SUMARIO:
EDITORIAL: en busca de la verdad en las urnas
1. LA SOCIEDAD CIVIL DENUNCIA ASESINATOS Y RAPTOS
2. LA «PRESTACIÓN DE JURAMENTO» DE ÉTIENNE TSHISEKEDI
3. EL SAQUEO EN LIMETE DE LA SEDE DEL PARTIDO UDPS
4. EL RECUENTO DE LOS RESULTADOS DE LAS ELECCIONES LEGISLATIVAS DE 2011
5. LA REANUDACIÓN DEL SERVICIO DE SMS
6. EL PRESIDENTE DEL SENADO VÍCTIMA DE UNA AGRESIÓN EN PARÍS
EDITORIAL: EN BUSCA DE LA VERDAD EN LAS URNAS
La llegada de un grupo extranjero de expertos electorales
La Comisión Electoral Nacional Independiente (CENI) publica los resultados parciales de las elecciones legislativas, pero muchos de los candidatos derrotados denuncian un montón de irregularidades y de fraudes. De hecho, la comisión incluso había suspendido el recuento de los resultados mientras esperaba la llegada de ese grupo de expertos internacionales, con el fin de que los resultados fuesen más creíbles. El 4 de enero, estos expertos electorales americanos llegaron a Kinshasa, aunque la CENI ya había retomado el recuento de los resultados de las elecciones legislativas. En un primer momento, su trabajo era el de ayudar a la CENI en el recuento de los resultados para identificar de forma más sencilla los casos de fraude y las irregularidades y así proponer las soluciones necesarias, pero como el recuento ya casi se había terminado, ¿cuál iba a ser entonces su trabajo?
Varios miembros de la oposición han expresado su descontento al respecto porque, según ellos, se han falsificado o se han destruido muchos documentos. Además, como las elecciones legislativas tuvieron lugar el mismo día que las presidenciales, se celebraron en las mismas mesas electorales y a ellas acudieron el mismo número de votantes, se preguntan: «¿por qué limitar el trabajo de estos expertos sólo a los resultados de las elecciones legislativas? También podrían colaborar con los resultados de las elecciones presidenciales».
Por supuesto que el trabajo de estos expertos podría aportarle a la CENI mayor transparencia en las diferentes etapas de todo el proceso electoral. Si al principio su misión era el de apoyar y colaborar, ahora que ese trabajo ya casi había llegado a su fin podrían centrarse en controlar y verificar, sobre todo, las irregularidades y los casos de fraude denunciados.
Los congoleños tienen el derecho de conocer la verdad de las urnas
De hecho, tienen el derecho inalienable de conocer lo que dicen las mismas. Tanto el presidente de la comisión electoral como el mismísimo presidente de la República han reconocido las irregularidades y los límites de las elecciones del 28 de noviembre. Sin embargo, no es suficiente con que se reconozcan, hay que buscar también las soluciones necesarias.
Las irregularidades constatadas en el seno de la organización y los fraudes electorales cometidos a vista de todos deben ser sancionados tal y como se estipula en la legislación electoral.
Los resultados finales deberán corregirse en función de la verdad de las urnas, investigada mediante un «recuento de votos», al menos en los casos de litigio. Se podría empezar por comparar de forma rigurosa los resultados, que figuran en las actas expuestas, y de las que los partidos guardan copias, en las mesas electorales inmediatamente después del recuento de votos, con los datos recogidos por los observadores (nacionales e internacionales) y con los resultados proporcionados por la comisión electoral. La verdad que sale de las urnas es la única que determina la legitimidad o la ilegitimidad de la elección del presidente de la República, así como de los elegidos como diputados.
Los actos de violencia, así como la violación de los derechos humanos, que hayan sido cometidos para reprimir las manifestaciones populares durante todo el período electoral, deberán ser juzgados y castigados de acuerdo con la legislación.
La verdad de las elecciones es el camino hacia la democracia y la paz
Los congoleños ya han sufrido demasiado. Basta con echar la vista atrás y recordar los cinco primeros años de rebeliones justo después de la independencia, los treinta años de dictadura, los ocho años de guerra con más de seis millones de muertos, los cinco últimos años plagados de políticos irresponsables (corrupciones, enriquecimiento personal ilícito, violaciones de los derechos humanos y de los principios constitucionales, etc.) siempre respaldados todos ellos por la impunidad.
No soportarán más ver cómo sus mujeres son violadas cada día, no podrán pagar más la prima mensual a los profesores, no tolerarán más que entre los jefes de la armada nacional haya criminales de guerra, no aceptarán más que las riquezas minerales del país sean explotadas ilegalmente por compañías mineras internacionales sin ningún beneficio económico para las poblaciones locales. Y, por último, no aceptarán nunca más que se tergiverse su propia voluntad expresada en las urnas.
Los congoleños exigen la verdad de las urnas para poder proseguir con su camino hacia la democracia, la justicia, el respecto de los derechos humanos, la paz y el desarrollo.
