Congo Actualidad n. 151

SUMARIO:

EDITORIAL: en nombre del pueblo

1. EL MOVIMIENTO REBELDE DEL 23 DE MARZO (M23)

2. EL APOYO DE RUANDA A LOS REBELDES DEL M 23

a. El gobierno congoleño comienza sus investigaciones

b. El comunicado de Human Right Watch

c. La declaración del Gobierno congoleño

3. MENSAJE DE LOS OBISPOS DE LA ASAMBLEA EPISCOPAL PROVINCIAL DE BUKAVU SOBRE LA SITUACIÓN DEL NORTE Y SUR DE KIVU

4.  EL HOLOCAUSTO CONTINÚA

 

EDITORIAL: EN NOMBRE DEL PUEBLO

Después de desvelarse un documento interno de la MONUSCO y de un informe de HRW, el gobierno congoleño ha tenido que reconocer el apoyo de Ruanda al movimiento del 23 de Marzo (M23) de Bosco Ntganda y Sultani Makenga.

Es innegable que jóvenesde nacionalidad Ruandesa, incluidos algunos menores, han sido reclutados, formados militarmente e infiltrados entre las tropas del M23 para combatir contra el ejército congoleño. También han recibido apoyo logístico en armamento, alimentos y financiación por parte del gobierno Ruandés.

Todo esto puede parecer una novedad, pero no es así. Los que siguen de cerca el drama de la RDCongo en general y del Kivu en particular saben perfectamente que la ocupación Ruandesa empezó en Septiembre de 1996, momento de la primera guerra abusiva, bajo el supuesto de la liberación de la dictadura de Mobutu en la época del  AFDL.  Desde entonces, las personalidades militares y civiles Ruandesas se han ido infiltrando en las instituciones del estado congoleño (la armada nacional, el Parlamento y el gobierno tanto a nivel nacional como provincial, la administración local…) gracias a la complicidad de los «congoleños rwandófonos». Todo ello debido al control de las minas y de la explotación ilegal de los minerales del Kivu (oro, casiterita, cobalto, petróleo…) apoyado por las multinacionales y las potencias occidentales, cuyos nombres se reflejan en los diferentes informes del grupo de expertos de las Naciones Unidas para la RDCongo.

La población sabe todo lo que está pasando desde hace tiempo y numerosas organizaciones de la sociedad civil, nacionales e internacionales, lo han denunciado en varias ocasiones a lo largo de varios años. Desafortunadamente, a pesar de los informes presentados y de las diversas quejas y querellas no se ha tomado ninguna medida al respecto, para romper con la unión fatal entre la explotación ilegal de los recursos minerales y la financiación de conflictos armados, dejando de este modo vía libre a la impunidad de la violencia.

 

¿Que hará el Gobierno Congoleño con respecto a Ruanda?

Ahora que el Gobierno ha reconocido abiertamente, aunque de manera tímida, esta realidad, ¿que hará al respecto? ¿Se limitará observar la pasividad de las autoridades ruandesas frente a estas graves violaciones de la paz y de la seguridad internacional cometidas en la RDCongo desde su territorio? Aunque no se trata sólo de pasividad. En efecto, según las declaraciones del HRW, ciertos oficiales de la armada ruandesa están directamente implicados en este asunto o, al menos, tienen conocimiento de ello. ¿Se limitará el gobierno congoleño a buscar soluciones en la sinergia entre los estados de la región de los Grandes Lagos, firmando más acuerdos trampa con el régimen ruandés? Desafortunadamente este último ha demostrado no ser del todo sincero en las relaciones con la RDCongo y cuando ha firmado algún acuerdo bilateral con la RDCongo, ha sido solamente  para defender sus intereses en detrimento de la sangre de millones de congoleños inocentes. ¿Se atreverá el gobierno congoleño a volver a llamar a Kinshasa, su embajador en Kigali, para hacer consultas? ¿Se atreverá a pedir la intervención del Consejo de Seguridad de la ONU para que aplique al gobierno ruandés las sanciones (congelación de las cuentas bancarias, prohibición de viajar al extranjero…) previstas en caso de violación de las armas proporcionadas a los grupos armados en activo en la RDCongo? Se atreverá a exigir una investigación internacional para identificar a los oficiales militares ruandeses implicados, de una manera o de otra, en lo que respecta al apoyo proporcionado al M23 de Bosco Ntaganda y Sultani Makenga, que se desarrolla en el territorio Ruandés? Se atreverá a denunciar ante el Consejo de Seguridad de la ONU y de la comunidad internacional (UA, EU,USA) la violación de la soberanía nacional y de la integridad de la RDCongo por un país en vías de desarrollo.

¿Que hará con respecto al M23?    

