la policía y los servicios de seguridad. Finalmente, ha fustigado la impunidad de la cual se benefician ciertas personas por la inestabilidad en el este del país6.
- LOS ESTADOS UNIDOS BLOQUEAN UN INFORME DE LA ONU SOBRE EL APOYA DERUANDA A LOS REBELDES DE BOSCO NTAGANDA
La organización Human Rights Watch acusa a Washington de bloquear la publicación de un acuerdo de la ONU sobre la rebelión dirigida por Bosco Ntanta, el M23.
Durante su investigación, los expertos de las Naciones Unidas han recogido pruebas de un apoyo a Ruanda a los rebeldes en el este de RDC. La investigación concluye también que no se respeta el embargo de armas a los rebeldes. Según las fuentes cercanas al grupo de expertos, el informe contiene informaciones detalladas sobre el suministro de armas a los rebeldes que provienen de Ruanda. Parece que el general Ntagande y sus colaboradores van y vienen entre los dos países, violando las sanciones impuestas por la ONU.
Human Rights acusa a Washington de haber usado su influencia para impedir la aparición del informe. “Los Estados Unidos u los otros miembros del Consejo se Seguridad” afirma HHRR “deben hacer todo lo que esté en su mano, para aclarar las violaciones y las sanciones decretadas por las Naciones Unidas y no intentar taparlas”. Por su parte los Estados Unidos niegan bloquear la aparición del informe7
La RDC también, según su embajador en la ONU, Ileka ATOKI, acusa a los Estados Unidos de impedir la publicación de un informe de la ONU para proteger a Ruanda. Este informe contiene el anexo de testimonios de oficiales ruandeses que detallan el apoyo de su país a ciertos grupos armados (incluidos el CNDP) y a los rebeldes del M23, en la región de Kivu, norte y sur. Según varias fuentes, los Estados Unidos han buscado, quizá bloquear, o tal vez sólo retrasar la publicación, para proteger a Ruanda8.
Varios observadores se preguntaban sobre la causa por la cual, en Nueva York, los Estados Unidos se oponen a la publicación integral del informe relativo a la implicación de Ruanda en la inseguridad que prevalece actualmente en el este de la RDC.
Para el representante adjunto de la misión americana de la ONU “los Estados Unidos no bloquean el informe del grupo de expertos sobre la RDC. Los Estados Unidos han preguntado muchas cuestiones sobre ese tema” durante una reunión de la comisión de sanciones de la ONU. “Con los otros miembros de la comisión, estudiamos con cuidado las conclusiones y continuaremos discutiendo sus implicaciones una vez que el informe haya sido publicado. Los Estados Unidos estudian con atención las informaciones de los expertos según las discusiones del consejo el 26 de junio” se apresuró en explicar Payton Knopf en un comunicado de prensa9.
Se cree que este informe no correrá la suerte del “Mapping Report” elaborado en 2010 por la Comisión de Derechos del Hombre de las Naciones Unidas y que era rico en pruebas de los pillajes de los recursos mineros congoleños y atentados graves contra los derechos del hombre perpetrados por elementos de la armada ruandesa y movimientos rebeldes instrumentalizados por Ruanda. Mientras que el país debería ser firmemente condenado por haber planificado un auténtico genocidio minero y humano en territorio congolés, las Naciones Unidas debieran retroceder y eliminar los párrafos más perjudiciales para el régimen de Kigali para no perder el beneficio de la participación de las tropas ruandesas en las fuerzas de mantenimiento de la paz de Darfur. ¿Nos encaminamos hacia un nuevo chantaje de Kigali?10.
Esta oposición explica las relaciones entre Washington y Kigali sobre el proceso de balcanización de la RDC. La relación se encuentra rápido y no es exagerado afirmar que se han caído las máscaras sobre los responsables y cómplices de millones de muertos y desplazados congoleños con la idea de hacer estallar el Congo y manejar sus numerosos recursos naturales.
Que Washington decida hoy bloquear la publicación de este informe da que pensar que no es ajeno al proyecto de balcanización del Congo cuya misión de ejecución a sido confiada al régimen de Kigali.
Para combatir contra los genocidas hutu que huyen al territorio congoleño por voluntad de la comunidad internacional, Kigali se cree que tiene el poder de operar en incursiones en territorio congoleño y comportarse como si fuera un país conquistado.
Después de la investigación y el análisis, los informes llevados por las Naciones Unidas llevan a una sola y única conclusión: la guerra en el este de la RDC es de esencia predadora. Las multinacionales anglosajonas están nombradas e identificadas en los informes, sin que los gobiernos de sus países les sancionen. La hora de la verdad ha sonado para los verdaderos responsables del drama humanitario en el este de la RDC11.