1. LA SOCIEDAD CIVIL DENUNCIA ASESINATOS Y RAPTOS
El 21 de diciembre, la ONG congoleña Voz de los Sin Voz (VSV) denunciaba en su comunicado «contra la caza de brujas» varios casos de raptos y de desaparición de personas ocurridos varios días antes de la publicación de los resultados provisionales de las elecciones presidenciales del 28 de noviembre. De hecho, la información que le llega a la VSV es que se produjeron varios raptos por hombres vestidos con uniformes de la policía nacional del Congo, de las Fuerzas Armadas de la República del Congo (FARDC) y, sobre todo, de la Guardia Republicana (GR).
Se llevan a algunas de las víctimas a lugares desconocidos y a otras las detendrían en los calabozos de la Agencia Nacional de Inteligencia (siglas en francés ANR) del Congo, del batallón de la Policía Militar (PM) de campo Kokolo, del Estado mayor de inteligencia militar (ex DEMIAP ), del campo militar coronel Tshatshi, del Palacio de Marbre y del edificio del Grupo Litho Moboti (GLM), etc. En todos estos lugares de detención se les priva de recibir visitas y, además, serán objeto de tortura y de otros castigos o tratamientos crueles, inhumanos o degradantes. Se sospecha que estas víctimas son militantes de la Unión por la Democracia y el Progreso Social (UDPS). La VSV exige:
– el cese de la caza de brujas en todo el territorio nacional;
– la localización de todas aquellas víctimas de raptos y de detenciones y la preservación de sus vidas y de su integridad tanto física como psicológica;
– la liberación inmediata de las víctimas detenidas o su presentación delante de las jurisdicciones competentes en caso de que haya serias quejas hacia su persona;
– la apertura de una investigación independiente para aclarar estos raptos, estas detenciones ilegales y las alegaciones de tortura para sancionar a los autores, comanditarios y otros ejecutores de estos actos que atentan contra la integridad, la dignidad humana y la vida;
– la seguridad de todas las personas y de sus bienes sin que se tenga en cuenta su ideología política, su raza o su provincia.
El 22 de diciembre, la organización no gubernamental pro Derechos Humanos Human Rights Watch (HRW) acusa, en un informe, a las fuerzas de seguridad del régimen de Joseph Kabile de haber matado «al menos a 24 personas» y de haber arrestado «arbitrariamente» a otra decena entre los días 9 y 14 de diciembre. Una veintena fue asesinada «en Kinshasa, dos en la provincia de Kivu del Norte (al este) y otros dos en Kasaï-Occidental (en el centro)», escribe la ONG, que denuncia, en particular, a la policía y a la guardia republicana, encargada de la seguridad de la presidencia.
HRW cree que, desde la reelección discutida del pasado 9 de diciembre de Joseph Kabila, «las fuerzas de seguridad han remetido contra la población para, aparentemente, impedir la aglomeración de manifestaciones por el resultado de la elección». Además, constata que entre las personas raptadas se encuentran varios militantes y partidistas, así como personas interceptadas en la calle o mismo en sus propios hogares. Entre las víctimas figuran una mujer de 21 años y su sobrina de ocho años, ambas asesinadas por un balazo el día del anuncio de los resultados electorales, cuando la policía disparaba a militantes de la oposición en la capital.
Para la investigadora de la HRW en África, Anneke Van Woudenberg, «estos sangrientos actos debilitan todo el proceso electoral y dan la impresión de que el gobierno no reculará ante nada ni nadie con tal de permanecer en el poder ». HRW, que «ha recibido decenas de datos sobre otras muertes y ataques perpetrados por las fuerzas de seguridad y que están investigando», cree que el balance de la represión podría ser mucho más elevado. «Parece que la policía y las fuerzas de seguridad disfrazan los resultados haciendo desaparecer los cuerpos», asegura la ONG. Varias fuentes también habrían informado a HRW de que «el propio gobierno habría dado instrucciones a los hospitales y a la morgue de no proporcionar ninguna información acerca del número de muertos, ni detalles de aquellas personas heridas de bala a sus familiares, a grupos de defensa de los derechos humanos ni a nadie de las Naciones Unidas». Varias familias han encontrado los cuerpos de sus seres queridos en las morgues situadas lejos de Kinshasa, lo que sería un claro índice de que mueven los cuerpos a zonas periféricas.
Asesinatos, pero no solamente asesinatos. Desde el 9 de diciembre, las fuerzas de seguridad han impedido todo tipo de aglomeraciones bloqueando «mediante la fuerza los intentos de los grupos de la oposición por organizar manifestaciones pacíficas contra estas irregularidades en las elecciones» presidenciales. El comunicado señala que «han impedido que numerosos organizadores hagan acusaciones falaces sobre lo amenazada que está la seguridad nacional». La organización no gubernamental pro Derechos Humanos hace un llamamiento a «las Naciones Unidas y a los partidarios internacionales de la República Democrática del Congo (RDC)» para «exigir que el gobierno tome medidas urgentes para controlar a sus fuerzas de seguridad». Según HRW, «el gobierno debería ordenar de manera inmediata la liberación de todos los detenidos y llevar a cabo una investigación imparcial para buscar a los responsables de las muertes cometidas, de los arrestos ilegales y de los crueles tratamientos a los que estuvieron sometidos los detenidos».