A nivel interno, el gobierno congoleño ha prometido luchar contra el M23 y el resto de grupos armados nacionales y extranjeros, sin aceptar ningún tipo de negociación con estos. ¿Mantendrá esta promesa? ¿O se limitará a llevar a cabo nuevos acuerdos militares (nuevas integraciones en las FARDC, promociones a grados superiores, nuevos puestos de comandancia, la permanencia en las provincias del Este…) y políticos (nuevos puestos ministeriales, tanto a nivel provincial como nacional) cosa que no contribuye en absoluto a la solución de los problemas del este del país? ¿Se atreverá a realizar una reforma de las fuerzas armadas (nombramiento de oficiales de espíritu nacionalista, reconstrucción de las unidades militares basadas en la heterogeneidad tribal, la permutación de soldados de una región a otra, pago regular de salarios, la  lucha contra la desviación de dinero, etc.)? ¿Se atreverá a neutralizar al grupo de políticos (parlamentarios y ministros tanto a nivel nacional como provincial) que por motivos económicos o regionalistas han cooperado (y muchos de ellos aún lo hacen) en la creación de movimientos armados tales como el AFDL, el RDC, el CNDP, las diferentes ramas MAI_MAI y finalmente el M23? ¿Se atreverá el gobierno a parar a Bosco Ntaganda para llevarlo ante la corte penal internacional la cual ha expedido una orden de arresto contra él? ¿Se atreverá a detener estoy y a llevar frente a la justicia a los instigadores de la rebelión del M23 y de los diferentes señores de la guerra que están a la cabeza de numerosos grupos armados aún activos?

El pueblo congoleño espera del gobierno una respuesta clara y definitiva en lo que se refiere a su derecho inalienable a la paz, la verdad, la justicia y la libertad.

 

  1. 1.    EL MOVIMIENTO REBELDE DEL 23 de MARZO (M23)

Las razones expuestas por el M23 para justificar sus actos son absolutamente inconsistentes.

Primero, pretenden ser los únicos que protejan a los Tutsi congoleños, sus motines han hecho creer que los Tutsi constituyen una comunidad particular que debe beneficiarse de algún tipo de status especial. Por otro lado, reclaman el reconocimiento de sus grados militares, cuando  son estos amotinados de origen ruandés los que se  infiltran en los servicios de seguridad, incluyendo las FARDC, o la policía nacional para así poder ocupar puestos que les permitan ejercer  funciones soberanas, confinando de este modo a los verdaderos congoleños a cargos subalternos. El gran riesgo es ver cómo van tomando el control de las zonas más sensibles y cómo a partir de ahí van asumiendo cada vez más el poder real, relegando a los congoleños al esclavismo en su propio país. No terminar con este  amotinamiento apoyado por Kigali sería persistir en el error.

El 3 de Junio, el Congreso Nacional Por la defensa del Pueblo (CNDP) anunció el abandono de la Mayoría presidencialista (MP). Siguiendo a esta decisión, el ministro provincial de Justicia y Reinserción del norte  del Kivu, François Ruchogoza, ha dimitido de su cargo. Este ministro del CNDP dimitió del gobierno provincial del norte del Kivu junto con todos los miembros de su gabinete. Negando siempre la realidad del por qué el CNDP abandona la mayoría presidencialista (MP),la cual es, adherirse al movimiento del 23 de Marzo (M23). François Ruchogoza dice, que su partido le exige al gobierno congoleño el respeto de los acuerdos del M23, tales como la integración de la policía del ex – grupo armado CNDP, la integración política de sus cuadros civiles así como el retorno de los refugiados congoleños que viven en Ruanda y en Uganda.

No obstante, el presidente del CNDP, el senador Mwangachuchu, dice no estar al corriente de esta decisión. El gobernador del norte del Kivu, Julien Paluku, por su parte, dice que aún no tiene constancia oficial de esta dimisión.

Los amotinados que han escapado o se han retractado han contado a Human Rights Watch que los dos amotinamientos (el de los militares desertores fieles a Bosco Ntaganda y los del movimiento del 23 de Marzo –M23) no eran independientes y que Ntaganda y Makenga actuaban conjuntamente en la región de Runyoni. Los testigos han explicado a Human Rights Watch que Ntaganda conserva la comandancia general de sus fuerzas.

El 30 de Mayo, en Uvira, dos oficiales amotinados fueron condenados, por defecto, a la pena de muerte, once fueron condenados a penas de a partir de dos años de servidumbre, condena previa a la cadena perpetua, y cinco fueron liberados por la corte militar del sur de Kivu. Estos oficiales de las fuerzas armadas del RDC han sido declarados culpables de deserción de la armada y de participar en un movimiento insurreccional, de infracciones cometidas en Uvira y en Fizi a principios del mes de Abril pasado. La cadena perpetua fue para los ocho cabecillas del movimiento, de entre los cuales cabe destacar al coronel Bemard Byamungu y el coronel Samuel Sabimana. Los coroneles Eric Ngabo  alias “Zaïrois” y Saddam Ringo, que no se presentaron en el proceso, han sido condenados por defecto a la pena de muerte  y expulsión del ejército.

Según la justicia militar, han reconocido haber participado en un plan dirigido por el general amotinado Bosco Ntaganda. Habrían sido participes en una reunión con él en Goma  en el mes de  Marzo. El plan que habían trazado consistía en retrasar las pagas de la tropas para así provocar el malestar  entre ellos e incitarles al amotinamiento. La rebelión es hoy conocida bajo el nombre del M23.

2. El APOYO RUANDES A LOS REBELDES DEL M23

a. El gobierno Congoleño da comienzo a sus investigaciones.