- LAS REVELACIONES INCLUIDAS EN EL INFORME DE LA ONU
Según las notas cogidas durante una reunión a puerta cerrada del comité de sanciones de la ONU y que Reuters ha podido consultar, los expertos de la ONU disponen de pruebas que muestran que el ministro de defensa de Ruanda y sus dos oficiales ruandeses apoyan a los rebeldes del movimiento M23.
Durante la reunión del comité de sanciones de la ONU el 12 de junio en Nueva York, se ha dicho que los informadores de la ONU disponían de pruebas que mostraban que militares ruandeses había penetrado en territorio congoleño para reforzar las posiciones rebeldes, que les habrían proporcionado un apoyo logístico y habría permitido al jefe rebelde Bosco Ntanga y a sus fuerzas establecerse con seguridad en territorio ruandés.
Según las notas cogidas en esta reunión, “los expertos han citado a numerosos dirigentes ruandeses de alto rango que están directamente implicados”. Los responsables ruandeses citados son el ministro de defensa James Kaberebe, el jefe del estado mayor de las fuerzas de defensa Charles Kayonga y el general Jaques Nziza, consejero militar de Paul Kagame. Según estas notas, James Kaberebe “está en contacto permanente con el M2312”.
La RDC esta siendo víctima de una mueva agresión cuyos verdaderos responsables están en Kigali, con una posible implicación directa del presidente Paul Kagame. Las conclusiones del informe tripartito Kinshasa-Kigali-Monusco13 y de los expertos de las ONU desplegados en el este de la RDC y al oeste de Ruanda no dejan ninguna duda.
Todo empezó el 1 de abril cuando el comandante Saddam y un puñado de ex combatientes CNDP integrados en el seno de la FARDC después de los acuerdos de marzo 2009 desertaron. Estas primeras deserciones coincidieron con otras en Goma, Beni, Rutshuru, Kiwanja… en el norte de Kivu, así como en Fizi, Kalehe y Uvir en el sur de Kivu. Estos hechos no fueron aislados. Su extraña simultaneidad impulsó al estado mayor de la FARDC y a los servicios RD-congoleños a suponer, no sólo una coordinación del movimiento pero también y sobre todo una mano negra. Los detalles lo indican. La forma de actuar es la misma: deserción seguida de motín. Los actores son los mismos: los antiguos soldados CNDP. Son la mayoría la misma comunidad: los tutsis
! Los insurgentes actuaban bajo las órdenes del general Bosco Ntaganda¡ Después de la jubilación, tras un accidente de avión, del general Amuli, el comandante de las operaciones militares en los dos Kivus, Ntaganda, su segundo, se quedó sólo de jefe. Dominaba las tropas, la logística y la administración militar. Desde que la CPI ha relanzado el mandato internacional de detención en el cual vive desde agosto de 2006, ha podido organizarse para desplazar un importante arsenal de armas en su granja y en otros sitios seguros, simultáneamente Ntaganda organiza reuniones secretas en Goma en las cuales pide ayuda y protección de parte de sus fieles. Con sus instrucciones se lanzaron los motines en diferentes frentes.
!Pero Ntaganda no está solo¡ !Tiene jefes! ¡Numerosos y potentes apoyos exteriores!
Las autoridades militares Rdcongaleñas afirman que tienen pruebas de la ayuda de miembros de la familia de Ntaganda en la compra y el desplazamiento de medicamentos en el frente, en Kivu. También pueden probar que el coronel Ruzangisa, alias Sultani Makenga, y sus 60 compañeros han sido ayudados por la marina ruandesa a atravesar Ruzizi, en Bukavu, y a llegar a Cyangungu. Según los testimonios de tres personas cercanas a Ruzangisa, capturadas en Jomba por las FARDC, las autoridades de Kigali, habrían puesto a su disposición uniformes de las RDF, que tenían que llevar puestos antes de entrar en RDC en la frontera de Kigini.
Las autoridades militares Rdcongoleñas informan igualmente de los testimonios del adjunto de las fuerzas congoleñas de defensa -RDF en inglés- Etienne Ntakirutimana que, según su propia declaración varias horas después de su captura en Mbuzi, ha llegado a Runyoni a principios de mayo para “preparar la llegada de los amotinados “. Ntakirutimana ha indicado que su grupo, inicialmente compuesto de 80 elementos, ha obtenido un refuerzo de 150 soldados RDF el 9 de junio, afirmando que sus hombres vienen del regimiento 305 de la brigada de las RDF dirigidos por el general Gashahiza. Este último a enviado en misión en RDC un batallón dirigido por la antigua FAR Modeste.