2. LA «PRESTACIÓN DE JURAMENTO» DE ÉTIENNE TSHISEKEDI
El 23 de diciembre, las autoridades congoleñas suspendieron la manifestación de Kinshasa convocada por la oposición para que Étienne Tshisekedi pudiese «prestar juramento». «No hay ninguna manifestación, queda suspendida. Ya hay un presidente elegido que ha prestado juramento, no se puede volver a prestar, es un acto de subversión y tenemos que impedir que se lleve a cabo este acto ya que va en contra de la Constitución», declaraba una fuente cercana al jefe de la policía congoleña.
Cuatro vehículos blindados de la guardia republicana y un importante despliegue policial rodeaban las inmediaciones del Estadio de los Mártires. Las fuerzas del orden acordonaron el barrio de Limete, al este de la capital, donde Tshisekedi posee su residencia, próxima a su partido Unión por la Democracia y el Progreso Social (UDPS). Cerca del domicilio de Étienne y del Estadio de los Mártires, la policía ha rociado a los manifestantes con un gas lacrimógeno. Varias decenas de personas fueron arrestadas mientras la calma reina en el resto de la ciudad, los comercios están abiertos al público y los taxis circulan con normalidad.
La invitación oficial para la «ceremonia de prestación de juramento del presidente elegido» Tshisekedi, titulada «Presidencia de la República, protocolo de Estado» ofrecía un programa detallado del desarrollo de la jornada de la mañana y, especialmente, proporcionaba la hora estipulada de llegada de «oficiales superiores militares y de la policía nacional», de «altos magistrados», de «embajadores» y, además, de «presidentes y delegaciones de países vecinos y amigos». Por la tarde, como no era posible acudir al Estadio de los Mártires, Tshisekedi ha prestado juramento en su casa, en presencia de varias decenas de partidistas y responsables políticos de la oposición. «Yo, Étienne Tshisekedi Wa Mulumba, elegido como presidente de la República Democrática del Congo, juro, solemnemente, ante Dios y toda la nación, respetar y defender la Constitución y la legislación de la República, mantener su independencia, su integridad y salvaguardar la unión nacional», pronunció con la mano derecha levantada y con la izquierda sobre una Biblia, antes de anunciar brevemente la publicación en los días posteriores de «un programa de gobierno». Fuera de las inmediaciones del Estadio de los Mártires, la ciudad estaba tranquila, los comercios estaban abiertos al público y los taxis circulaban con normalidad.
El 27 de diciembre, durante una conferencia que tenía lugar en la parroquia de Nôtre-Dame de Fátima, el secretario general de la UDPS, Jacquemain Shabani, afirmó que siete personas fueron asesinadas y más de 540 arrestadas el pasado 23 de diciembre durante los enfrentamientos entre policías y militantes de la UDPS, que querían acudir al Estadio de los Mártires para asistir a la ceremonia de prestación de juramento de Tshisekedi. Según él, los muertos identificados y no identificados murieron a causa de los balazos, en los alrededores del Estadio de los Mártires, del puente Kasa-Vubu, a la altura del cruce de las avenidas Masimanimba en Matonge, Etiopía e Inzia en Kasa-Vubu y en el seno de la UDPS en Limete.
Sin embargo, el jefe de la policía nacional, el general Bisengimana, ha negado los hechos: «debido a los acontecimientos del viernes se han llevado a cabo varios arrestos, lo reconozco, pero el sábado, hemos dejado a los prisioneros en libertad. En cuanto a los asesinatos, no tengo ni idea, exceptuando la persona que ha fallecido electrocutada a la altura del municipio de Kalamu, que ha caminado por un hilo eléctrico». Shabani añadía que su partido va a remover cielo y tierra para que los ejecutores y los comanditarios sean presentados ante los tribunales judiciales competentes, tanto nacionales como internacionales, sobre todo, ante la Corte Penal Internacional (CPI).
La UDPS ha proporcionado una lista de las víctimas del pasado viernes 23 de diciembre de 2011:
A. Listado de las personas asesinadas:
1. SUMBI BABY, muerto por bala en los alrededores del Estadio de los Mártires.
2. KABONGO LUSAMBA, asesinado en le puente Kasa-Vubu.
3. KILOMONP MASIKAMA, asesinado en el cruce de la avenida MASIMANIMBA en Matonge.
4,5 y 6. Tres personas no identificadas y asesinadas en el cruce de las avenidas Etiopía e INZIA en el municipio de Kasa-Vubu, cuyos cuerpos se ha llevado la Guardia Republicana (GR).