El 29 de mayo, los servicios de inteligencia ruandeses y congoleños dieron comienzo en Goma (norte del Kivu) con las investigaciones sobre la identidad de los once ciudadanos ruandeses que se dieron cita la semana pasada en la Misión de la ONU para la estabilización en la RDCongo (Monusco), en territorio Rutshuru (Norte de Kivu). Ambas partes escucharon por turnos a sus hombres en presencia de la Monusco. Estos combatientes se han identificado como ruandeses reclutados a la fuerza en las filas del movimiento del 23 de Marzo (M23). Cuentan que fueron reclutados en el pueblo de Mundende en Ruanda  dejando su identidad en manos de los reclutadores. Estas personas dicen estar impacientes por reencontrarse con su partido. Le comentaron a los investigadores que les gustaría que las autoridades les protegieran contra las posibles represalias de aquellos que los reclutaron en Ruanda, según ellos, a la fuerza. El gobierno ha dicho que está a la espera de los resultados de las investigaciones para confirmar o no la participación y apoyo de Ruanda al M23.

Según una investigación llevada a cabo actualmente por las autoridades congoleñas y por las naciones Unidas, el motín de una parte del ejército nacional, será activamente apoyado por  ciudadanos de Ruanda. Hoy día, al menos cincuenta y un combatientes de nacionalidad Ruandesa se han rendido ante las autoridades en la RDC. Veinticuatro fueron albergados en los campos de las fuerzas de paz de las Naciones Unidas, la Monusco, en Goma , otros trece se encuentran en manos del ejército regular (FARDC) y por último, unos catorce que llegaron a la Monusco el pasado 17 de Mayo, han desaparecido y muy probablemente hayan sido reconducidos a distintos lugares de Ruanda.

Los once primeros que se entregaron a la Monusco han sido interrogados los pasados  días 29 y 30 de mayo por oficiales ruandeses y congoleños en el campamento de la ONU en Goma, en presencia de testigos miembros de las fuerzas de las Naciones Unidas.

Los resultados de estas audiencias no versan ningún tipo de duda sobre el acto sistemático de reclutamiento y envío de ruandeses hacia  la RDC, donde combaten contra el ejército regular al lado de los amotinados (rebeldes).

Estos ciudadanos Ruandeses no son soldados profesionales. Son jóvenes, de apenas veinte años, que provienen de medios rurales desfavorecidos, reclutados en su mayoría en las colinas del Mudene, a pocos kilómetros de la frontera congoleña.

Diversos testimonios de jóvenes ruandeses hacen referencia a una misma figura: Bouvier,un  ganadero vacuno, que desarrolla el papel de agente reclutador en la región de Mudende. Se acerca a los jóvenes desempleados de los pueblos y les dice que hay trabajo en la armada ruandesa. Cuando reúne a voluntarios suficientes, organiza él mismo el transporte en autobús, reuniendo a todos los reclutados en Kingi.

Sus efectos personales, tarjetas de identidad, teléfonos móviles, dinero líquido ruandés, son confiscados. De ahí, y sin ningún tipo de identificación, parten a pie y en formación hacia los bosques de Runyioni, enclave de los rebeldes del M23 en territorio congoleño,  y son sometidos a una férrea formación militar.

Uno de los supervivientes de esta fuga ha contado que al principio les contrataban para buscar agua y leña, para llevar la munición, y para instalar las lonas de vivac, pero cuando comenzaron los bombardeos, teníamos que ir a la línea de fuego a recuperar a los heridos  que se encontraban en las trincheras. Cuando los investigadores congoleños y los agentes de la ONU, interrogaron a estos jóvenes reclutados sobre las razones de ésta guerra, estos no mostraron saber gran cosa al respecto. “Nos dijeron que era necesario que defendiésemos a los que hablan nuestra lengua, puesto que el gobierno  congoleño iba contra los que hablaban la lengua ruandesa y que debíamos combatir para protegerla.”

Todos habían oído que el “gran Jefe” era Bosco Ntaganda, y que les  visitaría al fin de su formación, pero declararon no haberlo visto nunca. ¿Qué porvenir les espera a esta decena de jóvenes  reclutados, que han sido forzados, muy a su pesar, a una guerra que no les concierne? Siguiendo la lógica, deberían ser repatriados, de hecho  es su deseo, “ pero tenemos miedo” afirman a los investigadores”. “Los que nos reclutaron y confiscaron nuestros papeles podrían vengarse después de todo lo que se ha confesado a la MONUSCO”. Se sospecha  que el reclutador de Mudene habría reclutado a unos cientos de jóvenes. Según los testimonios escuchados, el propietario de la manada sería un infiltrado del ejército ruandés.

Hay otra cuestión que perturba a los investigadores congoleños y de las Naciones Unidas: las primeras deserciones de los números uno de Bosco Ntaganda en el seno de la FARDC el pasado 9 de abril. Sin embargo, los reclutados Ruandeses declararon haber estado por territorios congoleños desde el mes def. “ Es la prueba de un plan preparado minuciosamente, una infiltración para un ataque premeditado.” Dice un responsable que prefiere guardar el anonimato.

Más perturbador aún es que las FARDC afirman haber detenido, en Goma, nueve exmilicianos de las FDLR (Fuerzas Democráticas de Liberación de Ruanda) que se  habrían unido al M23, después de haber sido desarmados y repatriados por la Monusco.

¿El gobierno congoleño se verá obligado a elevar el tono en el vis-a-vis de su vecino? “Es muy difícil”, dice un consejero ministerial. “Para esto, haría falta que estuviésemos respaldados por la comunidad internacional.El régimen ruandés goza de mucho apoyo, mucho más que nosotros”, añade. ¿La Monusco tomará cartas en el asunto para parar esta injerencia que pone en jaque a la paz? La opinión congoleña lo pone en duda.