La RDC pide tres señales de parte de la comunidad internacional: la publicación del informe de los expertos de la ONU sobre los motines y de todos sus anexos, una condena pública firme de Kagame y sanciones ejemplares contra Ruanda14
Según los expertos de naciones unidas, el general James Karabe en persona supervisa las operaciones de lo que se llama M23 en la parte este del país, con la colaboración del jefe de estado mayor de las fuerzas de defensa (armada ruandesa), Charles Kayonga, y el general Jaques Nziza, consejero militar del presidente Paul Kagame.
La RDC hace frente no sólo a una rebelión, como parece, sino también a una agresión de Ruanda, conducida por los oficiales y soldados ruandeses camuflados con la etiqueta de CNDP del generan Bosco Ntaganda, un sujeto ruandés ya desenmascarado como tal por la Corte Penal Internacional.
Lo que pasa en el norte de Kivu responde a un esquema planificado de desestabilización de las instituciones de la RDC y la balcanización de su territorio. El maestro de obras de este plan maquiavélico no es otro que el vecino ruandés.
El M23 (Movimiento del 23 de marzo del 2009) es una simple diversión del general Bosco Ntaganda, que ha hecho creer en el resurgimiento de un movimiento rebelde en el norte de Kivu cuando, en realidad, es un mismo grupo del CNDP, es decir bajo las órdenes del general ya nombrado, el mismo guiado por sus jefes en Kigali.
Ayer, era la armada del RDC (Reagrupación Cogaleña por la Democracia) lo que servía de escudo a los militares ruandeses infiltrados en las FARDC desde la época de la AFDL (Alianza de Fuerzas Democráticas para la Liberación del Congo). Hoy en día ese papel lo tiene el CNDP ( Consejo Nacional para la Defensa del Pueblo). Cuando nos damos cuenta de las deserciones en cascada en seno de las tropas leales en el norte y sur de Kivu, se trate en realidad de la vuelta de los militares ruandeses que se hacen pasar por congoleños, es su estado natural.
La etiqueta M23 ha sido inventada para permitir a los infiltrados integrados en el pasado en el seno de las FADC y que no han podido seguir inmediatamente a Ntaganda en su huida al parque de Virunga, justificar sus falsas deserciones y cubrir, indirectamente, los refuerzos en armas, hombres municiones y dinero venidos de Ruanda. En resumen el CNDP y el M23 es lo mismo.
Lo que desvela también y que constituye un hecho gravísimo, es el descubrimiento de la verdadera identidad del que estaba integrado en el seno de la armada internacional con la identidad de Sultani Makenga. Este falso congoleño fue durante mucho tiempo oficial superior de las FARDC en el sur de Kivu, es un sujeto ruandés conocido con la identidad de Ruzangiza. Ya se había notado que, durante su estancia en Bukavu, estaba siempre rodeado de una fuerte guardia de unos 60 hombres, todos ruandeses. Ruzangiza se ha convertido, sin transición, en Makengo, un nombre que hace pensar a otros orígenes. Permaneció en contacto con Bosco Ntaganda, y salió con sus 60 guardias para el frente de Kivu, infiltrados con los soldados venidos de Ruanda.
También sabemos que los militares ruandeses capturados por las FARDC y que pretendían haber sido reclutados en Ruanda por un pastor de vacas de nombre Sibomana, eran elementos destinados a la brigada del general ruandés Gashahiza, cuyas tropas son particularmente visibles en el frente de Runyoni.
Después de haber sido echados de la granja de Bosco Ntaganda por las FARDC y encaminarse hacia el parque de Virunga, los combatientes ruandeses contactaron con el comandante de las FDLR, un tal Mandefu, que los ha guiado a través de senderos, montes y valles, para permitirlos huir hasta Ruanda, porque no conocían el camino de regreso. A propósito de Mandefu, está fichado como el principal suministrador de Bosco Ntaganda en minerales (diamantes, oro, coltán, casiterita) a cambio de dinero y también armas y municiones. Coger reservas de armas de las FARDC para satisfacer las peticiones del jefe militar de las FDLR era un juego de niños para este general rebelde , puesto que, en la época, disponía de plenos poderes como número 2 del programa “Amani leo” en el norte de Kivu. Paul Kagame y sus lugartenientes, que han transformado las FARDC en un negocio, deben explicar a los congoleños como sus militares perseguidos por las FADC se han, para salvar su piel, dirigido al comandante de este grupo armado considerado como una amenaza permanente para su régimen y su país.