7. KINGOTOLO, asesinado en el seno de la UDPS, durante el saqueo que ha llevado a cabo la policía.
B. Listado de las personas desaparecidas:
1. MUTOMBO DONAT
2. BRUNO KONGOLU MPOYI, movilizado en la celda de Kisenso.
3. NYENGELE ILUNGA, Gustave.
4. BOBO Nvubu Charles, alias PITCHA.
C. Balance de arrestos:
1. PIR/ KASA-VUBU: 85.
2. MUNICIPIO DE KASAVUBU: 35.
3. CAMPO LUFUNGULA: 110.
4. ANR: 60.
5. CAMPO TSHATSHI: 12.
6. MALUKU (SIFORCO): 73.
7. CIRCO: 80.
8. POLICÍA KINGABWA (punto caliente): 30.
9. POLICÍA TP (Kingabwa): 56.
10. MUNICIPIO DE KALAMU: 32.
11. MUNICIPIO DE BARUMBU: 13.
12. DISTRITO MATETE: 25.
13. DISTRITO TSHANGE: 35.
14. CENTRAL: 36.
3. EL SAQUEO EN LIMETE DE LA SEDE DEL PARTIDO UDPS
El 23 de diciembre, mientras la policía dividía Limete, el barrio en el que vive Étienne Tshisekedi, dos hombres no identificados saqueaban la sede de la UDPS. Dos testigos afirman haber visto dos furgonetas de color blanco, parecidas a los vehículos de la policía, estacionadas en el centro de las casas de la décima calle. Sus ocupantes, dos hombres vestidos de paisano, habrían entrado en la sede y habrían cogido documentos, ordenadores, muebles y electrodomésticos. Según el secretario general de la UDPS, Jacquemin Shabani, gracias a la rápida intervención policial los bienes robados irían a parar a la oficina de la policía, situada en la avenida Victoire, barrio de Matonge, municipio de Kalamu. En el informe redactado por la UDPS, sale a luz también que un miembro del partido llamado Kingotolo habría muerto en el transcurso de la operación de saqueo. Este ataque se ha cometido por la noche, varias horas después de la «prestación de juramento» de Etienne Tshisekedi, en su residencia, situada en el mismo perímetro que la sede del partido. Jacquemin Shabani se ha reafirmado en la decisión de su partido de poner una queja ante los tribunales judiciales competentes.
El 26 de diciembre, se le ha retirado la vigilancia al presidente Etinne Tshisekedi en su residencia, vigilancia que se le ofrece a los candidatos a las elecciones presidenciales para protegerlos. Por el momento, el presidente cuenta solamente con la protección de su guardaespaldas habitual.
El 30 de diciembre, en una conferencia de prensa que tenía lugar en la parroquia de Nôtre-Dame de Fátima, el secretario general de la UDPS denunciaba las numerosas restricciones impuestas por las fuerzas del orden que bloqueaban el acceso a la residencia de Etienne Tschisekedi. De hecho, la casa del líder de la UDPS y todas las inmediaciones del barrio estaban acordonadas por la policía. La propia UDPS incluso hablaba de «detención domiciliaria» al referirse al aislamiento que estaba sufriendo su líder. «Está bastante claro que se le ha privado a Tschisekedi de su propia libertad, a pesar de los desmentidos fantasiosos de los miembros del poder… Según fuentes coherentes y fiables, la inseguridad que se creó alrededor de su residencia busca conseguir su aislamiento para así eliminarlo físicamente y deportarlo a un destino desconocido», ha añadido Jacquemain Shabani.
El gobierno lo desmiente y repite que la policía está allí para proteger al pueblo. Al final de una jornada de trabajo con la delegación de la oposición, el viceprimer ministro, ministro del interior y de seguridad, Adolphe Lumanu, ha anunciado que el dispositivo de seguridad, puesto en marcha entre los días 20 y 23 de diciembre en las inmediaciones de la residencia de Etienne Tshisekedi, se reducirá después de la evaluación de las modalidades prácticas. Para el ministro, el líder de la UDPS está libre y el dispositivo de seguridad se lleva a cabo por el interés del orden público e incluso por su propio interés.
El 31 de diciembre, desde su residencia en Kinshasa, donde una treintena de personas esperaba para felicitarlo, Etienne Tshisekedi ha declarado a la prensa que no hay «absolutamente ninguna crisis» en la República Democrática del Congo, por lo que se ha proclamado «presidente elegido», rechazando la victoria puesta en tela de juicio del jefe del Estado Joseph Kabila. «No hay ninguna crisis en el Congo, ¡ninguna!», afirmaba a la prensa el líder de la UDPS. «Para gobernar hacen faltan dos cosas, primero, legitimidad e yo cuento con ella gracias al pueblo congoleño y, segundo, lo que se llama imperium, es decir, fuerza pública», añadía. «El río vuelve a su cauce. No hay ninguna crisis en el Congo», insistía Etienne Tshisekedi, quien remarcaba que había que «darle tiempo» a las fuerzas de seguridad para que «comprendiesen que la legitimidad ha cambiado de lugar, no se encuentra en Kabila, está en Tshisekedi» dirigente de la RC del Congo.
Sobre la llegada de los expertos internacionales para continuar con el trabajo de recuento de los resultados de las elecciones legislativas, él se pregunta: «¿qué es lo que vienen a hacer aquí? ¿En qué se basarán para tomar sus decisiones? Todos los procesos verbales han sido falsificados. Vienen a perder su tiempo, vienen como turistas».