El 30 de mayo, la cuestión sobre el informe confidencial de la Monusco afirmando La implicación de Ruanda con las acciones del M23 , ha sido el centro de atención de la conferencia de prensa  semanal de las naciones unidas en el seno de la Monusco.

El portavoz  intermediario de la Monusco, Touré Penangnini, ha declarado  que aún no ha visto ese informe. Para él, la Monusco, no ha hecho más que reportar las declaraciones  de los 11 individuos que huían de los combates y se entregaron a la Monusco, en el marco del programa del Ddrr. Estos 11 individuos han declarado que fueron reclutados en Ruanda y tras su formación creían que volverían junto a las tropas ruandesas pero se encontraron con que estaban al otro lado de la frontera. Touré Penangnini es firme: “La Monusco no ha hecho más que reportar los propósitos de los que han confiado en su base”. El portavoz resume esta cuestión como  un problema de interpretación: “No tenemos pruebas de que Ruanda juegue algún papel en los acontecimientos del este de la RDC. ¿Cómo se puede estar diciendo que la Monusco acusa a Ruanda, cuándo lo único que ha hecho es  reportar los propósitos de estos?” declara este, en respuesta a una pregunta.

El 30 de Mayo, los ministros Congoleños de Defensa e Interior han sido interpelados por la asamblea nacional para responder a dos preguntas orales con debate. El Viceprimer Ministro y Ministro de Defensa fue invitado a responder las preguntas con debate, formuladas por el diputado Martin Fayulu Madidi sobre el nuevo acuerdo firmado entre la república democrática del Congo y Ruanda, sobre la seguridad del Este del país. Otra de las preguntas orales con debate realizada por el diputado Jemis Milengwa al Ministro del Interior, seguridad y descentralización, versaba sobre la inseguridad que prevalece el este del país.

El presidente de la Asamblea Nacional ha decidido que el pleno se realice a puerta cerrada, basándose en lo delicado de la pregunta y en  una disposición del reglamento interno de esta institución. Algunos diputados de la oposición, en desacuerdocon esta decisión , decidieron salir fuera de la sala a modo de protesta y desaprobación.

b. El comunicado de Human Right Watch

El 4 de junio, Human Right Watch declaró que responsables militares ruandeses han proporcionado armas y apoyado el amotinamiento en el Este de la RDC encabezada por el general Bosco Ntaganda,  buscado por crímenes de guerra por la corte penal internacional. Responsables militares ruandeses han autorizado a Bosco Ntaganda a entrar en Ruanda y le han abastecido con nuevos recursos, armas y municiones.

Las investigaciones llevadas a cabo a lo largo del mes de Mayo por Human Right Watch en la región, han revelado que los responsables militares ruandeses han proporcionado armas, municiones, así como 200 a 300 reclutas para sostener el amotinamiento de Ntaganda en el territorio de Rutshuru, al este de la RDC.  Entre estos reclutas, se incluyen a los civiles reclutados a la fuerza en los distritos de Musanze y Rubavu en Ruanda de entre los cuales muchos son menores de edad. Testigos han contado que algunos reclutas han sido ejecutados sumariamente bajo las órdenes de los hombres de Ntaganda, cuando estos intentaban escapar. Estos testigos han explicado a Human Right Watch que las armas proporcionadas a las fuerzas de Ntaganda por los militares ruandeses, incluían fusiles de asalto Kalachnikov, granadas, ametralladoras y artillería antiaerea. Los nuevos reclutados han llevado estas armas hasta Ruyoni, base principal del amotinamiento, situado al este de la RDC.

Según Human Right Watch, los reclutas, las armas y la munición proveniente de Ruanda han constituido un importante  apoyo para Ntganda y sus fuerzas. Este apoyo, les permite mantener su posición militar en las colinas de Runyoni, Tshanzu y en Mbuzi y los pueblos que se sitúan en  los alrededores  de los asaltos de los militares de la armada congoleña.

Los responsables ruandeses también han autorizado a Ntganda y a miembros de sus fuerzas a entrar en Ruanda en diversas ocasiones recientemente para escapar de diversos arrestos, para esquivar los ataques de las fuerzas armadas congoleñas  o para obtener apoyo militar para su amotinamiento. El 26 de mayo, hubo testigos que vieron a Ntaganda en Kinigi, Ruanda, encontrándose con un oficial militar ruandés en el bar Bushokoro. Kinigi es la ciudad natal de Ntganda, donde conserva algunos lazos familiares.

Además de estar bajo el mandato de arresto de la CPI, Ntaganda figura en una lista de sanciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que le prohíbe desplazarse fuera de la RDC. En virtud de las sanciones de las Naciones Unidas, Ruanda, al igual que otros países, tienen la obligación de “tomar las medidas necesarias para impedir la entrada o el tránsito de toda persona” que figure en la lista de sanciones.

Además de la visita de Ntaganda  en Ruanda el pasado 26 de mayo, descrita más arriba, otros antiguos oficiales de la armada congoleña  que se habían unido al amotinamiento, como el coronel Makenga, se dieron cita en Ruanda desde el comienzo del amotinamiento, según testigos interrogados por Human Rigth Watch, que les vieron pasar la frontera, encontrarse cm oficiales militares ruandeses y hablar con estos.