También nos hemos enterado de que las autoridades ruandesas se han organizado para enviar, bien con el nombre de FDLR, bien con el de CNDP, antiguos milicianos Inyerhamwe desmobilizados y repatriados por la Monuc o la Monusco. El objetivo es dehacerse de ellos sin gastos, enviándolos a Kivu, bien para morir en el frente, para calmar los bajos instintos en la RDC, o para ayudar a las pequeñas rebeliones que hay regularmente. La agresión de la cual es víctima la RDC por parte de Ruanda muestra también que el movimiento rebelde ruandés presumiblemente anti-Kagame, las FDLR, está dirigido por James Kabarebe, el ministro ruandés de la defensa
Los congoleños deben más que nunca mostrarse vigilantes para salvar el Congo, actualmente en peligro de ser desestabilizado por Ruanda14.
4.LA PUBLICACIÓN DEL INFORME DE LA ONU
El 12 de junio, los expertos de la ONU han presentado su informe sobre la situación en RDC. Como estaba previsto, la parte relativa a los apoyos exteriores a los motines del M23 no ha sido hecha pública, pero el documento está lleno de detalles e informaciones.
Eliminado su anexo concerniente la ayuda exterior de la cual se benefician los amotinados del M23, el polémico informe de los expertos de las Naciones Unidas acerca de la situación en la RDC ha sido hecho público el mismo 21 de junio. No hay ningún indicio de que las pruebas de que disponen los expertos de la ONU sobre la presunta ayuda de tres de los más altos responsables de defensa a los motines. Los orígenes, la composición del M23 así como las consecuencias de los motines son sin embargo muy detallados en el informe.
¿Cuales son los orígenes de los motines?
El temor del general tutsi Bosco Ntaganda a un arresto inminente, como otros de muchos ex-combatientes del CNDP a “perder los privilegios de sus funciones y estatus” son los principales motores de los motines, explica el informe. Aprovechando las presiones internacionales en el caso Ntaganda, Kinshasa quería “aflojar las cadenas de mando paralelas mantenidas en el seno de las FARDC por los antiguos soldados del CNDP desde los acuerdos de 2009, (…) y poner fin al tratamiento preferente de los antiguos oficiales de en los Kivus”, precisa el documento. Se realizarán una serie de reformas y de reorganizaciones y se les explicará a los oficiales en un seminario organizado en marzo. Después de la exposición de las reformas es cuando ha empezado el primer motín en el norte de Kivu, organizado por Bosco Ntaganda.
El informe afirma que si el coronel Makenga “ha jugado un papel más discreto al principio de los motines (…)”, se ha unido rápidamente con el general Ntaganda antes de mayo y la creación del M23. Según la FARDC y antiguos oficiales del CNDP” para asegurar el mando de los motines en el sur de Kivu, el coronel habría ayudado a los amotinados del norte de Kivu”
Para explicar la relación entre los dos motines. “Según antiguos oficiales del CNDP, el coronel Makenga, buscando establecer una diferencia clara con la petición de arresto del general Ntaganda, había organizado los motines para obligar al gobierno a renunciar al despliegue de los oficiales del CNDP si al general Ntaganda se le descartaba, y temía que el gobierno impusiera al coronel Gahizi a la cabeza del antiguo grupo armado”
¿Qué apoyos y financiamientos tienen los motines?
El informe dice que hay contacto entre el M23 y el antiguo comandante del CNDP, el general Laurent Nkunda, actualmente en arresto domiciliario en Kigali. «Los responsables políticos del norte de Kivu y antiguos oficiales del CNDP han indicado que el general Nkunda había animado a los jefes del CNDP en los dos Kivus a abandonar sus posiciones y a juntarse al M23», se puede leer.
Los motines habrían financiado sus operaciones desviando los sueldos de varias unidades y otras cantidades destinadas a la armada, atracando varios bancos y con tasas para los civiles y las mercancías.
¿Está el M23 acusado de enrolar niños soldado?
«El grupo confirma que los comandos del M23 en el norte de Kivu han reclutado numerosos niños como porteadores y combatientes en abril y en mayo de 2012». El informe muestra muchos testimonios de jóvenes enrolados a la fuerza en los motines.
¿Qué consecuencias tienen los motines sobre las FDLR?
Según el informe de la ONU,«como consecuencia de la suspensión de operaciones dirigidas contra ellas», las FDLR han aprovechado los motines para ganar cierto número de posiciones « evacuados por las FARDC» que habían perdido al final de 2011 y al principio de 2012, después de las acciones llevadas a cabo por la Monusco y la armada congoleña16.