4. EL RECUENTO DE LOS RESULTADOS DE LAS ELECCIONES LEGISLATIVAS DE 2011
Después de la polémica suscitada alrededor del resultado oficial de las elecciones presidenciales, que se encuentra lejos de suavizarse, se está poniendo en tela de juicio otro escrutinio. Las elecciones legislativas, que también tuvieron lugar el mismo día que las presidenciales, el pasado 28 de noviembre, están en el punto de mira. Candidatos, testigos y observadores afirman que los resultados publicados hasta ahora no se ajustan a la verdad de las urnas. Estos resultados no tendrían nada que ver con el vaticinio de los colegios electorales de la misma tarde o del día siguiente.
Después del recuento de las elecciones legislativas de 2011, se acusa a varios miembros de la CENI de haber falsificado los resultados en beneficio de determinados candidatos. Los edificios donde tienen lugar los recuentos son invadidos por candidatos que merodean todo lo que se hace como si de buitres se tratase. Varios miembros de la CENI son víctimas de presiones para que se le dé la vuelta a los resultados e incluso habrían tenido que levantarle la voz a algún candidato y callar a otros. Algunos candidatos afirman tener en su poder pruebas «irrefutables» de falsificaciones en los procesos verbales (PV) en beneficio de determinados candidatos. En algunos casos, los resultados que se daban en los edificios de recuento no se correspondían con los registrados en los colegios electorales. En algunas circunscripciones los testimonios no se tienen en cuenta ni para el recuento de votos ni para el recuento de los resultados. Actos poco cívicos y deshonestos que solamente desvirtúan el voto y falsifican la verdad de las urnas.
Esa exuberancia, esa alegría anticipada, esa arrogancia de determinados candidatos que proclamaban a viva voz «su victoria», era un atenuante más. Estaban tan convencidos como si el voto no sirviese para nada y, de un modo perverso, afirmaban que «no se verían perdiendo las elecciones», ya tenían «cierta experiencia» en este tipo de competiciones (sic). Todo se desarrollaba como si el decorado ya estuviese diseñado para que el resultado de las urnas se falsificase. Comienza una lluvia de protestas cuando se dice que hay 18.386 candidatos a la diputación nacional. Los frustrados no tenían por qué ser los míticos grupos de niños que se resignasen a aceptar de manera ingenua y con una enorme sonrisa los resultados. Los incidentes podrían haber tenido lugar en varios recovecos de cada país y la crisis política, que continuaba acentuándose día tras día, se agravaría.
El 16 de diciembre, la CENI decidía poner fin de manera momentánea al trabajo de recuento de los resultados de las legislativas en todos los centros locales destinados al recuento (siglás en francés CLCR). El vicepresidente Jacques Djoli afirma que esta decisión se toma para «probar a recolocar a los agentes para así manifestar la expresión de la sociología electoral que se estaba manifestando». Además, también ha anunciado la firma de un acuerdo técnico con la misión de las Naciones Unidas para estabilizar la RDC (Monusco) y reducir las posibles manipulaciones de los resultados en los centros locales de recuento de los resultados (CLCR).
El 21 de diciembre, la CENI ha suspendido el recuento de los resultados de las elecciones legislativas hasta la llegada de los equipos de supervisión y de apoyo técnico internacional. En un comunicado, recuerda que «abundan las reclamaciones por las que se juzgan a candidatos y a organizaciones políticas». También ha empezado a publicar en su página web los resultados provisionales en una treintena de circunscripciones pero la publicación en las 140 circunscripciones restantes está «subordinada, en caso de victoria, a protestas» por lo que han «comprendido y deliberado».
Por otra parte, la CENI les ordena a los centros locales de recuento de resultados que hayan terminado ya con las operaciones de recuento y transmitido los procesos verbales, así como las fichas de recuento que «no anuncien los resultados», hasta su confirmación. Sin embargo, añade que publicarán los resultados parciales de los centros que ya hayan cerrado el recuento, transmitido y publicado los resultados y, por lo tanto, los resultados no vayan sufrir ninguna reclamación. También añade que no publicará aquellos resultados discutidos hasta que no se hayan examinado las protestas.
Jacques Djoli, vicepresidente de la CENI, ha recalcado mucho la «enorme presión» que se ha ejercido sobre los CLCR, aunque 19.000 candidatos se presentaron para solamente 500 escaños en la asamblea nacional. El trabajo de la ONU en RDC (Monusco) debería centrarse de aquí en adelante en trabajar «codo con codo» con los equipos de la CENI para recontar los resultados y que Gran Bretaña y los Estados Unidos podrían echar una mano, añadía Djoli.
El equipo técnico internacional que ha llamado la CENI va a colaborar a validar los resultados de las elecciones legislativas ya compilados, a analizar las diferentes protestas de los resultados y a apoyar a los equipos que están trabajando en el asunto. Según el oponente Martin Munkokole, la decisión de la CENI de suspender el recuento debería de haber sido tomada mucho antes y afectar a los dos escrutinios, ya que ambos están plagados de irregularidades.