Reclutamiento en Ruanda

Human Riagth Watch se encontró con 23 personas que se habían escapado o que habían dejado las filas de los amotinados de Ntaganda, cuando estos llegaron al territorio de Rutshuru a principios del mes de mayo. De entre estos testigos, figuraban nueve personas reclutadas en Ruanda, siete en RDC y una en Uganda, todos civiles ruandeses, dos niños congoleños reclutados en la RDC y cuatro congoleños  que desertaron después de unirse en el comienzo del amotinamiento. Interrogados por separado, los testigos han declarado que centenas de personas reclutadas en Ruanda formaban parte de las fuerzas de Ntaganda.

Los reclutados originarios de Ruanda han sido reclutados o bien a la fuerza o bien bajo el pretexto malicioso de que ganarían mucho dinero o que juntarían más adelante con la armada Ruandesa. Algunos eran antiguos combatientes desmovilizados de las fuerzas democráticas de liberación de Ruanda (FDLR), un grupo de rebeldes compuesto esencialmente por Hutus ruandeses, que operaba en la RDC. Otros eran civiles sin formación militar precedente. Según diversas fuentes, varias de las personas reclutadas eran menores de edad.

Varios de estos reclutados en Ruanda han afirmado haber sido reclutados a la fuerza  a pie de carretera y en los mercados cercanos a las ciudades de Musanze (antiguamente Ruchengeri) y Kinigi en el distrito de Musanze, al noroeste de Ruanda, y llevados a un campo militar de Kinigi. Otros fueron reclutados en el sector de Mudende en el distrito de Rubavu. Dos Civiles Ruandeses del distrito de Musanze, de unos 19 y 22 años de edad, han contado a Human Right Watch que militares ruandeses les llevaron a la fuerza de un cine de calle a primera hora de la tarde alrededor del 19 de Mayo. Los militares reunieron alrededor de 30 niños y jóvenes que veían una película y los forzaron a montar en un camión. Han descrito los dos jóvenes.

Antiguos combatientes de las FRDLR han contado que los “coordinadores de la desmovilización” los cuales habían sido invitados por otros antiguos excombatientes para participar en las reuniones de los combatientes desmovilizados  fueron  con la esperanza de recibir un sostén económico o un trabajo.

En el campo militar de Kinigi, militares ruandeses han proporcionado armas y municiones a los nuevos reclutados antes de ser repartidos en grupos de 40 a 75 hombres. Llevando las armas y la munición los reclutados fueron obligados a marchar a través del parque nacional hasta la frontera congoleña, escoltados por militares Ruandeses. Ya en la frontera, estos escoltas militares ruandeses entregaron a los nuevos reclutados a las fuerzas de Ntaganda, que los esperaban y los condujeron hasta Runyori en RDC.

En cuanto los nuevos reclutados llegaron a Runyoni, aquellos que ya habían tenido un entrenamiento militar, fueron rápidamente  desplegados en las líneas de ataque para combatir a la armada congoleña. Algunos civiles reclutados recibieron formación militar básica, así cómo saber utilizar un fusil y enseguida eran enviados a las líneas de fuego Otros recibieron la orden de construir refugios, la comida, de buscar agua o robar alimentos y otros bienes en las casas de los pueblos.

En la mayoría de las declaraciones descritas en Human Right Watch,  los militares ruandeses volvían al campo militar de Kinigi después de haber entregado a los reclutados a las fuerzas de Ntaganda. Algunos reclutados han contado a Human Rights Watch que en varias ocasiones los soldados ruandeses continuaron con ellos hasta Runyoni  y que participaron en las operaciones de combate mano a mano con las fuerzas de Ntaganda, muchas veces con el uniforme de las fuerzas congoleñas puesto.

Ejecución sumaria de reclutados

Los que han osado huir de las fuerzas de Ntaganda o han rehusado trabajar o combatir porque estaban cansados, reciben sanciones severas. Después de las historias recopiladas por Human Right Watch, alguno de ellos fueron ejecutados sumariamente.

Un testimonio ha contado que el coronel Makenga le habría ordenado matar a tres personas que habían sido capturadas al intentar huir. “Les matamos con un agapfuni (un martillo pequeño). Primero les atamos antes de matarlos. Uno tenía alrededor de 25 años, otro 18 y el tercero unos 20. Cuatro de nosotros recibimos la orden de matarlos. Y los enterramos allí en Runyoni”.

Varios de los oficiales que se unieron al amotinamiento de Ntaganda, como el coronel Makenga, el coronel Ngaruye, el coronel Innocent Zimurinda y el coronel Innocent Kayna, poseen antecedentes de atentar gravemente contra los derechos humanos en el este de la RDC. Human Right Watch, los observadores de los derechos Humanos de las naciones Unidas y las organizaciones locales de defensa de los derechos humanos han documentado las masacres de carácter étnico, torturas, agresiones sexuales generalizadas y el reclutamiento a la fuerza de niños cometidos por estos individuos a pesar de pertenecer a los grupos de rebeldes o ser oficiales del ejército congoleño.

c. La declaración del gobierno congoleño

El 9 de junio, a raíz de una rueda de prensa realizada en Goma, al término de una misión gubernamental conducida por el primer ministro Matata Ponyo, el portavoz del gobierno Lambert Mende  ha leído una declaración de la situación de la seguridad en Kivu, de la cual hemos recopilado estos extractos:

“En una vana tentativa  de otorgar  carácter político a lo que en realidad es una huída  de la mano de la justicia que comenzaba a estrechar el círculo alrededor de Ntaganda por los crímenes cometidos bajo el UPC en Ituri, esta banda fue rebautizada como M23, se pusieron a reivindicar vacías de contenido y fantasiosas. Por lo tanto, los fundamentos de esta agitación no tienen nada que ver con sus compromisos en 2009 y no han cumplido con el gobierno congoleño”.