El 25 de junio, Ruanda ha desmentido formalmente en la ONU las acusaciones de la RDC, según las cualesKigali sostiene a los rebeldes en el este del país. La ministra de asuntos exteriores ruandesa Louise Mushikiwabo habla de una «guerra de palabras» destinada a hacer de Ruanda la cabeza de turco de los problemas de la RDC.
La ministra ruandesa de asuntos exteriores ha venido a la ONU a denunciar una campaña de desinformación. Ruanda, dice ella, no sostiene ningún grupo armado en el este de la RDC y desmiente la presencia de soldados ruandeses al lado de los rebeldes del M23.
Louise Mushikiwabo afirma «De un lado y de otro de la frontera, no se puede decir lo que es ruandés y lo que no. Hay gente que habla la misma lengua. Encontrar gente que hablen la lengua ruandesa en esta parte del Congo es normal». Una guerra de palabras, dice Louise Mushikiwabo, que conduce a actos de violencia.«En algunos medios de comunicación cercanos al gobierno congoleño, se habla de acosar a los ruandeses y matar a los tutsis. Esto nos recuerda la retórica de 1994 antes del genocidio y Ruanda está de acuerdo con estas declaraciones.»
Como sabe bien hacer, Ruanda busca hoy en día separarse, delante del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, de todos los crímenes que ha cometido y que continúa cometiendo en la RDC. Espera salirse con la suya, esgrimiendo el argumento que más le gusta, el del genocidio que, desde 1994, es el que usa cada vez que se denuncia sus crímenes en RDC17
El 27 de junio, en un comunicado, la ministra ruandesa de asuntos extranjeros, Louise Mushikiwabo, ha afirmado que es «profundamente lamentable» que el «frenesí mediático» a propósito de la presunta implicación de Ruanda en la rebelión en curso al este de la RDC haya llevado a la publicación de un informe de Naciones Unidas sobre el sujeto «Es un documente preliminar parcial, fundado sobre conclusiones parciales y que todavía debe ser verificado», ha añadido.
«Nosotros tenemos la intención de proporcionar pruebas de que las acusaciones contra Ruanda son falsas», ha indicado la ministra, expresando la esperanza de que las negativas ruandesas figuren en el informe final de la ONU, esperado para noviembre18.
5. LAS DECLARACIONES A NIVEL INTERNACIONAL
El 25 de junio, el Consejo de Asuntos Extranjeros de la Unión Europea (UE) reunida en Luxemburgo ha adoptado las conclusiones siguientes:
«1. La UE sigue con preocupación la degradación de la situación de seguridad y humanitaria en el este de la República Democrática del Congo (RDC). La UE condena los motines y la reactivación de los combates en la provincia del norte de Kivu. Llama a todos los países de la región a cooperar activamente con las autoridades congoleñas para desarmar al grupo M23 y todos los otros grupos armados. La Unión se inquieta por las recientes informaciones de apoyo exterior a los motines en contra de las recomendaciones del Consejo de las Naciones Unidas. Pide que los informes sean contrastados.
2. La UE anima a sus socios de la región, en particular a la RDC y a Ruanda a establecer una solución política duradera19”
El 25 de junio, comentando la situación en el este de la RDC, el ministro británico de África, Henry Bellin, ha declarado: «El gobierno del Reino Unido está cada vez más preocupado por la situación que prevalece en el este de la RDC, en particular por las alegaciones de la ayuda extranjera aportada a los rebeldes del M23. Ha propósito de esto el Reino Unido afirma, alto y fuerte que ningún gobierno extranjera debería sostener el M23 u otro grupo armado.
El 25 de junio, el ministro congoleño de asuntos extranjeros, Raymond Tshibanda, ha encontrado al ministro belga de asuntos exteriores, Didier Reynders, en Bruselas. Con respecto a la ayuda de Ruanda a los motines del M23, el ministro belga declara haber enviado «mensajes muy claros» A Kigali sobre el hecho de que los motines no debían de beneficiarse de ninguna ayuda externa y que Ruanda debería ser «una parte de la solución y no del problema». Porque, prosigue, «hay que fomentar el diálogo con Kinshasa y demostrar con pruebas que no ayudan a los amotinados». Didier Reynders desea que la voluntad de diálogo prevalezca entre la RDC y Ruanda con el fin de terminar de forma duradera con el problema de los motines en el norte de Kivu.
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Mercedes Martínez Fernández-Luanco ha traducido este artículo al español en colaboración con la iniciativa PerMondo, y con el apoyo de Mondo Agit. PerMondo ayuda a todo tipo de organizaciones benéficas a difundir su mensaje a través del ofrecimiento de traducciones gratuitas.
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