El 27 de diciembre, la CENI ha anunciado la reanudación del recuento de los resultados de las elecciones legislativas para el día siguiente, el 28 de diciembre, ante la llegada de los expertos extranjeros encargados de asegurar la transparencia del proceso. Añadía también que se continuaría con la publicación de aquellos resultados que no habrían sido objeto de ninguna reclamación. Hay varias discusiones en curso con los Estados Unidos y con Gran Bretaña, que han ofrecido la asistencia técnica de un equipo de expertos, pero ni la CENI ni las autoridades de estos países se ponen de acuerdo ni en la fecha de llegada a la RDC, ni en la orden precisa ni en el número de expertos. Un responsable del departamento de Estado americano ha anunciado que desde la agencia federal americana de ayuda al desarrollo (siglas en inglés USAID) debaten sobre «la elección de los expertos con varias organizaciones de renombre y se cree que el equipo llegará a Kinshasa en la primera semana de enero». Sin embargo, no se ha especificado si estos expertos vienen de organizaciones como el Centro Carter, el Instituto Republicano Internacional o el Instituto Democrático Nacional, que ya tienen experiencia en el tema.
La reanudación del recuento de los resultados de las elecciones legislativas por los CLRC ante la llegada de los expertos internacionales suscita varios interrogantes. ¿Administración del tiempo? Argumento verosímil pero aún así negociable. La CENI gana mucha confianza y credibilidad retrasando varios días la publicación de las elecciones legislativas prevista para el 13 de enero de 2012. ¿Si se hace con las elecciones presidenciales por qué no se hace también con las elecciones legislativas?
Para el bando de Etienne Tshisekedi, los expertos tienen que proceder de la misma manera con las elecciones presidenciales. «Es un poco raro hacer venir a los expertos solamente para las elecciones legislativas. Se ha cometido el mismo atraco a mano armada con las presidenciales. Ambas tuvieron lugar el mismo día y en el mismo colegio electoral. No se pueden tratar de manera diferente los escrutinios», valora Albert Moleka, director del gabinete de Etienne Tshisekedi.
El 3 de enero, la CENI ya había publicado los resultados de las elecciones legislativas para 969 circunscripciones electorales. Ya se conocen 295 deputados que formarán la próxima asamblea nacional. El Partido Popular para la Reconstrucción y la Democracia (PPRD), de la mayoría presidencial (MP), está en cabeza con 32 elegidos, seguido por la Unión por la Democracia y el Progreso Social (UDPS) de Etienne Tshisekedi, con 20 diputados. Otro partido de la mayoría creado a la vista de las elecciones presidenciales y legislativas del 28 de noviembre, PPPD, alcanzaba dieciséis escaños. El Movimiento de Liberación del Congo (MLC) de Jean-Pierre Bemba cuenta ya con trece diputados. El Movimiento Social por la Renovación (MSR), el Partido Lumumbista Unificado (PALU) y la Alianza por la Renovación del Congo (ARC), tres partidos que han sostenido la candidatura de Joseph Kabila en las elecciones presidenciales, cuentan respectivamente con doce, nueve y ocho diputados. La Unión por la Nación Congoleña (UNC) de Vital Kamerhe y la Unión de las Fuerzas del Cambio (UFC) de Léon Kengo wa Dondo, dos partidos de la oposición, cuentan hasta ahora con seis y tres elegidos respectivamente.
El 4 de enero, llegan a Kinshasa expertos extranjeros para estudiar la viabilidad de una revisión aún mayor en el proceso de recuento de los resultados de las elecciones legislativas del 28 de noviembre. Se trata de un pequeño equipo de expertos electorales internacionales formado por las organizaciones americanas Instituto de la Democracia Internacional (siglas en inglés NDI) y la Fundación Internacional para los Sistemas Electorales (siglas en inglés IFES), que permanecerán en la RDC durante aproximadamente tres semanas.
La investidura de Joseph Kabila, el 20 de diciembre, tiene lugar en un desierto diplomático agobiante. Los jefes de Estado, incluidos africanos, han delegado sus primeros ministros o a los ministros o a los embajadores. ¿Por qué hay tanto ausentes? Porque la elección presidencial del pasado 28 de noviembre no era creíble, decía el oponente Vital Kamerhe. El origen de este enfurruñamiento internacional está en los informes críticos sobre el escrutinio de los observadores de la Unión Europea y del Centro Carter. ¿Cómo encontrar la salida en este callejón? Los dos principales contrincantes de Joseph Kabila, Étienne Tshisekedi y Vital Kamerhe, proponen que la comunidad internacional ayude a crear una «comisión de evaluación» de los resultados de las elecciones presidenciales. Todo se volvería mucho más creíble: la lista electoral, los votos por derogación y, por supuesto, el recuento de las papeletas. «Necesitamos esta comisión para que se recuenten los votos», afirma Kamerhe. Por otro lado, tres ONG’s americanas Internacional Crisis Group, Enough Project y Eastern Congo Initiative, alimentan la idea de una mediación internacional, pero el bando de Kabila no quiere hablar de ello. Y, como resultado, las capitales occidentales se mantienen en un segundo plano. «El recuento de los votos de las elecciones presidenciales no es posible, afirma un diplomático de alto rango en París. En cambio, Francia exige un escrutinio menos desastroso que el de las elecciones legislativas, que tuvieron lugar el mismo día, NDLR». A lo que Kamerher contesta de inmediato: «las legislativas y las presidenciales han tenido lugar el mismo día y en los mismos colegios electorales. Si se aceptó la idea de traer a expertos internacionales para contar los votos de las elecciones legislativas, ¿por qué rechazarla y no hacer lo mismo con el recuento de las elecciones presidenciales?».