Además, informaciones de diversas fuentes concuerdan en el apoyo recibido por parte de Ruanda hacia la banda de Ntaganda y la existencia  de redes de reclutamiento de combatientes para Ntganda en este país vecino, miembros como la RDC de la unión africana (UA), la comunidad económica de los grandes lagos (CEPGL) y la Conferencia Internacional sobre la región de los grandes lagos (CIRGL). El gobierno de la república, teniendo en cuenta la gravedad de los hechos, se ha tomado un tiempo para corroborarlo con sus propias fuentes. Hoy día, basándonos en las conclusiones de las investigaciones de nuestro servicio, podemos afirmar lo siguiente:

1)       Entre los milicianos del grupo de Ntaganda y Makenga se han encontrado unos 200 o 300 individuos que han sido reclutados en territorio ruandés por una célula activa en este país.

2)      Varios de los combatientes reclutados son ruandeses infiltrados en la RDC. Estos fueron sometidos a un entrenamiento antes de ser desplegados en el frente contra las FARDC.

3)      Se ha constatado que hay menores de edad y jóvenes entre los combatientes.

4)      A pesar que en la huida, los amotinados abandonaron sus armas, las FARCD recuperó unas 38 toneladas de armas. Se ha observado un aumento de su armamento desde la llegada de estos al triangulo Runyoni-Tshianzu-Mbuzi acotado en la línea fronteriza entre la RDC y Ruanda.

5)      Las alianzas contra natura se establecieron entre la banda de Ntaganda y Makenga por un lado y los amotinados de otro. Teniendo como objetivo repartirse el botín de sus asaltos.

6)      Hay que resaltar que la FDLE estaba a punto de ser reducido por las FARDC y paradójicamente se convirtieron en aliados de Ntaganda y Makenga como lo demuestra la presencia al lado de estos, del coronel Mandevu de la FDLR en Runyonyi y combatientes del FDLR repatriados en buena medida en Ruanda por la MONUSCO entre los individuos prisioneros del M23 que se capturaron en Runyonyi.

Estas informaciones precisas, detalladas, contrastadas y recontrastadas, vienen directamente del Gobierno que recopiló poco a poco y pacientemente todos estos hechos. Se revela así un problema serio que debe ser resuelto con urgencia dentro de la sinergia entre estados de los grandes lagos y su lucha contra fuerzas rebeldes.

Una cosa es innegable: el territorio ruandés ha servido para la preparación de una conspiración que después de haber empezado como un simple amotinamiento, este ha evolucionado peligrosamente hacia  el esquema de la ruptura de paz entre dos países de la región de los Grandes Lagos. Esta deplorable evolución ha sido el centro de todas las reuniones bilaterales entre expertos congoleños y ruandeses.

El gobierno congoleño denuncia la pasividad de las autoridades ruandesas frente a estos graves atentados contra la paz y la seguridad de la RDC, surgida de su territorio.

El gobierno  reafirma su determinación de proteger la vida de los congoleños,  para lo que se han tomado todas las medidas necesarias para desarticular el cáncer que supone la violencia sistemática que afecta al sistema económico de la región del Kivu.

El gobierno no prevé negociaciones con el grupo armado CNDP, M23, o FDLR, que fueron instados a entregarse a las autoridades Congoleñas  o de la Monusco a dejar las armas, aún a riesgo de que aumente la intensidad de ataques de las FARDC. El  Ejercito nacional y republicano y la FARDC no tendrán jamás unas bases comunes.

El gobierno de la república democrática del Congo ha agotado todas las vías diplomáticas en la región para denunciar y hacer frente a esta situación que tiene en vilo a la paz y a la seguridad de nuestro país.

Convencido de que existe una unión entre la inseguridad del este del país y la explotación ilegal de los recursos naturales, el gobierno va a lanzar un mecanismo de certificación  y de trazabilidad de las sustancias minerales tal y como le recomendó la CIRGL, y ha decidido sancionar severamente  a todo aquel negociante que continúe comprando minerales en sitios no certificados o no válidos. Entre otras cosas, serán procesados por decomiso y se les anularán todos los derechos y títulos mineros, quedando estos congelados. La obligación afectará de ahora en adelante a los investigadores titulares de los permisos mineros autorizados para transformarlos en permisos de explotación para construir fábricas de transformación de minerales en nuestro propio país.

 

3. MENSAJE DE LOS OBISPOS DE LA ASAMBLEA EPISCOPAL PROVINCIAL DE BUKAVU SOBRE LA SITUACIÒN DEL NORTE Y SUR DE KIVU

Del 28 de mayo al 2 de junio, los obispos de la provincia eclesiástica de Bukavu se han reunido en sesión extraordinaria a raíz de la cual han publicado un mensaje : «Para cuando la paz en el este de la RDCongo?»

Esto es lo que dicen:

«Entre los objetivos de nuestras preocupaciones, identificamos una convergencia de incidentes que evocan espectros de una guerra en los contenidos y los móviles aún ocultos. En base al pasado, estos signos, aparentemente simples al principio, han desembocado en conflictos generalizados. Es necesario anticiparse y prevenir.

En efecto, los conflictos armados estructurados son de nuevo observados en el norte y sur de Kivu bajo denominaciones varias. Hay que destacar, no obstante, la vuelta a la violencia de grupos armados en el Norte de Kivu tras el anuncio de la corte penal internacional del arresto del general Bosco Ntaganda. Estas pericias van acompañadas de una intensificación sin precedentes del vandalismo armado que se manifiesta por el fenómeno asalta carreteras, ríos y lagos.

  1. 1.      Diferentes móviles como causas lejanas de la guerra

La guerra se arraiga en los problemas olvidados, junto con las soluciones sesgadas como es, por ejemplo, la situación de los refugiados ruandeses.

Las guerras se generan igualmente con la disfunción  interna de la sociedad generando de este modo injusticia, inquietudes, rencores, estallando el sentimiento de venganza. Esto se mantiene a causa de la codicia interna.

Las guerras en la República Democrática del Congo de hecho han sido y son a menudo guerras de depredación interna y externa, las cuales han sido estudiadas extensamente por distintos estratos que han establecido balances macabros con millones de congoleños sacrificados. Hunden en la miseria a la población. Pero no se muestra ningún tipo de medida para solucionarlo.

  1. 2.      Causas inmediatas en la vuelta de las hostilidades: intereses particulares y depredación

Cuando examinamos los móviles que desembocan en la vuelta a la violencia, nos damos cuenta de que parecen mas bien pretextos en lugar de verdaderos motivos como nosotros creemos:

Escapar de la justicia por delitos cometidos en el pasado.

Evitar el ingreso en las fuerzas armadas

Mantener el statu quo favorable

Entre tanto, el país continúa funcionando como una reserva , un no mans land, una jungla donde tierras enteras son abandonadas a la gracia de los grupos de interés, al detrimento de las poblaciones locales, las cuales han sufrido ya bastante las carencias estatales, o al menos de su debilidad manifiesta.

  1. 3.      Gestión desastrosa de los refugiados ruandeses por la comunidad Internacional

En 1994, tras el genocidio ruandés, bajo el mandato de la ONU, Francia con la operación turquesa introdujo millones de refugiados en nuestro territorio, incluidos militares y milicianos armados, el HCR los acogió y les proporcionó alimento durante dos años para que después fuesen abandonados en los bosques, sin identificación administrativa, ni en los países de origen, ni en el Congo, ni en la ONU.

Hubo incluso un tiempo en el que se declaraba que ya no había más refugiados ruandeses en la RDC. Pero la realidad no es esta, ya que los refugiados aún siguen aquí. No poseen estatus administrativo. No son ni ciudadanos de su país, ni refugiados de la ONU, ni refugiados como tal acogidos en la RDC. Ninguna administración oficial sabe poner nombre a una cara, y les extraña que se hayan vuelto incontrolables.

Es por ello que hay que pensar en aclarar el estatus administrativo de este grupo humano. El estado congoleño asume sus responsabilidades soberanas y exige una solución  en la que estén bajo control, como en el resto de países del mundo.

En cuanto al estado penal de alguno de ellos, sospechosos de genocidio, se espera  que sea coherente con el principio general de la ley, según la cual el delito es personal e individual, relacionados con una edad legal.

Sin embargo, a los jóvenes con edades entre los 18 y 25 años  no serán afectados por las responsabilidades de los padres. Por contra, si estos jóvenes cometen algún crimen en territorio congoleño, como sucede a menudo desgraciadamente, las jurisdicciones de la RDC tienen el poder y el deber  de conocer el código penal congoleño.

 

4 Multitud de grupos armados en el este de la RDC

La violencia de los antiguos señores de la guerra cambia constantemente pero los móviles de estos y los actores siguen siendo esencialmente iguales. Han hecho lo posible por escapar a los intentos de reestructuración del ejército nacional tras las últimas guerras, de 1996 y 1998. Estos intentos de reestructuración se han realizado en base compromisos políticos mal negociados.

En efecto, mientras un país multicultural como la RDC tolera demasiado que importantes unidades militares sean constituidas sobre una base principalmente tribal, construyéndose de este modo multitud de pequeños estados. Es importante tener en cuenta que la RDC cuenta con cerca de 400 grupos lingüísticos. Por lo que nuestro país está infestado de multitud de señores de la guerra. De estas milicias activas en 2009, la conferencia de Goma ha hecho un inventario bastante largo aún hoy día continúan apareciendo nuevas formaciones.

En todos los casos, en términos de la presente crisis, es urgente poner fin a esta situación y a estos grupos armados tanto de origen nacional como internacional, de otro modo, se instalará la inestabilidad.

La misión de las fuerzas del orden, la policía o el ejército es proteger toda la nación y a todos los ciudadanos y no a un grupo particular. Las fuerzas del orden, o son republicanas o no lo son. No existe un compromiso para depurarlas o hacerlas más plurales. Es un error del pasado que hay que corregir lo antes posible. Un ejército republicano unido es esencial para la vida de una nación.