Los occidentales creen que la reelección de Joseph Kabila ha sido «desastrosa», pero no quieren volver a barajar las cartas. «Hay muchos riesgos de que se produzca un conflicto armado», comentan algunos. «Tshisekedi no es recomendable, no es Ouattara», responden otros. En Bruselas, París y Washington, no pierden la esperanza: «Si el escrutinio de las elecciones legislativas es transparente, la oposición puede alcanzar la mayoría en las próxima asamblea. Entonces Kabila tendrá que convivir con un primer ministro que le obligará a gobernar mejor». Como es el caso de Kenya o de Zimbabwe, aunque no es seguro que los millones de congoleños que han votado a Tshisekedi estén de acuerdo.
5. LA REANUDACIÓN DEL SERVICIO DE SMS
El 28 de diciembre, el gobierno ha retirado la medida de suspender el servicio de mensajería por teléfono conocido como SMS. Eso es lo que ha declarado el presidente del comité de operadores de telefonía, Tharcisse Munkidji, a la Federación de las Empresas del Congo (FEC).
Sin embargo, el gobierno congoleño le recomienda a los operadores de telefonía móvil (VODACOM, AIRTEL, TIGO, CCT, SUPERCEL, STANDARD TELECOM) identificar obligatoriamente a sus abonados para facilitarle «al propio gobierno la toma de decisiones en lo relativo al mantenimiento del orden público», añade Tharcisse Munkidji. También precisa que los operadores de las sociedades de telecomunicación deberán establecer la pérdida de beneficio sufrida durante todo el período en el que este servicio no estaba en funcionamiento y llegar así a un acuerdo con el gobierno sobre la forma de enmendarlo.
La suspensión del servicio de SMS fue una medida tomada por el gobierno el pasado 3 de diciembre. El viceprimer ministro y ministro del interior, Adolphe Lumanu, justicaba esta medida conservadora como la solución para preservar el orden público durante todo el proceso electoral, para así evitar la propagación de rumores y, sobre todo, los «falsos resultados» de la elección presidencial del 28 de noviembre.
El 22 de diciembre, Reporteros sin Fronteras (RSF) le habían enviado a Adolphe Lumanu Mulenda Buana N’sefu, viceprimer ministro y ministro de seguridad y del interior, una carta en la que la ONG escribía «la atención del carácter libre y abusivo de una medida de tal magnitud». Según RSF, «este bloqueo absoluto del servicio de mensajería telefónica constituye una reacción desmesurada que no deja de recordarnos las prácticas tomadas por determinados regímenes represivos. Con una medida de tal magnitud, la RD del Congo se une a la lista de países que han suspendido las telecomunicaciones para callar los movimientos de respuesta, así como Egipto, Siria, Libia o incluso Kazajistán. Sin embargo, La situación actual en la RD del Congo va mucho más allá, puesto que las alteraciones en las redes de comunicación en los otros países nunca se había excedido más de un par de días». Reporteros Sin Fronteras añade que «el bloqueo de los servicios de mensajería telefónica constituye una grave violación de los derechos garantizados en la Constitución y en los tratados internacionales relativos a los derechos de los seres humanos ratificados por la RD del Congo. Los derechos fundamentales a la libre comunicación y a la libre circulación de la información son burlados por este bloqueo que también ha impedido el trabajo de los observadores en el proceso electoral». Finalmente, en nombre de la libertad de expresión y del derecho a la información, la organización pide que «se tomen las medidas necesarias para reestablecer la red de mensajería telefónica en el tiempo más breve posible».
El 28 de diciembre, la ONG de defensa de los derechos humanos Periodistas en Peligro (siglas en francés JED), numeraba en su informe anual titulado: «la libertad de la prensa durante las elecciones» 160 casos de violación de la libertad de prensa en la RD del Congo durante 2011, donde casi la mitad de estos casos tuvieron lugar durante el período electoral, de octubre a diciembre, mientras que en 2010 se dieron 87 casos.
Para esta ONG, la represión sobre los medios de comunicación y sobre los periodistas se ejerce mediante amenazas y arrestos de periodistas, ataques armados contra los edificios de prensa (periódicos, radios, televisiones), la prohibición de emisiones y el cierre de medios de comunicación partidarios de la oposición».
Estos 160 casos presentados por JED se organizan de la siguiente manera:
– Un periodista asesinado en Kirumba en Kivu del Norte en junio de 2011.