 

5 Credibilidad del Estado

Hay avances evidentes en varios sectores del gobierno: La moneda es estable, se ha comenzado a efectuar el pago de salarios, la policía y el ejército se van equipando progresivamente, ciertas estructuras se han ido rehabilitando o bien han combatido costos, la lucha contra la corrupción se pone tímidamente en marcha…

A pesar de ello, el punto débil de esta dinámica es la seguridad de las personas y de sus bienes. Aunque primero irían un alto índice de mortalidad, asesinatos, violaciones, robos, desinformación del aparato judicial, los arrestos y encarcelamientos arbitrarios, las personas están impacientes de ver reaccionar al Estado y ver como cumple su misión y sus responsabilidades principales.

Esto hace que muchos congoleños pongan en duda la credibilidad de su Estado y de su capacidad para cumplir su misión en materia de protección civil. Las dudas y los problemas son aún muy numerosos para que estas iniciativas aún limitadas sean convincentes. Para poder hacer frente a esto es necesario que los servicios públicos se vuelvan mas eficaces.

El estado debe condenar severamente a autores, coautores y cómplices de toda infracción contra la sociedad.

Pero, para lograr mejores resultados, es imprescindible hacer una reforma profunda de la administración: que los agentes se hagan responsables de sus actos civiles y penales tanto en lo público como en lo privado.

6 Razones desesperadas

Acabamos de atravesar un período difícil, la de las elecciones de 2011. A pesar que algunos observadores preveían el estallido del país, nos mantuvimos unidos. Felicitamos a nuestro pueblo por este sentido patriótico que ha demostrado. Un nuevo gobierno ha resultado elegido.  Este ha sido resultado de un consenso nacional. Podríamos darle una oportunidad para que consigan hacer avanzar el país. Esperamos por su parte, que escuchen a sus ciudadanos y ponga en marcha las demandas deseadas en la administración, las reformas del sector de la seguridad, la política de extranjería y el desarrollo sostenible del país.

Conclusión

Al término de esta lectura rápida de los acontecimientos actuales, queremos hacer referencia una vez más a nuestro deseo de unidad, integridad y soberanía de nuestro país, animamos a nuestra clase política y a nuestra población a tomar esta dirección.

Tenemos la necesidad de conjugar nuestros esfuerzo para no ver como nuestro país estala bajo el efecto de las fuerzas centrífugas, internas o externas, que han vulcanizado nuestro país, La RDC.”

 

4 el Holocausto continua

El 28 de mayo, el jefe del encuadre administrativo de Kalonge, en el Territorio de Kalehe (sur de Kivu) ha afirmado que la semana pasada  un ataque de las fuerzas democráticas de liberación de Ruanda provocaron la muerte de 5 personas en el Pueblo de Chaminunu. Entre las víctimas se encuentran una mujer y un niño. Además, estos asaltantes se llevaron varias vacas. Otras fuentes han indicado que varios días antes a este ataque los militares de las FARDC se habrían enfrentado a los rebeldes de la FDLR. Estos últimos abrían regresado cuando el ejército regular se había retirado.

El 30 de mayo, el vicepresidente de la sociedad civil del norte de Kivu, Omar Kavota, a señalado un desplazamiento masivo de poblaciones Tutsi de la localidad de Kitshanga, en el territorio de Masisi, hacia Goma. En estos desplazamientos, según él, estarían intentando huir de sus casas por miedo un ataque en su localidad por los rebeldes  del M23. «Estos últimos estarían planeando regresar a Kitshanga a causa de las pérdidas  que están sufriendo  a causa del ejército regular en Jomba y Bueza en el territorio de Rutshuru. Los  miembros del M23  estarían incluso organizando matanzas para justificar un genocidio que sería atribuido a las fuerzas oficiales», ha afirmado M. Omar Kavota.

El 30 de mayo, el coronel Mactar Diopmisión de la Naciones Unidas para la estabilidad en la RDC, portavoz militar de la MONUSCO, , ha declarado a la prensa que según los testimonios recogidos, 98 civiles  han sido asesinados en 11 pueblos del agrupamiento Ufamandu I y II ( en territorio  Masisi) entre el 9 y el 25 de mayo de 2012, por individuos Mayi Mayi, Rahiya Mutomboki, Kifuafua y la Fuerza de defensa Congoleña (FCD) así como la Fuerza democrática de liberación de Ruanda (FDLR). Estas matanzas serían la consecuencia a los ataques de los Mayi Mayi Rahyia Mutomboki contra las FDLR el 14 de Mayo de 2012.

Los testigos interrogados por la misión de la ONU han confirmado que varias de estas matanzas han sido cometidas por hombres armados con machetes, lanzas y cuchillos y que se identificaban como la milicia Raïa Mutomboki grupo de autodefensa popular que pretende combatir a los rebeldes ruandeses  de las FDLR. La mayor parte de las víctimas serían de la comunidad HUTU. Siempre según los testimonios, los asaltantes canturreaban mensajes incitando a las víctimas del asalto a ir a por ellos a Ruanda.

Según las últimas estimaciones disponibles, más de 100 000 personas se habrían desplazado entre el primero de abril y el 18 de mayo, habiendo unos 74 000 en los territorios de Lubero, Msisi y Rutshuru.

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Gracias a la iniciativa PerMondo, la agencia de traducción Mondo Agit y la traductora voluntaria Gretel González se pudo llevar a cabo esta traducción del francés al español. Esta iniciativa lleva a cabo traducciones gratuitas de páginas web y documentos para asociaciones benéficas.

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