– 42 periodistas arrestados.
– 57 casos de amenazas y de agresiones contra periodistas.
– 43 casos de censura y de impedimentos en la circulación de la información.
– 17 casos de presión sobre medios de comunicación.
Comparando los años 2006 y 2001, los dos años electorales en la RDC, el informe de JED recalca que el número de violaciones de la libertad de prensa ha pasado de 125 a 160, es decir, un aumento de 35 casos que atentan contra la libertad de los periodistas.
«Creemos que hoy en día hay una excesiva degradación de la libertad de prensa», declaraba el secretario ejecutivo de JED, Tshivis Tshivuadi.
En la parte del informe destinada a observar los medios de comunicación durante el período de campaña electoral, JED constata que «los medios de comunicación congoleños, en su conjunto, están tan comprometidos con un frenesí propagandista que han ocultado los verdaderos debates demográficos sobre los candidatos y sus programas electorales». JED denuncia también «la deriva propagandística de los medios de comunicación, incluyendo los medios de comunicación públicos, fortalecidos en ciertos casos mediante propuestas y discursos de incitación al odio y a la violencia, en un clima de tensión y de intolerancia política».
Para JED, varios actores políticos y responsables de los servicios de seguridad son los protagonistas en la regulación de los medios de comunicación durante la compaña electoral hasta ese día, ya que violan las prerrogativas del Consejo Superior Audiovisual y de Comunicación (CSAC). Estas intromisiones, añade JED, consiguen el fracaso del órgano en estas misiones reconocidas para proteger el derecho del pueblo a estar informado y promover la profesionalidad de los medios de comunicación. JED cita también los casos de medios de comunicación cerrados o suspendidos más allá del plazo: Canal Futur TV, Radio Lisanga TV y otros dos medios más de comunicación en Kasaï-Oriental.
6. EL PRESIDENTE DEL SENADO VÍCTIMA DE UNA AGRESIÓN EN PARÍS
El 31 de diciembre, el presidente del senado, Léon Kengo Wa Dondo, sufrió una agresión en París, durante una visita privada que no se informó a las autoridades francesas y, por lo tanto, no se habrían tomado las medidas pertinentes de seguridad. Kego llegó a la Estación del Norte de París a las 17:00 h GMT proveniente de Bruselas, allí, lo esperaba un chofer. Justo cuando se disponía a entrar al vehículo, dos hombres que podían ser compatriotas lo golpearon.
«Lamentamos la agresión que ha sufrido León Kengo Wa Dondo», declaraba Bernard Valero, portavoz del Ministerio francés de Asuntos Extranjeros, y remarcaba «sucedió en Francia en un viaje en el que no se informó a las autoridades franceses. Las fuerzas del orden lo han socorrido tan pronto les fue posible y las autoridades francesas vigilaron que lo atendiesen sin retraso ninguno en un hospital parisino para que se pudiese recuperar».
Desde del senado congoleño, que se habrían reunido en una asamblea extraordinaria, se quería denunciar «esta acción salvaje» y les han pedido a la diáspora congoleña «de Francia, de Bélgica y del Reino Unido que se impregnen de los valores republicanos para expresar con voces legales y patrióticas sus reivindicaciones, tanto políticas como sociales».
La UDPS de Etienne Tshisekedi ha desmentido la implicación de sus militantes en la agresión del presidente del Senado, Léon Kengo Wa Dondo. Serge Mayamba, secretario nacional de la UDPS, y muy relacionado con las fuerzas políticas y sociales, ha lamentado y condenado este acto «odioso» y ha hecho saber que es mucho más importante hablar de los congoleños en el extranjero que de los militantes de la UDPS. «Los congoleños en el extranjero atacan a todos los que van en contra de sus intereses, quieren el cambio y luchan por la democracia y la instauración de un Estado de derecho en la República Democrática del Congo. Es un fenómeno de toma de conciencia por parte del pueblo congoleño», afirmaba, mientras añadía que la UDPS siempre ha estado en contra de la violencia.
Según determinados observadores, los agresores podrían ser miembros de la diáspora congoleña opuestos al presidente Joseph Kabila y mucho más a favor del opositor Étienne Tshisekedi. La policía francesa abrió una investigación para esclarecerlo.
Léon Kengo había reclamado la anulación de la elección presidencial, basándose en que el proceso estaba lleno de irregularidades, pero había asistido, puede que como todavía presidente en función del Senado a la investidura por un nuevo quinquenio de Joseph Kabila el 20 de diciembre. Para los «combatientes» de la diáspora, este «oponente de última hora» se unía a Joseph Kabila en el último momento. Varios rumores daban por sentado el nombre de Léon Kongo como el próximo primer ministro de Joseph Kabila. Para el presidente reelegido era una forma de hacerle «un guiño» más descarado a la oposición.
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Traducción al español dentro del proyecto Mondo Lingua para la traducción gratuita de páginas web para ONG y asociaciones sin ánimo de lucro. Proyecto dirigido por Mondo Services. Traductor: Lucia Alvarez